2019 noviembre
Harper
Caminaba por las desoladas calles de lo que era hace algunos meses un parque de atracciones, las instalaciones donde se disfrutaba ahora estaban sucias y desoladas.
Mis pasos resonaban por todo el sitio, haciendo eco en este lugar tan terrorífico y el frió no ayudaba en nada a pesar de que estaba cubierta con un pantalón lo suficientemente grueso en conjunto con un suéter, par de guantes de cuero que había agarrado en una tienda y el infaltable tapabocas por si me encontraba en el camino con un cuerpo en descomposición.
Era un lugar tétrico al que nadie le gustaría ir y lo peor no era eso sino que este ambiente estaba por donde fuera que vayas, hospitales, casas, sin importar el lugar donde estés. Todo lo que paso ese fatídico día acabo con todo lo que conocía como vida.
Exactamente el 12 de enero de 2018 un estruendo se escuchó alrededor de todo el planeta tierra logrando que todas las personas se asustaran por su gran magnitud. Del cielo descendieron naves gigantescas aterrizando en la tierra sin importar si dañaban lugares o personas. Dos horas después que las autoridades se reunieran alrededor de estas naves un sonido agudo se expandió por todo el territorio alrededor de ellas consiguiendo que las personas se retorcieran del dolor en sus tímpanos y luego pasando a sus cerebros, logrando que murieran casi al instante.
Cada dos horas las naves se marchaban hacia otro lugar para repetir lo mismo... matar a todo el que estuviese cerca .Llamada por las autoridades como una invasión extraterrestre y por mi como el fin del mundo.
Alcanzando así matar al 85% de la población en tan solo 2 semanas. Las pocas personas que quedábamos en el planeta nos escondíamos en sótanos o zonas donde el ruido no entrara, pero igualmente muchas de estas morían de hambre por el simple hecho de no poder salir a la superficie, incluyendo a mi madre Adeline.
Flashback
No aguantábamos más estar encerradas sino salíamos pronto moriríamos de sed y hambre, después de dos semanas sin probar un solo bocado.
Salir del sótano donde estábamos y ver el sol después de tanto tiempo fue maravilloso pero no podíamos retrasarnos ni nada parecido, nuestro objetivo era claro, apresurarnos antes de que una de esas malditas naves apareciera. Camino hacia un supermercado cerca de donde estábamos nos encontramos con cuerpos en descomposición que ya olían realmente mal y daban unas ganas tremendas de vomitar, carros accidentados y animales muertos con gusanos a su alrededor.
Cuando entramos al supermercado el panorama no cambiaba mucho que digamos igualmente había cadáveres en descomposición pero no tantos como en la calle.
-Harper! Vamos agarra todos los enlatados que consigas- Adeline se movía frenética mientras echaba todo en un carrito de compras mientras que yo admiraba todo a mi alrededor pues no sabía cuándo iba a volver a ver la superficie otra vez. Empecé a agarrar todo lo necesario y a depositarlo en un carrito de compras.
-Agárralo- Adeline me lanzo algo que inútilmente intente agarrar pero mis reflejos son un asco, cayendo así cerca de mí.
-¿Enserio? En que nos va a ayudar un tinte rojo fantasía a sobrevivir en el "refugio"-dije haciendo comillas en la palabra refugio
-Para que te retoques ya se empiezan a ver tus raíces negras y si vamos a sobrevivir al fin del mundo al menos lo haremos viéndonos bien ¿no crees?- Voltee los ojos hacia arriba por lo absurdo que había sonado eso. Cosas como estas me hacían dudar acerca de la capacidad de ser un adulto en Adeline
-Si claro, como sino fuéramos las únicas sobrevivientes en esta grandísima mierda!! Pero claro lo único que importa es vernos perfectas cuando vayamos a morir sin nadie más en los asquerosos refugios, y lo peor de esto es que yo soy parte de ellos, su ADN forma parte de mi, me siento culpable de todas las muertes ¡Carajo! -Solloce luego de decir todo lo que tenía arremolinado en mi interior, mis lágrimas brotaban de mi logrando que mi campo de visión se tornara borroso, sentía una gran impotencia desde que comenzó todo esto nunca me había desahogado de esa manera. Caí encima de mis rodillas abrazándome a mí misma mientras mis mejillas se encontraban mojadas.
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Alium
RandomHarper una chica sin filtro en la boca y con una personalidad algo peculiar de asimilar, pero con una cualidad fuera de este mundo. Si, literalmente ella no es de este mundo pues su madre al ser una calienta pollas de primera y coge todo lo que se m...