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1:36am, tarde otra vez.

Taehyung suspiró y cuando se iba a levantar para ir a la cama la puerta se abre. Jungkook entró por ella tratando de ser silencioso, pensaba que el mayor dormía. Que tonto, ¿cómo podía olvidarse que Taehyung no podía dormir sin alguien a su lado? Más específico, sin él. Jungkook miró hacia arriba y vio al mayor observándolo, Taehyung no decía nada, no reflejaba absolutamente nada.

— Lo siento, pasó algo en la compañía y tuve que quedarme hasta tarde. — caminó hasta él y antes de sentarse a su lado, Taehyung se paró.

— Se te olvidó. — dijo monótono. Claro, no era la primera vez que a Jungkook se le olvidaba algo, no era la primera vez que Taehyung se quedaba hasta tarde esperando a que llegara, no era la primera vez que el mayor sentía su corazón romperse más.

— No entiendo, ¿qué se me...? — su voz se fue apagando y cerró sus ojos al recordar. Ayer era su cuarto aniversario. — Dios, amor lo siento. Se me olvidó por tanto papeleo, de verdad. — trató de agarrarle la mano pero Taehyung solo dio un paso para atrás.

— No mientas, dime la verdad ya. — la voz del mayor se escuchaba dura, sin una pizca de amor o tranquilidad.

— Estoy diciéndote la verdad. — Taehyung sonrió al escuchar esas palabras, no de felicidad, de cansancio.

— Cierto, tú nunca mientes. — pasó por al lado del menor y caminó hasta su habitación para agarrar su almohada y una sábana de la cama.

— Taehyung, ¿qué haces? — lo miraba confundido.

— Dormiré en el sofá. — Jungkook rodó los ojos.

— Amor, solo quédate ahí. No tienes que irte, está bien, lo siento por olvidarme de nuestro aniversario. Prometo recompensarte mañana, es mi día libre.

— No importa, nunca importó como quiera. Alguien te llamará al celular y me dirás qué es uno de tus amigos o la misma compañía que hicieron otro error y tienes que ir de inmediato. — miró los ojos del menor y retomó el camino hasta la puerta — Esas siempre son tus excusas.

— Vamos, Taehyung no tienes que hacer esto. No te estoy mintiendo, lo prometo.

— Jungkook, incluso si hoy estás diciendo la verdad, yo no te quiero ver. No es como si fuera la primera vez que olvidas algo así, tampoco es la primera vez que llegas tarde. — lo miró por encima de su hombro — Tampoco es la primera vez que me haces daño. — esas palabras hicieron que el pecho de Jungkook se oprimiera, cada palabra era una daga enterrada en su corazón — Jungkook, las personas tienen un límite... — susurró mientras buscaba la mirada del menor, cuando éste le devolvió la mirada continuó hablando — y yo estoy llegando al mío. — al terminar Jungkook pudo ver dolor en esa mirada que el mayor le estaba dando. Eso hizo que su pecho se apretara más, trató de decir algo, algo que hiciera que el mayor se quedara y que borrara esa mirada que iba dirigida a él. Pero no dijo nada. Taehyung se giró completamente y cerró la puerta con el corazón palpitándole fuerte y adolorido. Soltó el aire que estaba conteniendo y soltó ese mar de lágrimas que ya estaba acostumbrado a sentir. Porque nada dolía más que saber la verdad y aún estar ahí porque crees que la persona cambiará por ti.

Jungkook al ver cómo la puerta se cerraba solo pudo cerrar los ojos con fuerza. Mierda. ¿Cómo pudo olvidarse de algo tan importante? Incluso si todo era cierto, él le era infiel a Taehyung, él mentía, llegaba tarde para verse con su amante, incluso si era cierto, él jamás se había olvidado de algo así. Él aún le tenía un enorme cariño al mayor, jamás quisiera hacerle daño, pero incluso si prometía eso nadie le creería. No sabe ni cómo empezó esa aventura con su propia secretaria. Todo fue en un abrir y cerrar de ojos, ya habían pasado meses desde que todo comenzó y él ni siquiera se había dado cuenta. No merecía a alguien como Taehyung.

