21 de diciembre de 1914
Park JunSeo ha despertado de su inconsciencia y se encuentra siendo arrastrado hasta un barco con dirección a Japón junto con unos cientos de compatriotas más.
Hace más o menos un tres años que los japoneses han ocupado Corea y desde entonces todo ha sido dolor y sufrimiento para sus compatriotas coreanos, han sido humillados, avergonzados y esclavizados en su propia tierra, su última reina y gobernantes han sido asesinados o utilizados para combate contra su propia gente, las mujeres son llevadas como prostitutas para satisfacer a los soldados enemigos y mientras tanto, los que estan su nuestra tierra, estan sumidos en la pobreza extrema, niños tirados muertos en las calles y madres sin lágrimas que llorar porque saben que en esta situación es mejor morir que buscar sobrevivir.
Un año atrás la familia de JunSeo tuvo que huir de la capital para dirigirse hacia un pequeño pueblo perteneciente a la provincia de Busan. Lamentablemente llegaron con un miembro de la familia faltante, su padre fue asesinado para protegernos y no delatarnos sobre nuestro movimiento de ciudad. Escondido detrás de una vieja casa, tuve que callar un sollozo cuando vi como un soldado japonés empuñaba su arma contra el pecho de mi padre. Desde entonces, he tenido que convertirme en el protector de mi madre y hermano menor.
A nuestra llegada a Busan y a pesar del sufrimiento de nuestra gente, los vecinos nos recibieron, acogieron y protegieron como su fuéramos parte de su familia.
Un día, mientras salía al campo para recoger algunos granos de arroz para el desayuno, encontré un pequeño rayo de esperanza en medio de todo el dolor y sufrimiento por el cual pasaba: Kang Ha-Neul
Con 18 años, mejillas rellenitas, ojos grandes y brillantes parecidos a los de un ciervo, nariz perfilada, además de una boquita que te invitaba a probar de ella, era una muchacha de belleza pura e inocente.
No podré olvidar nunca como sus mejillas se colorearon de carmín cuando le dije que era bella, tampoco cuando jugaba con sus manitas nerviosa después de recibir un beso y es que con el pasar de los días, semanas y meses, fuimos construyendo un amor más que fraternal, tener la necesidad de proteger al otro con tu vida y sentir unas profundas ganas de estar todo el tiempo a su lado... Eso era un amor romántico.
Nuestros encuentros nocturnos, en donde la luna y las estrellas eran testigos de nuestro amor carnal se hicieron frecuentes, noches en donde me contaba sus anhelos; ser un escritor para, a través de sus letras crear un mundo distinto, un mundo más armónico, un mundo libre, ese era su sueño.
Aunque nuestros encuentros siempre fueron difíciles y peligrosos debido a una sociedad en donde amar de esta manera no era la correcta, nunca fuimos descubiertos, o eso era lo que creíamos.
El 15 de diciembre del presente año, las tropas japonesas llegaron a Busan sometiendo a sus habitantes a base de golpes y asesinatos. Uno de los habitantes, quien fue testigo de la muerte de su hija, dio un grito desgarrador hacia los soldados enemigos diciendo que las personas que deberían de morir eran los que son escorias mientras su dedo índice señalaba a Ha-Neul
"¡Tú! ¡Muchacha asqueroso! ¡Acostándote con Song JungSeo
Dijo, acusándolo de ser un hombre mentalmente inestable y con desviaciones sexuales. Aún puedo recordar cuando tomaron a mi pequeño y lo golpearon casi hasta la muerte, mis gritos y llanto fueron callados por una fuerte patada recibida en el estómago y un golpe en la cabeza que me dejo sin conciencia.
Cuando desperté, estaba a la mitad de un viaje con destino hacia Japón. Un hombre, el cual era médico, que había sido llevado para "tratar" a Jungkook me dijo que había muerto debido a la pérdida de sangre y una posible perforación en el pulmón.
Después de estar en shock y llorar en silencio, he decidido dejar testimonio de esto.
Querido Jungkook, mi pequeño niño de alma libre... Perdóname por no haber podido protegerte, perdóname por dejar que ellos te tocaran de esa manera tan cruel, por favor, perdóname y déjame encontrarte, que después de la noticia de tu muerte, mi cuerpo está demasiado débil como para seguir en este sucio mundo.
Por favor, encontrémonos en nuestra siguiente vida, por favor, déjame curar todas tus heridas. Por favor, si alguien allá arriba me escucha, permítenos amarnos hasta el final de nuestros días en nuestra próxima vida.
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-En nuestra siguiente vida- JIKOOK/KOOKMIN OS
Roman d'amourPark Jimin, un chico de 20 años que vivió durante la ocupación japonesa en 1910, deja testimonio en un barco japones sobre su dolor y amorío con un joven de 18 años, Jeon Jungkook, pidiendo clemencia al cielo, para poder encontrarse en su siguiente...