Las noches en Amegakure siempre eran iguales; oscuras, con nubes espesas cubriendo el cielo, obstruyendo el resplandor de la luna .Todo acompañado de la intensa lluvia que no daba tregua la aldea. Itachi ya llevaba años viviendo en esa aldea, pero aun no lograba acostumbrarse a esa incesante melodía de las gotas caer sobre la guarida, gracias s los dioses que solo eran algunos días los que debía pasar en ella.
Esa noche , con siempre daba vueltas en su cama intentando conciliar el sueño, pero el ruido y el frio de su habitación no lo dejaban descansar , sumándole a las horribles pesadillas que sabía lo esperaban una vez del otro lado.
A través de la ventana una luz intensa llamo su atención, iluminando un segundo su habitación .Al acercase un estruendo lo sobresalto ; truenos . Se alejó rápidamente de la ventana. Hace tiempo que no los veía . Se estremeció .
Él era considerado un genio, un asesino rango S, buscado en todas las naciones, había logrado aniquilar a su clan por completo, pero les temía a los truenos. Se tapó los oídos con sus manos y cerrando sus ojos intento frenar las imágenes que llegaban como una avalancha a su mente; el día posterior a la masacre. Luego de escapar de la aldea se refugió en un bosque a las afueras de Konoha, esa noche hubo truenos.
Se acerca a su cama buscando refugio bajo su olvidadas sabanas, pero su mente está llena de recuerdos, imágenes llenas de desesperación , agonía y soledad . Recuerdos de esa noche , como miraba sus temblorosas manos aun manchadas de sangre de su familia, las lágrimas caían sin control de sus ojos , la respiración se dificultaba al asimilar en lo que había hecho , pensando en lo solo que estaba y en como quería que todo fuera una horrible pesadilla en un día de lluvia . Recuerda como añoraba el cariño de su madre, una caricia sobre su cabeza diciendo que solo son truenos que ella vigilará su sueño. Pero él la había matado , así como sus sueños y su futuro . Otro trueno, necesitaba relajarse o sucumbiría a su soledad .
Con paso apresurado bajo a la cocina de la guarida, necesitaba relajarse, tal vez una taza de té caliente lograría apaciguar su atormentada mente. Llegó a la cocina, pero rápidamente se puso en alerta , no estaba solo . Una larga y rubia cabellera parecía brillar en la oscuridad, la persona le daba la espalda con la mirada hacia la única ventana de la estancia, pero él sabía que estaba enterado de su presencia. ¿Por qué ahora? , ese rubio siempre lograba empeorar las cosas, al menos en su cabeza y para que mentir , también en su corazón .
- Así que no puedes dormir ¿eh?- aun le daba la espalda pero podía adivinar la sonrisa en su cara, un ligero matiz de diversión en su voz lo sugería. Tal vez sabía por qué estaba ahí y el motivo de su desvelo. Debía ir con cuidado, con ese chico siempre debía ir con cuidado .
-vine por té- se acercó a la tetera sobre el fogón, rodeando al chico frente a la ventana, golpeándose mentalmente la cabeza con contestarle. Un trueno lo hizo sobresaltarse levemente, haciendo que cerrara sus ojos por el trazo de dolor que atravesó su pecho. Se quedó inmóvil con la tetera en la mano a medio camino, rogando a los dioses que el otro chico no se hubiera dado cuenta, un atisbo de vergüenza quiso colorear sus palidas mejillas. Intento concentrarse en la tetera que tenía en sus manos a medio camino del fogón, no el chico que se acercaba. Pero algo húmedo en su mejilla lo hizo distraer y apartarse. Frente a él estaba Deidara con una sonrisa divertida bailando en sus labios y su mano derecha levantada mostrando la lengua en son de burla.
- Estas más encantador de lo normal – Aun con ese todo divertido, cómo si supiera que estaba pasando por su cabeza. Intento mantener su rostro inexpresivo, si en algo era bueno era en ocultar sus emociones. Se volvió a recordar que debía ir con cuidado con ese chico, aunque su cuerpo no estaba poniendo mucho empeño ya que un leve sonrojo apareció en sus mejillas.
-solo estoy cansado – intento mantener su mirada inexpresiva, evitando caer en esos ojos azules frente a él. Pero el destino no estaba de su lado, una luz y un trueno hizo tambalear su semblante, definitivamente no era su noche.
- sí, claro hm- Con una hermosa sonrisa, tomo suavemente su brazo guiándolo hacia la mesa central de la cocina. Se dejó guiar como hipnotizado y con un poco de curiosidad. Deidara quería entablar un conversación? , con él? . Se volvió a golpear mentalmente, un ninja no debe tener sentimientos, menos un ninja en misión. Aunque ya era una estupidez de su parte negarlo, estaba loco por el rubio de las explosiones, todo en él lo atraía como un insecto a la luz . En esa soledad que de apoco lo absorbe no le importaba quemarse.
