CAPITULO 2: LOS WEASLEY

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Esa misma noche cuando los Mason se fueron, Harry recibió una carta del ministerio en la que le recordaban que estaba prohibido usar magia fuera de Hogwarts, por lo que su tío Vernon, molesto aún, comenzó a despotricar que no regresaría al colegio y sobre todo que lo encerraría en su habitación

Vernon Dursley no mentía por lo que al día siguiente  puso miles de candados a su puerta y una reja a la ventana, no lo dejaba salir al baño más que 3 veces al día, el pequeño azabache no podía con el dolor de estomago, de las comidas que le daban, solo se comía la mitad para darle la otra mitad a Hedwig, tres días y su martirio continuaba

A la tercera noche, Hedwig comenzó a chillar despertando al ojo verde que le pedía que lo dejará dormir, entonces notó que la luz de la luna era demasiado brillante por lo que se acercó a verla, no era la luna

- Ron, Fred, George, ¿Qué están haciendo aquí? - 

- Rescatarte de tus tíos -

- Sube Harry, debemos apurarnos -  Hablo George después de su hermano menor

Fred paso un gancho a Ron y le pidió que lo atarpa a la ventana por lo que una vez que el azabache guardaba sus cosas personales arrancaron la reja

- Ron, mis cosas de Hogwarts -

- ¿Dónde están? -

- En la alacena debajo de la escalera - 

Fred y George se miraron sonriendo mientras que el primero dejaba a Ron al mando del vehículo volador para entrar a la habitación de Harry

- Deja esto a los mayores - Hablo Fred mientras él y George maniobraban 

- Aprendimos unos trucos muggles muy buenos - La puerta se abrió de par en par - Ahora volvemos, sube las cosas -

Después de unos cuantos minutos, los gemelos volvieron con las cosas mágicas de Harry quien sonrió y les agradeció, Fred subió primero al auto pues era quien manejaba y George lo hizo una vez que subió las cosas de Harry

El azabache por su parte estaba por subirse cuando Hedwig comenzó a chillar porque estaba por olvidarse, entonces los pesados pasos del tío Vernon se hicieron presentes, Harry tomó a la lechuza a gran velocidad y se la paso a George, mientras Ron se pasaba al asiento trasero 

- !Petunia, se escapa¡ - El hombre sujeto la pierna de Harry mientras los hermanos Weasley lo tomaban por los brazos y el torso del cuerpo

- !Acelera, Fred¡ - Chilló Ron, por lo que el susodicho soltó un brazo de Harry y piso el acelerador hasta donde su pie se lo permitía, Vernon Dursley soltó la pierna pero cayó en uno de los arbustos sin lastimarse, al menos Harry se aseguro de eso antes de irse con una enorme sonrisa en su boca

Durante el camino Ron le explicó que su padre les había comentado de la carta que le habían mandado, por lo que eso sumándose a las cartas sin responder los había preocupado, los gemelos por su parte le explicaron que ellos habían tenido la idea de ir a verlo para asegurarse de que estuviera bien, por último antes de que los pequeños se quedaron dormidos, el pelirrojo le explico a su amigo como es que funcionaba el carro y no habían roto las reglas que les impedía usar magia

Llegaron a la madriguera, como la llamaban ellos de cariño y Harry no podía parar de admirar todo, le resultaba la verdadera casa de una familia, tomaron unos muffins que Molly había hecho y comenzaron a comerlos mientras caminaban lenta y silenciosamente por la casa

- Bienvenido a mi casa, humilde pero es mi hogar -

- Es perfecta, Ron - El pelirrojo sonrió sin vergüenza al escuchar a Harry, temía que su casa no le fuese a gustar

- ¿Dónde habían estado? - Chilló Molly Weasley provocando que sus hijos escondieran los muffins - Harry, me encanta verte -

- Mamá... -

- !Camas vacías, sin rastro, sin una nota, sin el auto, pudieron haber muerto, pudieron haberlos visto¡ - Ron miraba el piso, su mamá lo había interrumpido - Pero no te culpo a ti, Harry -

