Harry Potter: Otra historia

Capítulo 8: Las cosas han cambiado

El día siguiente de su llegada Harry despertó sobresaltado y empapado en sudor, había tenido una pesadilla sobre puertas en un sitio oscuro, no quiso darle mas importancia de la que debiera, pues sus anteriores pesadillas eran de la noche que Voldemort volvió a la vida, pero después de eso ya no pudo conciliar el sueño. 

Estaba sentando sobre su cama en el cuarto que compartía con Ron, pensaba sobre su vista en los próximos días y como se le daría, pues era la primera vez que tenía problemas de ese estilo.

Fue el primero en bajar a la cocina, allí ya estaban el Sr y la Sra Weasley

- Buenos días, Harry cielo -- le dijo la Sra Weasley

- Buenos días Sres Weasley -- contestó Harry

- ¿No has dormido bien? Pareces muy cansado -- le dijo el Sr Weasley

- Últimamente no duermo mucho -- desde que tenía esas pesadillas no era capaz de dormir bien

- El desayuno estará listo enseguida Harry -- le dijo la Sra Weasley -- Estas muy delgado y pálido

- Harry, ya que estamos los tres solos vamos a aprovechar para hablar contigo -- repuso el Sr Weasley

- ¿Sobre Ginny? -- Harry ya sabía por donde iría la conversación

- Si, Harry sobre ella. -- contesto el Sr Weasley -- Eres como un hijo para nosotros Harry y eso no va a cambiar jamás pero quiero que nos prometas que mantendrás a salvo a Ginny. -- prosiguió el Sr Weasley -- Es nuestra pequeña y no queremos que le pase nada y se que contigo estará a salvo pero ya sabes que ella es impetuosa e indomable y no dejará que nada te pase.

- Voy a evitar que ella este en peligro, aunque no creo que me deje. Ella sabe cuidarse sola

- Eso no lo dudo Harry, después de todo se ha criado con sus hermanos y no se dejara amedrentar por nada ni nadie. -- le contestó el Sr Weasley -- Se qué cuidaras de ella, pero ahora te pido Harry, que te cuides tu. No me hago la idea por lo que pasaste en aquel lugar cuando le viste volver. Has demostrado un extraordinario valor y fuerza, pero esto va mas allá de él y de ti. Una guerra se aproxima Harry y debemos ser cautos.

Harry se quedo en silencio mirando a los dos, ambos le devolvieron una tierna mirado. Ellos eran lo mas parecido a unos padres que había tenido, le acogieron desde siempre y le han tratado como a uno más de la familia.

Sirius fue el siguiente en aparecer por el salón, ellos no sabía que él habia escuchado todo lo que habían conversado y se sentía feliz pues Harry había encontrado una familia en estos años que el no pudo darle.

- Harry, ahora quisiera hablar yo contigo. -- dijo Sirius -- Quiero enseñarte algo.

Harry siguió a Sirius hasta un cuarto con las paredes pintadas con un mural donde se podían apreciar nombres de la familia Black.

- Esto, Harry es el árbol genealógico la familia Black, mi familia. Aquí puedes ver a mi encantadora madre, mi hermano Regulus y mi prima Bellatrix, otro encanto de mujer. Esta en Azkaban por ser una de las partidarias mas fieles de Voldemort. Por aquí están sus hermanas, Narcissa Black, o Malfoy y Andromeda, la madre de Tonks.

- ¿Y tú donde estas? -- Harry no podía parar de mirar todos los nombres que había en ese mural

- Aqúi -- dijo señalando un hueco quemado -- Mi madre lo hizo cuando yo tenia dieciséis años y me escapé. No aguantaba esta casa y sus ideas de la sangre limpia.

- ¿Dónde fuiste? -- preguntó Harry

- Con tu padre, claro. Siempre fui bien recibido entre los Potter. -- Era la primera vez que Harry veía a Sirius triste -- Harry te he mostrado esto para que veas que yo tampoco tuve una buena familia y sin embargo tuve la mejor con tu padre. -- prosiguió Sirius -- He oído lo que opinan de ti Molly y Arthur y se que con ellos tienes una familia que va a estar contigo pase lo que pase. Pero me gustaría que cuando todo esto acabe fuéramos una familia, ya sabes, tu y yo.