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     Sabía que no debía llenarse de esperanzas, sabía que cuando el día acabara todo volvería a ser gris. Esa mañana al abrir sus ojos, Jungkook ya no estaba a su lado, sentía mucho frío al no tener sus brazos rodeándole como el día anterior. Al pasar el día, Taehyung limpió la casa mientras escuchaba música y cantaba, no iba a trabajar porque la cafetería estaba en remodelación. Al terminar pensó en que podría hacer de comer para su novio, siempre quería hacerlo feliz aunque sea con lo más mínimo. Sonrió pensando en Jungkook, estaba muy enamorado de él, Jungkook lo tenía en la palma de su mano sin darse cuenta. Pero incluso si quería estar completamente feliz por el día de ayer, algo él decía que no volvería a pasar. Trató y trató de ignorar esa parte que le gritaba que no cayera de nuevo pero era inútil.

     Tenía miedo, claro que lo tenía, no confiaba el cien por ciento de que Jungkook volvería a ser como lo era ayer, tenía esperanzas pero eran pocas. Cocinó la comida favorita del menor con sumo cuidado para que quedara perfecta, miró el reloj y sonrió. El día pasó tan rápido que ya era hora de que el menor saliera de trabajar. Apagó la estufa y preparó la mesa para que rápido que Jungkook llegara pudiera comer. Al tener todo listo sonrió y se sentó en el sofá para esperarlo. Siempre era así cuando Taehyung estaba en el apartamento y Jungkook fuera, lo esperaba sentado en el mismo sofá y siempre ocurría lo mismo. Jungkook nunca llegaba.

6:00pm
7:16pm
8:46pm
9:52pm
10:37pm
11:58pm
12:45am
1:28am, la puerta se abrió.

     Taehyung miró al menor entrar lentamente, Jungkook lucia cansado pero culpable y eso a Taehyung le supo amargo. Jungkook al mirar la mesa pudo ver cómo había comida preparada, su favorita. Tragó en seco y buscó al mayor con la mirada, para encontrarlo sentado en ese sofá con la mirada apagada y lágrimas que desde hace mucho bañaban sus mejillas.

— Taehyung.. amor— Taehyung lo interrumpió parándose del sofá y caminando hacia su habitación. No quería escuchar nada, no quería escuchar más excusas que se sabía de memoria. Sabía que no debía confiar, lo sabía, porque cuando uno confía y tiene esperanzas la vida le da miles de golpes en la cara sin descanso. Comenzó a buscar su ropa y metió todo en un bulto para unos cuantos días, no podía seguir ahí, tenía que irse. — Espera, Taehyung, ¿qué haces? — Jungkook entró a paso rápido viendo cómo Taehyung empacaba su ropa.

— Me voy. — dijo con voz ronca, sus lágrimas seguían cayendo como lluvia en el mes de mayo. (No sé si es lo mismo para ustedes pero en Puerto Rico siempre llueve en mayo.)

— No, espera Taehyung, no tienes que irte, amor mírame. — trató de agarrar sus mejillas pero el mayor se alejó del toque que siempre anheló, pero hoy ya no quería más.

— No me toques, Jungkook. — miró al menor y solo pudo sollozar, Jungkook miraba al mayor con los ojos aguados y con desesperación. — Jungkook.. te lo dije, yo te dije que las personas tienen un límite.. — susurró y Jungkook sintió su corazón caer — ya llegué al mío. Y-yo.. yo pensé que después de ayer seríamos como antes, que llegarías a la hora acordada y haríamos cualquier cosa juntos. — lloró y se tapó la cara con sus manos. Le dolía tanto el corazón, apenas y podía respirar bien. Jungkook soltó un sollozó e ignorando al mayor, se acercó para abrazarlo a su pecho.

— Taehyung... por favor no te vayas. T-te amo, te amo como no tienes idea... — lloró contra su pelo y Taehyung sollozó fuerte en su pecho — no me abandones, amor — susurró con miedo, llegó el día, el día donde Taehyung se diera cuenta que nada iba a cambiar y eso le aterraba al menor. Taehyung lo pensó, pensó demasiado en las palabras del menor, pero todo se esfumó al ver una marca de labial en el cuello de la camisa. Se separó lento del menor y la mirada tan rota que le dirigió al menor hizo que quisiera llorarle día y noche.

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⏰ Última actualización: Jan 03, 2021 ⏰

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