IBIZA TAYLOR cap 2

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No sabía si continuar escribiendo, pero necesito sacarlo, una vez más.

Mientras manejaba podía ver por el rabillo del ojo como Vika se tomaba el cabello para que su éste no continuara moviéndose como las olas del mar por el viento, pero era un esfuerzo tirado por la borda porque siempre los mechones terminaban saliéndose de sus dedos, era como regar después de una lluvia, algo tonto, pero se veía graciosa haciendo su mejor esfuerzo. Clavo mis ojos en ella mientras el carro se encuentra en un semáforo y me devuelve la mirada con sus ojos miel, su piel aceitunada brillaba al reflejarse el sol, era tersa, lisa y suave como el rostro de un bebé.

Quito la mirada de ella, pero Vika no de mí.

- ¿Soy o me parezco? - le pregunto con una pequeña sonrisa.

-Eres- sus palabras me hicieron sentir un poco incómodo, por una extraña razón, pero tuve el reflejo de sonreírle y avanzar justo cuando el semáforo cambió al color verde.

Al llegar a la Universidad me bajo del carro, le abro la puerta a mi novia y ella me toma de la mano para caminar, era alta y aún así para tomarnos de las manos era un poco complicado porque, aunque mis brazos y mis manos fueran grandes, ella tenía que doblar un poco el brazo para tomarlo cómodamente.

Caminamos por los pasillos yendo hacia el aula de música donde quedé con el profesor Ricón, debía apurarme porque ya eran las 9:45 y necesitaba llegar al hospital.

- ¿Crees que podría ir a sus visitas del hospital? - me pregunta Vika mientras abro la puerta del aula, por suerte Ricón estaba ahí, así que evadí esa pregunta.

-Buenos días profesor- saludo al viejo y muy agradable hombre sentado en un banco con una guitarra entre los brazos.

- ¡Oh! Taylor, estas aquí que bueno- se levanta y pone a un lado la guitarra- Antes de que se me olvide, están un poco desafinadas, esto de enseñarles a los de primer año es devastador, y cuando comenzaron las vacaciones no tenía la mas mínima gana para afinarlas.

-Si señor no se preocupe, demasiado esfuerzo hizo al venir hasta acá para poder prestárnoslas, disculpe las molestias.

-No hijo, ninguna molestia- Recuerdo la primera vez que éste señor me dio clases, nadie atendía porque decían que solo era un viejo que contrabajo y se iba a acordar de su nombre, que incluso a veces inventaba historias de la época de las guerras, donde él era músico en los mejores bailes de Alemania, la gente lo llamaba "melomanisch" o al menos eso el cuenta, las personas lo conocían como el melómano del pueblo en el que estaba, y cuando le preguntamos sobre los burdeles que existían el simplemente evadía con rudeza esa conversación, tenía muy en claro que jamás iba a hablar sobre las damas que trabajaban ahí, y creo que eso lo hacía ganar por completo mi respeto, aunque fueran un poco fumadas las historias que contaba. - ¿Y quién es esta jovencita?

- ¡Ah! Lo siento, ella es Vika, mi novia, estudia aquí igual- Vika lo saluda estirando la mano y dando un ligero apretón-Bueno, ya debemos de irnos, nos llamaron del hospital, dijeron que nos querían mostrar el lugar.

-Si, si, bueno, espero y les vaya muy bien hijo.

-Muchas gracias señor, hasta luego- me despedí de él con un apretón de manos, tomé las guitarras, una abrazó Vika y nos las llevamos. Teníamos el tiempo medido, ya era tarde, bastante tarde para ser exacto.

Nos subimos al carro y yo manejé bastante rápido, de seguro me iba a castrar Edmon cuando llegara, Vika seguía acariciando mi cabello, pero eso hacía que me pusiera mas tenso en vez de relajarme, a ella la veía tranquila, y yo no lo estaba, solo deseaba que al bajarnos del coche ella corriera como yo hacia la puerta del hospital y no caminara como si tuviera que pedirle permiso a una pierna para levantar la otra.

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⏰ Última actualización: Aug 10, 2020 ⏰

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