A la que habían pasado unos días todo se había calmado, todo se sentía mas vacío, más simple, más estúpido y más ridículo. Hyunwoo no sabía cómo explicarlo, tener el corazón roto era como si algo se hubiera desconectado y ya no funcionase, cómo hacer sándwiches de queso sin calentarlos ni fundir el queso.
Durante años había creído que que le rompieran el corazón sería como comer sándwiches de queso sin queso, que sólo sería pan y que sabría estúpido llamarlos sándwiches directamente. La vida le decía que no, que tenía sándwiches, pero estaban fríos, no sabían tan bien. La vida era como un sándwich con pan reseco y queso con sabor a nevera.
Creía que se pasaría las siguientes tres décadas metido en la cama, sin hacer nada y sintiendo el cansancio eterno y había sido un poco así... Pero solo durante un par de semanas, después de un inicio tan patético, Minhyuk estaba ya en la puerta de su casa, con comida chatarra, varias ideas para ver películas y un muy detallado plan para hacerle salir de la cama.
Primero había sido un camino tranquilo hasta el sofá, con la comida chatarra el primer día... Los siguientes habían sido otras cosas, como que le picaba la curiosidad de ver West World y no quería verla solo, o que hacía semanas que no comían tonkatsu... El resultado, sin ganas y sin energía, Hyunwoo salió de la cama.
Hacer ejercicio se hizo algo más complicado, pero Minhyuk tiró de Hoseok para que le presionara. En general todos sus amigos habían tratado de hacer una cosa u otra.
Fue un proceso lento en el que Hyunwoo hablaba menos de lo habitual y Minhyuk se esforzaba por hablar el doble. Era como si pretendiera llenar el vacío que Hyunwoo sentía todo el tiempo, como querer cambiarle el sabor al queso... Tal vez solo era como si Minhyuk se esforzarse por fundir el queso de los sándwiches antes de que Hyunwoo pensara en comerlos.
— A veces me da la sensación de que no existo o no debería existir — dijo una mañana Minhyuk. En aquel tiempo parecía no estar trabajando en su arte, solo iba a verle. A Hyunwoo en parte le angustiaba que estuviera dejando de lado su trabajo por él, pero también confiaba en que Minhyuk no era idiota. Sabía que si no estaba trabajando era porque podía —. No es en un sentido literal, según Kihyun eso es un trastorno importante y no es eso lo que siento. Es diferente, es más como si fuera invisible, y resulta imposible porque mi ultima escultura se ha vendido muy cara y, claro, eso evidencía que soy alguien o algo, no sé ¿soy solo una máquina de crear cuadros gigantes y esculturas para señoras ricas que creen comprender mucho mejor el mundo si ven un busto decorado con tachuelas en su recibidor? Pero siento que no soy nadie realmente, solo una imagen que esas señoras se han creado en su cabeza.
Hyunwoo no lo entendió. No era solo que el psicólogo del grupo fuera Kihyun, también era que Hyunwoo seguía pensando en el queso de su vida, en la forma en que no estaba del todo seguro de querer seguir ahí. En la forma en que quería volver atrás en el tiempo, al día en que Jinyoung había entrado en su apartamento y había dicho que mudarse con otro bailarín y actor no era mudarse con la competencia, era respetar y amar a la competencia. Era una imagen que antes adoraba, ahora dolía.
Cuando empezó a creer que tenía que entenderlo fue cuando salió de casa. No fue para volver al trabajo, no había dejado de ir un solo día a pesar de cómo se sentía, el trabajo era trabajo, los asuntos personales otro tema. Fue cuando salió de casa para verlos a todos juntos. Sus amigos se habían esforzado en animarle, en dejarle mensajes de ánimo y en escucharle si quería hablar, aunque claro... Él siempre había sido más de escuchar que de hablar y de pronto, todos le pedían que contase cómo se sentía.
—¿Cómo estás? — preguntó Hyungwon, siempre era fácil hablar con Hyungwon, los dos eran más del tipo que escucha, pero cuando estaban solos solían hablar muchísimo, más de lo que ningún otro del grupo se imaginaba. Estaban en su apartamento, a las afueras. Era un sitio grande, bien decorado y ordenado, por narices, porque Kihyun no permitía un solo trasto fuera de lugar.
— Cómo comer sándwiches de queso, con queso rancio —– dijo y Hyungwon se rió.
— No había otra forma de expresarlo —– dijo y se rió de nuevo.
—Eh, yo lo entiendo,es que comes porque no hay más remedio, pero ni te gusta ni quieres seguir haciéndolo — explicó Changkyun. Era rápido, el más rápido en entenderlo todo. De pequeños ya era así. Era complicado esconder cosas a Changkyun, normalmente si no lo pillaba todo a la primera era porque no quería hacerlo.
Hyunwoo asintió. Ese día el queso era menos de nevera, menos rancio, ese día Hyunwoo se sentía cómodo. Se rió.
— ¡Será que no me he esforzado por hacerlo todo más comestible! — Se quejó Minhyuk desde la cocina. Había una ventana com barra que daba al salón y allí estaban él, Hoseok y Kihyun. A pesar de haber mandado a Jooheon a por pizza, Hoseok había dicho que quería ramen para cenar y Kihyun necesitaba manos en la cocina.
— Seguro que estaba todo repugnante — dijo Kihyun con una sonrisa maliciosa.
— En realidad no — dijo Hyunwoo y Minhyuk sonrió triunfal. Aunque aquello no significaba que su vida no tuviera aquel sabor horroroso. El sabor de la decepción de haber tratado de construir algo que se había caído poco a poco.
El queso rancio, el sabor a nevera, todas aquellas sensaciones existían sólo porque había roto una relación de años en poco tiempo. No era como si la relación se hubiera roto de repente, era más bien una cuestión de un hilo que va rascándose poco a poco, y cuando no había por donde sostenerlo, bam, se había roto de forma definitiva. Dolía, como una quemadura prolongada en el tiempo, pero no le habían arrancado la comida del plato, solo se había puesto mala...
Pero ese día Hyunwoo no pensaba tanto en el queso rancio, ni en la pizza, ni el ramen. Hyunwoo no pensaba en nada de nada. Igual que no pensó en nada de nada, cuando Minhyuk se sentó a su lado para comer, ni cuando dijo que no quería ir a casa después de terminar la cena.
— No vas a dormir en la calle Minhyuk — dijo confuso Hyunwoo.
—Tampoco quiero dormir en la calle —afirmó Min. Sonreía de lado, pero Hyunwoo podía decir que tampoco estaba bien. Sonreía medio de lado cuando pensaba, porque Minhyuk podría parecer inocente, tontito, tal vez incluso irresponsable, pero Minhyuk no era nada de todo aquello —. ¿Puedo quedarme contigo?
Hyunwoo asintió. Tal vez el cortito era él al no ser consciente de qué buscaba Minhyuk. Y es que nunca se daba cuenta de qué pasaba. Jinyoung siempre se lo decía, decía " eres ciego Hyunwoo, crees ver cosas, pero nunca sabes identificar qué estás viendo". Tal vez por aquello había decidido dejarle en realidad.
— Claro — dijo después del rato —. Nunca tienes que preguntarme, siempre puedo hacer sitio en casa, además...
— ¡Calla! — Le cortó Minhyuk —.No hables de que Jinyoung ya no está para quejarse.
Hyunwoo sonrió. Sabía qué iba a decir y le hacía callar por lo mismo.
— Me irrita que hables de él.
Parpadeo inquieto. ¿Por qué le irritaba? No era su ex, no había hecho nada malo, la relación se había roto...
— No lo puedo explicar, cancelaré a Wheein, Kihyun y Hyungwon si te cuentan nada — dijo dejando a Hyunwoo entre atónito y confuso, solo mirándole.
Finalmente, Minhyuk suspiró y la conversación se dio por terminada. Hyunwoo nunca había pensado que a Minhyuk Jinyoung le pudiera caer mal, siempre le había parecido alguien genial, siempre se habían llevado bien. Aunque trataba de pensar en los millones de opciones posibles no se le ocurría ningún motivo por el cual había gritado de aquel modo.
De todos modos al llegar a casa, las cosas se olvidaron por completo. Minhyuk se echó en el sofá y Hyunwoo se duchó para después meterse en la cama. El mundo era menos queso rancio si estaba con sus amigos, en especial Minhyuk, pero Minhyuk parecía también tener mucho queso rancio del que no hablaba nunca.
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Queso rancio - ShowHyuk
FanfictionHyunwoo tenía el corazón roto, las cosas no habían salido como esperaba, pero después de todo Minhyuk estaba siempre a su lado dándole el 100% de su apoyo. Y él ni tan siquiera se había podido dar cuenta de qué ocurría realmente en ningún momento.