Capítulo 22.

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La respuesta al porqué me escondía, y con eso ocultaba mis emociones, llegó unos días después de haber subido la fotografía

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La respuesta al porqué me escondía, y con eso ocultaba mis emociones, llegó unos días después de haber subido la fotografía.

Max volvió a aparecer, me escribió para decirme cosas horribles, e hizo mención del posteo en instagram, diciendo que tuvo razón, que lo dejé por alguien y no por algo como le dije.

Y ahí esta la razón, por esto me ocultaba, para evitar estos mensajes. Aunque a ver, ¿es ese un verdadero motivo para esconderme?

Mala mía... creí que lo había bloqueado de mis redes. Aunque, al chequear, veo que lo hice. Sólo que me olvidé por completo que una de sus amigas me sigue, por lo tanto vió la foto, y ahí le fue con el chisme. Entonces la bomba estalló, y Max coge cada uno de los escombros para lanzarlos hacia mí.

La verdad, no tengo ánimos de responder, ni de defenderme. Considero que sería un desgaste de energía que no necesito, ni mucho menos quiero.

No le mentí a Max, lo dejé por algo, por sentirme una falsa en la relación, por no estar siendo justa con él. Rompí la relación para darle la oportunidad de conocer a alguien que en verdad lo quiera y le de todo aquello que yo no pude ni sentí.

Es cierto, Ethan llegó para confundirme, y para generar muchas cosas, pero no fue la verdadera razón por la cual rompí mi relación con Max. Ethan fue un sutil golpe que me hizo dar cuenta de la realidad, y cuando me hice cargo de ello, enfrenté a Max.

Entiendo todo el enojo y tristeza que pueda estar sintiendo. Y entiendo que, hasta el día en que lo olvide, voy a ser una muy mala persona.

Las rupturas funcionan así: o termina todo bien, con ambos deseándose lo mejor, con toda la sinceridad del mundo. O, termina todo mal, con uno odiando al otro, hasta superar ese capítulo de la historia.

Y esta bien, no fui justa con Max en muchas oportunidades. Soy humana, me equivoqué, y lo lamento. Pero no por eso soy la escoria que me quiere hacer sentir.

Así que, al decidir que no quiero responderle, borro su mensaje y bloqueo su número. Luego, bloqueo a su amiga de mi instagram. Bloquear a las personas, por más que nos hagan creer que es inmaduro, no lo es en absoluto. A veces, es lo mejor y más sano que uno puede hacer.

Ethan llega a mi encuentro, es domingo, y como ninguno trabaja, decidimos pasar el día juntos. Quiero concentrarme en disfrutar del momento, pero mis intentos de disimulo son pésimos. Ethan lo nota, así que pregunta qué sucede. Decido ser honesta con él y le cuento lo sucedido.

Espero por una reacción, y obtengo otra muy diferente. Ethan procesa mis palabras con el ceño levemente fruncido, su energía logra preocuparme.

—¿Ethan? —lo llamo, pero no me hace caso, está muy sumido en su mente—. No quiero que esto genere algo negativo en nosotros, por favor. Te lo he contado porque quiero ser sincera contigo.

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