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"La historia de Esther"3/3

Dos semanas después de alejarme de los Montenegro, le llame a la mamá de Dylan, le dije que ya estaba lista para regresar a trabajar si ella quería, pero me dio una noticia sorprendente, se mudarián a España esa semana, le pedí ver una última vez a Dylan y no se negó, ya que ambos estarían ausentes todo el día por su trabajo, así que agradecí y espere al día siguiente, cuando llegue a la gran casa, vi a Dylan apunto de subir las escaleras, le hable, el me volteo a ver enseguida, sonrió y me abrazo, yo correspondi, me dijo que no quería irse a España sin haberse despedido de mi, pasamos toda la tarde charlando, quise no mencionar sobre mis supuestas vacaciones familiares pero era imposible, no podía mentirle a Dylan, le dije que después del intento de beso que me dio, me sentí incómoda, tenía que aclarar algunos pensamientos y que cuando ya estaba lista para seguir divirtiéndome con el, ya era demasiado tarde porque se iría a España y tal vez nunca lo volvería a ver.

Se disculpo por el incidente que pasó y le dije que debería aprender a besar, lo cual me arrepentí de haberle dicho eso, lo ofendí y no estuvo bien, para arreglarlo le dije que yo le enseñaría, se extraño y me acerque a él, para después besarlo, sentí su mirada por unos pocos segundos, moví mis labios y note como estaba nervioso porque sus manos estaban temblando, era un beso tierno, me gustó para ser sincera, al separarme note como el tenía su mirada fija en sus manos y sus mejillas estaban rojas.

Me despedí de el, fue triste, regrese a casa y no pude evitar llorar porque me di cuenta que el si me agradaba de la forma que el hablaba, pero me di cuenta tarde. Tiempo después empecé a salir con Richie, estaba enamorada de él y él siempre me valoraba, el tiempo paso, nos casamos, tuvimos una hermosa hija y 7 años después tuvimos dos grandiosos y hermosos gemelos, pero un día en el supermercado estaba distraída con la lista de compras que choque mi carrito del super con el carrito de alguien más, al levantar la mirada era un hombre apuesto, cabello ordenado, ojos color avellana, alto al igual que Ricardo y labios normales, nos pedimos disculpas y se presentó, era Dylan, era mi chico, se emociono al verme, tanto que me abrazo y le conté sobre mi vida, nunca le hable a Richie sobre mi reencuentro con Dylan, se habría puesto celoso, me di cuenta que seguía amando a ese hombre, la edad que importaba? El nunca me olvidó y mi amor por el nunca se esfumó, fue una decisión difícil pero quería ser feliz con el, me pidió que llevara a mis hijos pero le dije que no le podía hacer eso a Richie, el me había dado tanto, no podía pagarle quitándole a sus hijos, entonces me fui. Pero fui feliz con el todo ese tiempo.

Abby:

Estaba sorprendida y no podía ocultarlo, como ocultar algo como esto? Mi madre enserio es una maldita egoísta!

Esther: ahora entiendes?

Me metí una papa a la boca, la mastique para después tragarla, tome mi soda, le di un trago y la mire con seriedad

Abby: si, ahora entiendo todo

Esther: me alegra escuchar eso -sonrio-

Abby: entiendo que eres una gran egoísta! No nos dejaste con papá para no "herirlo o fallarle" -hice comillas con mis dedos- lo hiciste porque no querías interrupciones en tu erótica vida y dónde está?

Esther: quién?

Abby: quién más? El presidente? Dylan!!

Esther: en su casa, es muy hermosa

Abby: y si es tan hermosa la casa porque no estás ahí con el en lugar de estar aquí? Porque viniste mamá? -dije extrañada-

Esther: quiero volver a tener a mis hijos...

Abby: puedes embarazarte -me encongí de hombros-

Esther: no...ya no puedo

Abby: así que ya lo habías intentado, interesante -dije seria- Bueno...pues para que los gemelos te acepten es imposible, rindete

Esther: no entiendes...

Abby: Esther...no hay nada que entender

Esther: quiero tener a los niños conmigo, quiero que sigan creciendo conmigo, voy a pedir la tutela de los gemelos

Abby: que? -la mire desconcertada-

Esther: te agradezco y agradezco a tu tía por cuidarlos pero ahora es mi deber hacerlo.

Abby: deber? Deber de que?!

Esther: deber como madre, obvio

Abby: tu no eres madre de nadie

Me levante de la mesa y todas las personas que estaban presentes me miraron

Esther: yo soy su madre, Abby, aunque pienses lo contrario

Abby: para ti soy Abigail y no voy a permitir que te quedes con ellos porque no lo mereces

Esther: tengo todo el derecho

Abby: el único derecho que tienes...es el de volvernos a abandonar, solo ese derecho, disfruta tu soledad

Termine de hablar y salí del local

Problemąs °MV°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora