Supersons (DamiJon) Week.

Citas

Domingo: Citas.

Damian solía ver el mundo en colores grises. Aunque muy a menudo todo parecía de color negro.

Es por eso que las relaciones interpersonales a frecuentemente le representaban un reto.

Por lo general trataba de evitar los asuntos emocionales. Siempre preocupado de no ser capaz de procesar las emociones de la manera que se esperaba que lo hiciera un niño de su edad.

Así que sus interacciones siempre estuvieron basadas en la constante desconfianza y miedo a dejar caer la máscara de normalidad que tan bien había aprendido a portar.

Es también por esta razón que las relaciones íntimas siempre representaron un misterio para él, dejando que los otros hicieran los avances. Y cuando la otra parte finalmente se acercaba demasiado a él, el deseo de contacto, la necesidad de sentirse conectado y el hambre de validación, pronto terminaban derrumbando sus barreras.

Dejándose envolver por la momentánea calidez que le ofrecían las relaciones fugaces.

Sucedió con Emiko, de quien rápidamente se enganchó con un sencillo beso.

Más tarde pasó lo mismo con Djinn, la hermosa genio de piel morena que lo envolvió alrededor de su dedo meñique y lo manipuló como quiso.

Damian llegó a pensar que podría tener algo real con ella. Estaba preparado para sacrificar incluso sus ideales por un poco más de esa conexión que le costaba tanto tener con el resto de personas.

Pero Djinn tampoco fue la elegida. Y fue abandonado de nuevo, en la soledad de su abismo.

Y si era sincero, incluso estuvo a punto de rogarle porque se quedara, de decirle que no importaba que en su corazón habitaran dos personas. Que podía soportar compartir su cariño con Crush, que podían hacerlo bien los tres.

Era demasiado ingenuo en las cuestiones del amor.

Es por eso que cuando se reencontró con Raven y una chispa vibró entre ellos, volvió a caer en la ruleta rusa del amor.

También fue un fracaso.

Raven terminó por elegir a Chico Bestia y él sólo... se quedó de nuevo en el pozo, más necesitado del contacto que nunca.

Damian se había llegado a convencer de que el amor no era algo para lo que estuviera hecho. Entonces dejó el tema de lado y siguió su camino. Endureciendo capa por capa su corazón destrozado.

Remendando una a una las fisuras que otros le habían hecho.

Desde el abandono de su mejor amigo, hasta el rechazo de su familia al culparlo de la muerte de Alfred.

Cuando llegó a la guarida de la Liga de las Sombras y se presentó ante su abuelo, fue recibido con ovaciones.

Parecía que estaban esperando su regreso. Que siempre hubieran sabido que él volvería por voluntad propia.

Eso lo decepcionaba un poco. Que pensaran que era tan débil.

Así que volvió a crear muros alrededor de sí mismo, más grandes, más duros, más pesados.

Nadie podría atravesar la fortaleza que había creado.

Hasta que volvió Jonathan.

Jonathan de 25 años. Con ojos azules tan grandes como la bastedad del cielo, como su ridículo traje de chirriantes colores Kriptonianos; con su sola presencia, encantadora y llena de luz.