—Sebas por favor! —lo jalé del brazo para que me escuchara — lo que viste ahí fue un malentendido
—No entiendo por qué me das explicaciones, tú y yo no somos nada, por lo tanto no tengo que reclamarte nada —dijo mientras sigue caminando
—Todo lo que tuvimos para ti fue "nada"? —pregunte y una lágrima recorrió por mis mejillas
—Lo que tuvimos para mí fue mucho, pero con lo que acabo de ver me queda claro que para TÍ —me señala con el dedo— para tí fue "nada" —dijo y volvió a dar la vuelta para irse
—Sebastián por favor! —grite mientras lo seguía ya que el no se detenía — por lo menos déjame arreglar las cosas, vamos a vernos toda la semana y no podemos estar mal entre nosotros —dije y el no de detiene —hazlo... hazlo por el equipo por favor
—De eso no te preocupes, mañana renunció de este programa —dijo y se fue, una patada hubiese dolido menos.