Se sentó frente a él, su mirada azulada reflejaba un poco de diversión pero al mismo tiempo una pisca de afecto. Algo dentro de él se removió, hace tiempo que no recibía una mirada así , no desde que dejo Konoha . Su instinto le volvía a decir debía tener cuidado con ese chico pero no quería huir de ahí, quería sumergirse esa mirada hasta ahogarse sin saber de su alrededor. La luz del relámpago entro por la ventana iluminado esos ojos color cielo haciéndolos brillar. Estaba jodido.
-Es una explosión en el cielo– Una tranquila sonrisa ilumino su cara, mientras su mirada se dirigía hacia la ventana. – los tormentas eléctricas eran comunes en mi aldea , a veces estaban tan cercas que sentía que podía alcanzarlas con mis manos. Se giró hacia él, con una expresión que esperaba una contestación . Que más daba.
-me traen malos recuerdo – otro trueno y cierro sus ojos, las imágenes llegaban sin avisar.
- Entonces hay que crear nuevos – Alivio recorrió su cuerpo al darse cuenta que no quería indagar más, en verdad no quería contar esa horrible parte de su vida , no era justo involucrarlo en algo tan espantoso y que solo le incumbía a su aldea . Deidara era un alma libre, que vivía por y para su arte, a su manera sin mascaras. Desde la primera vez que lo vio que quedo cautivado se él, no solo su apariencia era hermosa, sino que su espíritu libre y sincero lo sedujo sin retorno . Se sentía una escoria por haberlo arrastrado a Akatsuki.
-Quieres que me acueste contigo? –
Empezó a toser fuerte, atragantándose con su propia saliva , con su rostro rojo de la vergüenza y la falta de aire. Hola Dios, soy yo, llévame por favor . El rubio frente él soltó una gran carcajada que llego a soltar lágrimas. En verdad que ese chico llevaba su arte a todos los limites, no necesitaba arcilla para crear explosiones, solo sus palabras eran suficientes. Ya nada podía ser peor que eso, adiós imagen de ninja renegado, cubito de hielo.
Deidara frente a él esperaba su respuesta, aun con una sonrisa divertida bailando en sus labios. Por muy sugerente que fuera la propuesta, sabía que solo inocencia se escondía tras esa pregunta.
-Te lo agradecería mucho – no pudo evitar responder, definitivamente su cabeza estallo con tanta luz, truenos y explosiones.
El cuarto se llenaba de luz y ruido, pero ya no le importaba. Una vez recostados, le dio la espalda al rubio, los nervios lo invadieron, todo era tan desconocido para él que lo asustaba. Al principio estaba tenso, nunca había compartido su lecho con alguien todo era nuevo. Su instinto le decía que no bajar la guardia, un ninja armado estaba a su lado que podría matarlo en cualquier momento , pero la respiración tranquila a su lado de apoco lo serenó. Deidara podía hacer con él lo que le plazca, ya no le importaba.
Unos suaves dedos se colaron en su larga cabellera, viajando en suaves caricias. Un aroma sutil a arcilla y madera llenaba su habitación, su conciencia de apoco empezaba a apagarse, sus recuerdos de apoco de alejaban para ser remplazados por una larga cabellera rubia y unos ojos de mar .
Al otro día despertó luego de una noche sin pesadillas, sobre un suave pecho pero unas suaves caricias sobre su cabeza lo trajeron a la realidad. Quiso enterrarse en su cama de la vergüenza pero ya era demasiado tarde, Deidara como se estaba haciendo costumbre lograba saber lo que pasaba por su mente, porque las caricias se detuvieron y una suave risa se coló por sus oídos. Subió su mirada ensimismado, quedando de frente a la mirada azul que brillaba por los inusuales rayos de luz que se colaban por su ventana. Pasaron segundo, minutos, no estaba seguro. Pero de lo que estaba seguro, era que quería despertar al lado de Deidara en lo que le quedaba de vida.
FIN
Hace 100 años que no escribía . Viendo Naruto ahora en cuarentena , recordé a estos personajes, tan únicos y maravillosos . Quise hacer una historia tierna , que los mostrara como humanos con temores y sueños .
Espero les haya gustado .
Cariños .
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Thunder サンダー (One-short ITADEI)
ContoÉl era considerado un genio, un asesino rango S, buscado en todas las naciones, había logrado aniquilar a su clan por completo, pero les temía a los truenos. Pero unas suaves caricias podrían calmar sus atormentada mente . Pareja : Itachi - Deidar...