Que triste es no ser querido, no ver ni siquiera un vestigio de amor, aún gritándole a la razón que estás listo para vivir, pero nada eso importa y está demás decir que aunque quieras hay veces en que no puedes elegir y debes quedarte solo con las ganas de ser feliz, todo te sale mal, y da rabia mirar como te pierdes a ti mismo en la ansiedad, pero lo que más molesta es saber que siempre estuviste alejado a un simple si de la felicidad.
Que triste es nunca ganar, quedarte siempre a medio camino del final, en ese punto exacto dónde estás y no está, imaginando que tiene valor quedarse y luchar, pero lo que logras es cansarte de desear algo, que al final nunca podrás tocar.
Que triste creer que si cambias todos cambiarán, que al acariciar la paz todos lo harán, que triste esperar por todos y luego esperar aún más, para llegar a la conclusión de que siempre y sin excepción te van a decepcionar, solo tú puedes cambiar <quien eres>, pero esto no es un cuento de hadas y por más que te esfuerces no llegarás a tener poderes.
La vida está llena de malos ratos, así que no importa si mientras tropiezas descansas un rato, tómate tu tiempo, respira profundo y no llores por algo que no vale la pena, todos nos equivocamos y por más que los errores dejen secuelas no es justo que por equivocarse te pongas a ti mismo bajo condena.
Disfruta cada momento, no pienses en las cosas malas, y mientras respires, vive como si no hubiera un mañana.
Rey Lázaro
La Habana, Cuba
10:50 AM del 8 de agosto del 2020
