Capítulo 9

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Kirishima despertó gracias a los rayos de luz del sol que se colaban por el gran ventanal en la habitación del rey, Zen empezó a abrir los ojos y vio a la persona con la que había pasado la noche, para él ese doncel era una hermosa joya que debía cuidar.

Zen no pudo evitar sonreír al ver a Takafumi acurrucado en su pecho, acarició su mejilla y acomodó un mechón de pelo que tapaba su bello rostro.

- Eres tan hermoso y desde ahora eres solo mío- lo tomo del mentón y le dio un beso en los labios, Kirishima decidió que lo mejor era dejarlo descansar un poco más, se levanto de la cama se puso una bata y se dirigió hacia el baño para darse una ducha.

Después de diez minutos el peliazul empezaba a abrir los ojos, debido a la luz se le dificultó un poco hacerlo, pero cuando lo logro observó donde estaba, una habitación muy lujosa y grande. Eso fue todo para que Takafumi recordara lo que había pasado la noche anterior.

Lágrimas empezaron a bajar por sus hermosos ojos, lágrimas de dolor, asco, y vergüenza por haber sentido placer al ser tomado por ese estúpido rey. Intento sentarse en la cama pero al intentarlo sólo sintió un dolor muy fuerte en las caderas y en su entrada.

Levantó un poco las sábanas que lo tenía tapado y observo sangre, esa era su sangre, era el vestigio de su inocencia.

- Maldito, lo odio, él me hizo esto me quitó todo, lo odio- empezó a llorar con más intensidad pero no quería que ese hombre lo escuchara así que se cubrió con las sabanas, se puso de costado para evitar el dolor que sentía en su cuerpo y mordió una almohada para ahogar el sonido del llanto.

Zen al terminar su baño y haber preparado la tina con agua y esencias de flores para el hermoso doncel que estaba en su cama, salió del baño y pudo ver a Takafumi envuelto en las sabanas, podía observar el exquisito cuerpo que el doncel tenía ya que las sábanas marcaban muy bien esas caderas anchas que tomó la noche anterior para hacerlo suyo una y otra vez hasta el cansancio.

Cuando estaba apunto de dar un paso para acercarse al doncel escucho un pequeño sollozo, sabía muy bien que el peliazul a pesar de mostrarse fuerte todo el tiempo, era un doncel débil en sus sentimientos, no pudo evitar sentir algo de culpa por lo que le hizo al doncel pero no se arrepentia de nada.

Al estar junto a él se le rompió el corazón ya que vio como Takafumi mordía la almohada, no aguantó más y se recosto a su lado para darle un fuerte abrazo.

-!!... Qué haces... estúpido sueltame..agh¡¡- el peliazul al sentir los fuertes brazos rodeando su cuerpo se exalto e intento empujar a Zen pero su cuerpo estaba débil y adolorido, sólo consiguió sentir más dolor en su cuerpo, sintiendo impotencia por no poder alejar al varón.

- Tranquilo, no te haré nada...aun- Kirishima aumentó la fuerza del abrazo provocando más dolor en el doncel.

- Su..sueltame, me lastimas...agh!- rápidamente el varón se alejó de Takafumi poniendose de pie junto a él.

- Lo siento, pero debes darte un baño y luego desayunar, ya preparé la tina para ti- dijo Zen alzando al peliazul estilo princesa, pero lastimando al doncel en el proceso.

- Estúpido me lastimas sueltame!- se quejó Takafumi ya que el varón lo tomó de las caderas para alzarlo.

- Lo siento, lo siento- así dejó su valiosa carga en la tina, cuando se dispuso a entrar con él en está el doncel lo detuvo.

- Que crees que haces, largo yo puedo solo...agh- intentó empujar al varón pero sólo levantar sus brazos le provocó un fuerte dolor.

- No puedes moverte, necesitas mi ayuda- dijo Zen entrando en la tina y poniendo al doncel en su regazo- tranquilo no pienso hacerte nada... eso lo guardo para la noche- mordió el lóbulo de la oreja de Takafumi provocando un escalofrío en él.

- Te odio- fue lo único que dijo ya que no quería mirar y mucho menos dirigirle la palabra al rey.

- Vas a aprender a amarme, así como yo te amo, porque ahora me perteneces todo tu cuerpo me pertenece mira las marcas que deje en ti, y lo mejor está por venir- dijo acariciando el vientre plano de Takafumi.

- Ahh...no...me..me duele- Zen había metido dos de sus dedos en la entrada del doncel provocando un gemido de dolor.

- Debo limpiarte bien, eso significa que debo sacar mi semilla de tu interior- de la entrada de Takafumi salía una cantidad considerable de semen, lo cual hizo que el doncel se sonrojara.

Cuando el baño terminó Zen dejó a un durmiente Takafumi en el sillón que tenía en su habitación, cuando se dispuso a cambiar las sábanas de su cama se dio cuenta que estás estaban manchadas con mucha sangre, lo cual hizo que se sintiera mal y decidió llamar a un médico para que revisara el estado del doncel.

- Su majestad, al ser el doncel virgen cuando lo tomó es normal que haya sangrando, pero la cantidad de sangre es algo preocupante así que lo revisé y como sospechaba el doncel sufrió un desgarre interno, no podrá mantener relaciones sexuales durante una semana para que termine de recuperarse.

- Puede retirarse doctor- el médico salió de la habitación dejando a un peliazul acostado en la cama y asesinando con la mirada al castaño.

- Eres un animal, no te bastó con violarme, si no que también me lastimarte por dentro, maldito- ellos ya no estaban en la habitación del rey, Zen mando a preparar una habitación especial para Takafumi a dos habitaciónes de distancia de la suya.

- Tranquilo sólo será una semana, después procuraré no volver a lastimarte porque pienso hacerte mío cada noche- le dio un beso en los labios al doncel.

- Éstas loco si crees que lo volveré a hacer- Zen se dirigió a la puerta y antes de salir dijo.

- Claro que lo harás, abriras las piernas para mi y solo para mi, cada vez que yo quiera o algo malo le pasará a tus preciados amigos- dijo con una enorme sonrisa- llamaré a Yuu para que te traiga algo de comer, tú no te moveras de esa cama hasta que mejores- así salió de la habitación dejando a un Takafumi con odio y lágrimas en los ojos.

- Maldito mil veces maldito, tenemos que escapar de aquí no podemos quedarnos en este lugar- volvió a recostarse en la cama ahogando sus sollozos. Ya no debía llorar debía luchar por sus amigos y por él.

El FAVORITO DEL REY (Nuevo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora