Capítulo 5

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Jungkook

Encontré a Yoongi hace menos de una hora, y el ya quería irse. No era así como esperaba que mi apareamiento fuera, y mi lobo exigía que lo dejara marcado como nuestra antes de que se fuera.

Apreté los dientes y apreté la mandíbula. El pelaje onduló contra mi piel y respiré hondo para recuperar el control. Entendí de dónde venía, pero no iba a dejar que hiciera algo para lo que él no estaba preparado.

Solo retrocedió cuando le prometí que no lo dejaría fuera de nuestra vista. "¿Tienes una clase o algo así?"

"No, tuve mi último día antes de localizar a Taehyung. Yo solo " — se detuvo y juntó las manos — " necesito estar en mi propio espacio".

Mi compulsión por estar con Yoongi peleó con mi deseo de darle lo que necesitara. Entendí que quería estar rodeado de lo familiar mientras aceptaba cómo conocerme iba a cambiar su mundo, pero eso no significaba que tuviera que estar solo mientras lo hacía.

"No hay problema." Empujé mis pies en mis botas. "Te llevaré de vuelta". Sentí una explosión de satisfacción por su reacción a mi rápido acuerdo cuando sus labios regordetes se curvaron hacia los bordes y murmuró,

"Está bien". Acechando hacia él, presioné un dedo debajo de su barbilla e incliné su cabeza hacia atrás hasta que mi mirada se encontró con la de él.

"Dame un minuto mientras tomo algunas cosas para poder pasar la noche contigo". "¿Qué? De ninguna manera." Sus ojos azules se agrandaron y sacudió la cabeza.

"Vivo en un dormitorio para chicos. Cualquier visitante masculino tiene que registrarse en la recepción, y hay reglas sobre cuánto tiempo pueden estar allí.

Es el único dormitorio en el campus que es muy estricto, pero los padres de Taehyung insistieron en que eligiéramos ese porque significaba que su madre no se preocuparía tanto".

Me alivió escuchar que no se permitían hombres en su edificio — no es que planeara que él estuviera allí sin mí — pero no iba a dejar que las reglas se aplicaran a mí.

No estaba acostumbrado a recibir órdenes de nadie más ya que yo fui quien las dio en Timber Ridge. Y no era solo un tipo.

Era el mate de Yoongi, incluso si todavía no entendía lo que eso significaba. "Es posible que no sientas el tirón al mismo nivel que yo porque eres humano, pero los primeros días en el apareamiento son los más intensos.

Tenerte cerca sin reclamarte ya está empujando a mi lobo a sus límites, y dejarte solo en el campus lo enviará al límite".

"Oh." Sus labios regordetes formaron un círculo perfecto, haciendo que mi polla empujara contra la cremallera de mis jeans cuando los imaginé envueltos alrededor de mí.

"Mira, no soy bueno en esta relación. Realmente no sé cómo funciona con las parejas normales, y mucho menos con los cambiaformas con mates predestinados. Nunca he tenido novio, y el único matrimonio feliz que vi crecer fue entre los padres de Taehyung.

Mi madre se fue justo después de que yo naciera. Ella no quería tener hijos, y no he tenido contacto con ella desde que se fue".

Estaba tan feliz de saber que no había habido hombres en su vida antes que yo, pero odiaba ver el leve brillo de las lágrimas en sus ojos. Conocer a la mujer que la había dado a luz — me negué a llamarla la madre de Yoongi porque estaba seguro de que no se había ganado el privilegio — la había lastimado tanto que mi lobo estaba listo para cazarla.

"Lamento que hayas pasado por todo eso". "Está bien." El se encogió de hombros y sollozó. "Mi padre es más que increíble, así que realmente no sentí que me estaba perdiendo nada mientras crecía.

LA SUA ALFA - KOOKGIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora