ᖴᗩIᖇY ᗷᗩᗷIᗴՏ - ᒪᑌᑕY ᙭ ᕼᗩᖇᗴᗰ

❥ Lɪʙᴇʀᴛᴀᴅ | NᴀLᴜ/GʀᴀDʏ

acecho
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Una niña con melena dorado con las puntas rosas unos mechones de frente, lleva el cabello suelto y ojos de color chocolate miraba a su padre con curiosidad. Layla Dragneel Heartfilia, hija menor de Natsu y Lucy, ahora tiene trece años, está lista para afrontar su primer día como chica de secundaria. Llevaba el uniforme típico de la escuela local de su pueblo.

Para el punto de vista de Natsu, sintió que se derretiría con lo linda que es su hija en este momento, vistiendo su uniforme de marinero y todo. Si bien agradeció a todos los dioses que existían cuando su hija creció heredando la belleza de su esposa, el bonito rostro de su hija era tanto una bendición como una maldición. Los adolescentes hormonales simplemente no apartan sus ojos sucios de su hija, ya que Natsu un día quemo a un adolescente civil usando su poder cuando silbó como un lobo a su hija. Lucy terminó por regañarlo después de ese incidente.

Al crecer malcriada por su padre sobreprotector, Natsu Dragneel (y en alguna ocasión, por su padrino Gray Fullbuster), Layla creció como una niña tímida y linda. Pero un día Layla declaró audazmente a sus padres que quería finalmente crecer e insistió en ir a la escuela en su primer día sola. Claro, será más seguro si sus padres están con ella viendo que finalmente estará fuera del mundo, pero ya no quería que su padre la cuidara. Y después de hacer algunas rabietas aquí y allá y después del pequeño debate que tuvo con su padre (del que estaba segura de que iba a conquistar, por cierto, porque su padre la quería demasiado que a menudo la dejaba ganar sus discusiones), Natsu Dragneel finalmente cedió.

A las 6:20 a.m Su padre la despertó temprano hoy y después de hacer sus rituales matutinos, Natsu arrastró a su hija a su sala, diciendo que quería hablar uno a uno con ella. Lucy, luciendo divertida, ocupó silenciosamente el espacio junto a su esposo mientras que su hija tomó el espacio entre sus padres.

Natsu, que miraba seriamente a Layla, se aclaró la garganta y finalmente dijo - Ahora, ya que eres persistente en...

- Papá, ¿tuvimos nuestras tres horas hablando de esto anoche?

- No me interrumpas. Y hoy es diferente

Layla parecía horrorizada - Por favor, no vamos a pasar otras tres horas sobre los 'peligros' del mundo real, ¿verdad? - El aire preadolescente citó el "peligro" del mundo con una expresión levemente divertida.

Natsu frunció el ceño, - Sí, si sigues interrumpiéndome así. Pero no te preocupes, esto solo tomará un minuto.

Lucy rió, mientras su hija suspiraba derrotada. Nada detendrá a su padre si está en su modo "muy serio", así que es mejor que ya se haya terminado. - Está bien, papá. No te reprimas. - Ella respondió, ni siquiera tratando de ocultar su tono de sarcasmo.