- Lo mataban de hambre, por eso esta tan flaco - Molly miro al azabache, era verdad, los gemelos y Harry asentían a cada palabra que el pelirrojo decía - Tenía rejas en la ventana y candados en la puerta, ni siquiera podía escribirnos cartas -

- Pues a ti también te pondré rejas en la ventana, Ronald Weasley -

Los gemelos rieron al ver que la amenaza no iba para ellos, por lo que se despreocuparon, después del regaño, la señora Weasley le aseguro a Harry que no era su culpa y que también Arthur y ella habían estado muy preocupados, incluso le ofreció de todo lo que tenía para comer en su casa que el azabache acepto gustoso

- Mami, ¿haz visto mi vestido? -

- Sí, esta colgado en mi cuarto - La pelirroja hermana menor de Ron miraba a Harry con los ojos abiertos

- Hola, Ginny -  

La susodicha retrocedió avergonzada, Harry Potter estaba en su casa desayunando y no solo eso recordaba su nombre y le había visto en pijama, por lo que regreso por donde vino corriendo, los gemelos no pudieron evitar reír, ellos sabían que la pequeña estaba enamorada de Harry

- No te preocupes, Ginny habla de ti todo el tiempo, ya no soporto que me pregunte cosas, que bueno que estás aquí para que las contestes -

- !Buenos días Weasleys¡ Que noche, nueve redadas- Entro el señor Weasley y dejando sus cosas, beso a Molly en la mejilla y tomó asiento al frente de la mesa para encontrarse con unos ojos verdes que no había conocido todavía, al menos no de esta edad -  ¿Y tú quien eres? -

- Oh, lo siento señor, soy Harry Potter -

- Claro, esos ojos y esa cara, eres la viva imagen de tus padres, Ron nos habló mucho sobre ti Harry, ¿Cuándo llegó, cariño? -

- Está mañana -

- Que bien -

- Anoche tus hijos menores volaron el auto encantado para ir y volver - 

- ¿Eso hicieron?, ¿Qué tal corre? - Los chicos comenzaron a hablar maravillas del auto y Molly le dio un manotazo leve a su esposo que carraspeo - Digo, eso estuvo muy mal chicos, muy mal -

Los chicos no pudieron evitar reír, Percy por su parte comía en silencio leyendo unos libros de su escuela, seguía siendo Prefecto lo cual era un honor, por lo que quería seguir siendo el mejor

- Entonces Harry, debes saber mucho sobre muggles, ¿Cuál es con exactitud la función del patito de hule? -

- Bueno, creo que entretener en la ducha - Más que respuesta parecía una pregunta pero el señor Weasley la aceptó gustoso, entonces llegó Errol estrellándose contra la ventana y con unas cuantas cartas, incluso estaba una dirigida para Harry que Percy se encargo de tomar - A Dumbledore nada se le escapa -

- Esto será pesado, los libros de hechizos son muy caros - Harry no pudo evitar sentirse mal cuando escucho a George hablar

- Nos arreglaremos, cariño, todo estará bien, iremos mañana después de almorzar, tu padre no trabaja -

- ¿Al callejón Diagon? - Pregunto Harry

- Claro, solo podremos encontrarlos ahí - Contesto Molly sonriendo maternalmente - Ahora, si ya acabaron, levanten la mesa -

- Iré a acostarme un rato, estoy muriendo - 

- Ah no, jovencito, se van al jardín a desgnomizar -

- Pero mamá - Ron no pudo terminar de quejarse cuando Molly le dio una mirada

- ¿Puedo ayudar? Nunca lo he hecho y me gustaría - 

Molly asintió sonriendo a Harry y después de leer lo que Gilderoy Lockhart decía al respecto los dejó salir, Fred le explicaba a Harry cuan enamorada estaba su mamá de ese mago mientras le mostraba como hacer sus tareas correctamente

Al terminar, pudieron darse una ducha, dormir un poco, compartía cuarto con Ron, donde Molly le había preparado ya una cama, Harry estaba encantado, los Weasley eran una gran familia mágica y esperaba poder pasar más veranos con ellos, al menos si lo invitaban.

La Cámara Secreta | DRAMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora