El despertar

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Todo comenzo un dia de verano, desperté apoyado en un viejo roble vestido con una musculosa roja y unos pantalones cortos blancos, pero también una vaina que no sabia de que era hasta que gire la cabeza hacia la izquierda y vi una katana color escarlata a mi lado, no sabia como llegue hasta ahí ni siquiera pude recordar los nombres de mis padres o mi propio nombre.

Me puse de pie, tome la katana, la envaine y me puse en camino hacia un río, que por el sonido supe que estaba cerca, para lavarme las manos, cuando me estoy acercando veo a la lejanía un hermoso ciervo blanco. Me agacho para lavarme y veo en mi cara del lado derecho de mi frente un símbolo que no reconocí, me asuste porque no pude sacarme la marca, entonces en el reflejo veo a alguien con alas blancas y armadura gris brillante que empuña su espada hacia mi viene cayendo dispuesto a matarme, pero lo pude esquivar por los pelos, entonces el ser alado me hablo:

-Al fin te encuentro, por fin puedo cumplir mi venganza

Levanto la espada apuntando a mi cabeza, cerré los ojos ante la inminente muerte, pero escuche un fuerte choque de metal contra metal, abrí los ojos, cual fue mi sorpresa que vi a otro ser alado pero con alas negras, con guantes de acero, freno la espada el tambien me hablo:

-¿Que te pasa Tidama? ¿Porque tu katana esta en su funda?

Yo: Tidama ¿Asi me llamo?

-¿Que no te acuerdas de las sesiones de entrenamiento? ¿No te acuerdas de Ludymiel? 

Yo: No recuerdo nada, ni siquiera mi nombre pero gracias por salvarme

-Vete, corre mientras me encargo de Takeda, ahora eres un lastre

Corri lo mas lejos que pude, pero aun se escuchaban los choques de metal, hasta que no se escuchaban mas que los cantos de los pajaros. Y así fue el primer dia que recuerdo.


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