Taehyung es la persona más amable que puedas conocer, era tan hermoso, talentoso, divertido, humilde, inteligente, Taehyung era amor. Jungkook no merecía en lo absoluto a Taehyung. Estaba apagando al ser más hermoso que pudiera pisar la tierra, él mismo, el que prometió hacerlo feliz, prometió jamás hacerle daño, que nunca lo dejaría solo... él mismo estaba rompiendo cada una de sus promesas. Retiró lentamente su corbata y se quitó el incómodo saco de trabajar. Fue al baño y decidió sólo mojarse la cara y que en la mañana se bañaría. Se cambió a un pantalón negro pijama y una camisa igualmente negra grande. Cuando se recostó miró el lado donde se supone que estuviera Taehyung, el lado izquierdo de la cama. No acostumbraba a dormir sin él a su lado, incluso si él llegaba tarde y el mayor aún dormía, siempre aseguraba que Taehyung estuviera cómodo y que era abrazado por él mismo.

Trató de dormir, cerró los ojos y dio vueltas en su lado para encontrar una posición cómoda. Nunca lo hizo, miró el reloj y éste decía las 3:19am. ¿Tanto había estado tratando de dormir? Resopló y se sentó en la cama para restregar su cara con sus manos. Pensó en ir a buscar un vaso de agua para volver a la cama y conciliar el sueño. Cuando pasaba por la cocina no pudo evitar mirar a la sala, al sofá donde se encontraba el mayor. Se acercó silenciosamente y vio cómo éste se veía incómodo de un lado abrazando una almohada. Sonrió, Taehyung siempre abrazaba algo al dormir. Era algo que Jungkook encontraba muy tierno. Acercó su mano a su mejilla derecha y acarició lentamente su rostro. Taehyung tenía un rostro inigualable, era tan hermoso. Jungkook siempre le dijo que era arte, ¿y cómo no decírselo? Incluso pensando en nada se veía irreal. No pensó mucho y le quitó la sábana y la almohada para pasar un brazo debajo de sus piernas y el otro por su espalda para dejarlo en la cama.

Taehyung se removió cuando sintió como lo movían, abrió los ojos y vio al menor depositarlo en la cama suavemente. Seguía dolido, pero ¿qué podía hacer? Estaba completamente enamorado de él, de Jungkook. Vio cómo el menor lo arropó con la sábana que había cerca y cuando miró sus ojos solo le sonrió y acarició suavemente el rostro. Cuando fue a darse la vuelta Taehyung le agarró la muñeca.

— ¿A dónde vas? — susurró.

— Voy a la cocina, tengo sed. Vuelve a dormir. — le acarició el cabello mientras lo miraba.

— ¿Volverás? — le preguntó con miedo. Pero esa pregunta tuvo otro significado. ¿Volverá? ¿Volverá el antiguo Jungkook? El que siempre lo hacía reír, sonreír, llorar pero no de la manera en la que lo hace ahora. ¿Volverá ese chico del que se enamoró profundamente en la universidad? El amoroso, atento y amable Jungkook. ¿Algún día volvería?

— Volveré enseguida, amor. — le dejó un beso en la frente mientras sentía como su pecho dolía de nuevo. Camino a la cocina y se apoyó contra la pared. "¿Volverás?" Ver ese rostro con duda y temor le había dolido de manera sobrenatural, darse cuenta del daño que le hacía a Taehyung lo hacía pensar en la persona que se convirtió. Al final nunca bebió su agua, solo la dejó al lado de la cama y se recostó al lado del cuerpo del mayor, éste se giró y miró a Jungkook. — Te dije que volvería. — Taehyung sonrió y se acercó lentamente al cuerpo de Jungkook y lo abrazó. Jungkook pasó sus brazos alrededor del mayor y lo apretó en su pecho.

Taehyung puso su cabeza en el hueco entre el cuello y el hombro y dejó un pequeño beso en el lunar del menor. Extrañaba ese sentimiento, extraña el sentimiento de un hogar. Jungkook era su familia, era su hogar. Y pensar que lo estaba perdiendo lo aterraba, así que con ese miedo presente, solo se dejó abrazar del menor hasta quedarse dormido. Jungkook al sentir ese sentimiento reconfortante y cálido que el mayor le daba, pudo dormir. Pero no todo era lindo y de color de rosas. Recuerdan ese dicho, "Antes de la tormenta viene la calma." Ese mismo dicho, es lo que está pasando en ese momento y cuando llegue la tormenta todo será un verdadero caos en el corazón del mayor.

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