CAPITULO 1: DOBBY

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Al regresar Harry a casa de los Dursley todo parecía ir igual, sin embargo era tratado como si en cualquier momento fuera a explotar magia por todos lados, incluso le habían prohibido usar la palabra y sus derivados.

Hoy su tío Vernon tendría visitas por lo que él se quedaría en su habitación con un muy desesperado Hedwig que deseaba salir, el azabache quería tranquilizarlo pero era imposible, entonces lo llamaron

Harry entró a la cocina donde vio a su tía Petunia terminando su famoso pastel de merengue, se veía delicioso y sabía delicioso por lo que se anoto mentalmente bajar en la noche a comer solo un poco 

- Te lo advierto, si no callas a ese animal se irá -

- Esta aburrido, si solo lo dejarás salir por una o dos horas -

- Para que envíes mensajes a tus fenómenos amigos, no lo permitiré -

- No he recibido ningún mensaje de ellos, ni uno solo en lo que va del verano -

- Tal vez no quieren ser tus amigos - Habló Dudley metiéndose en la conversación

- Deberías de ser más agradecido, te hemos criado desde que eres un niño, te damos un lugar en la mesa, ropa y un techo, incluso Dudley te cedió una de sus habitaciones -

- No, amor, será para cuando lleguen los Mason - Dijo Petunia a su hijo que quería meter los dedos en el pastel

- Lo que pasará muy pronto por lo que debemos repetir lo que haremos, a las ocho en punto que lleguen, Petunia tu esperaras-

- En la sala, quiero recibirlos con gracia en nuestra casa - Interrumpió la rubia mujer señalando elegantemente dicha habitación

- Excelente y Dudley tú estarás... -

- En la puerta para abrirla -

- Exacto, y tú -

- En mi habitación, callado y pretendiendo que no existo - Habló el azabache mirando fijamente a su familia 

- Si es mi día de suerte será el día en que haga el trato de mi vida, no lo arruines - Esto último lo dijo a su sobrino que no dijo nada - A las ocho con quince, Petunia tu -

- Avisare que la cena esta lista -

- Y tu Dudley -

- Ofreceré mi brazo a la señora Mason -

- Les fascinará - Chilló Petunia con una enorme sonrisa

- ¿Y tú? -

- Encerrado en mi habitación, callado, fingiendo que no existo -

 - Perfecto, simplemente perfecto, la cena continuará y una vez que vean la perfecta y normal familia que somos cerraré ese trato -

Una vez que le permitieron a Harry regresar a su habitación, el chico continuo viendo el álbum de fotos que Hagrid le había regalado, había unas cuantas de sus padres, incluso de él como bebé, pero también había aquellas en las que estaba con Ron, Draco y Hermione, soltó un gran suspiro al recordar a sus amigos

Le parecía normal de Ron el no escribir, el pelirrojo muy apenas recordaba hacer sus tareas, pero Draco y Hermione jamás olvidarían escribirle, especialmente la castaña cuya vida se basaba en redactar todo aquello que hacía

Petunia llamó a Harry por última vez para decirle que subiera algo de comer, el azabache no lograba entender como aveces su tía podía ser la persona más fría en actitud hacia él pero otras veces simplemente tratarlo como un familiar

El azabache hizo un sándwich, tomó unas galletas de vainilla rellenas de crema de nuez a escondidas y un poco de agua, no quería que Dudley fuera a hacer un berrinche porque el tomaba lo último que quedaba del jugo de moras, al llegar a su habitación por poco deja caer su comida, había una criatura ahí, un elfo estaba saltando en su cama

- Harry Potter - Lo llamó una vez que notó su presencia y se detuvo, tenía orejas enormes y puntiagudas como murciélago

- ¿Quién eres? - 

- Dobby, señor Potter, Dobby el elfo domestico -

- No quiero ser grosero, pero no es el mejor momento para tener un elfo domestico en mi habitación - 

- Sí, si señor, Dobby entiende, pero Dobby a venido a decirle... bueno esto es difícil - El elfo le miraba con sus grandes ojos verdes 

- ¿Por qué mejor no te sientas? - 

- ¿Sentarme? - Pregunto antes de comenzar a chillar como un pequeño bebé preocupando al azabache

- Lo siento, no pretendía ofenderte -

- ¿Ofenderme? No señor Potter, a Dobby le han dicho muchas cosas pero nunca le habían invitado a sentarse como a un igual -

-  Imagino que no frecuentas a magos decentes -

- No es eso, pero el amo de Dobby... - Paro en seco de hablar - Dobby ha dicho algo malo de su amo, Dobby es un elfo malo -

El pequeño elfo comenzó a golpear su propio cuerpo y cabeza contra los muebles de cuarto de Harry, mientras se reprendía por haber sido un mal elfo, el azabache buscaba calmarlo, si el tío Vernon lo escuchaba lo castigaría horriblemente

- Dobby debía castigarse, señor - Hablo el elfo sobando su cabeza y caminando ladeado - Dobby casi habla mal de su familia, de su propio amo -

- ¿Tu familia? -

- La familia de magos a la que Dobby sirve, Dobby debe servir a una familia de magos por siempre, si se enteran que Dobby estuvo aquí -

- ¿Entonces que haces aquí? - 

- Dobby debe proteger a Harry Potter, advertirle que no debe volver a la escuela Hogwarts este año, hay un complot para hacer que las cosas más terribles pasen -

- ¿Qué terribles cosas?, ¿Quién lo está tramando? - 

Harry se arrepintió de preguntar cuando el elfo volvió a golpearse contra los muebles cada vez más fuerte, esta vez, definitivamente el tío Vernon escucho mientras comenzaba a subir las escaleras, por lo que tomo al elfo y lo escondió en su ropero

- ¿Qué demonios estás haciendo? -

- Yo... bueno -

- Arruinaste el final de mi gran broma japonesa de golf- Harry miraba a su tío mientras cerraba el armario con una mano - Si vuelves a hacerlo, desearás jamás haber nacido, Potter y pon el seguro - 

El niño no pudo evitar asentir rápidamente, Vernon debía salir, una vez que lo hizo Dobby salió con un calcetín de Harry en la oreja que se quitó y olió dejándolo en la silla del escritorio

- ¿Los amigos que ni siquiera le han escrito a Harry Potter? -

- Un segundo, ¿Cómo sabes que mis amigos no me escriben? -

Dobby parecía hacer más pequeño mientras miraba con miedo al azabache, que comprendió todo, cuando lo vio sacar un manojo de cartas, sus amigos si le estaban escribiendo y era Dobby, el elfo domestico, quien estaba tomando las cartas

- Dame las cartas, ahora - 

- No - Chilló Dobby mientras salía corriendo de la habitación con el azabache siguiéndolo 

Al llegar a la planta baja, Harry vio a Dobby sonreír mirando el pastel de la tía Petunia, empezó a negar con su cabeza, necesitaba que Dobby le ayudará a regresar, pero no paso así, el elfo no obtuvo la respuesta que quería por lo que chasqueó los dedos y el pastel se elevó 

Harry suspiró pesadamente antes de comenzar a caminar buscando tomar el pastel y dejarlo, pero fue muy tarde, Dobby lo dejo caer sobre la señora Mason justo cuando Harry estaba por tomarlo

La Cámara Secreta | DRAMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora