El calor se concentraba en las mejillas y sin embargo no sudaba. Era una sensación placentera, única, donde cada poro de la piel se convertía en una terminación nerviosa a donde llegaban las descargas de placer,mucho placer, y ganas de volar. Volar a cualquier parte, a cualquier sitio. Tan solo volar como si liberado por un oculto resorte, tuviese la capacidad de las aves, de los ángeles, se dijo riendo de tan solo imaginar la cara de Venus si lo viera surcar el cielo con unas enormes alas.
Era de noche y la habitación estaba en penumbras, tan solo iluminada por la luz de la luna que entraba por la ventana. Encima de la mesa de noche, quedaban los restos de aquel polvo blanco que había estado esnifando desde horas tempranas, polvo de excelente calidad, no la bazofia que se vende en la calle. La puerta de la habitación se abrió y como una tromba marina Venus entró y se detuvo frente a la cama, al verlo así, su expresión se tornó en una de enfado, una postura desafiante, las manos a la cintura, y daba golpecitos con la punta del pie sobre el frío piso.
Traía los cabellos recogidos en un gracioso moño tras la nuca, y como era habitual en ella, el maquillaje perfecto, el vestido perfecto, el color rojo de sus uñas, todo en ella anunciaba a poder y perfección .
---¿Pero qué coño haces?-preguntó Venus, y había frustración en la mirada, frustración en la voz.
No le hizo caso, se inclinó sobre la mesa de noche y se dió otro toque, el del desayuno se dijo burlón.
---¡¡Allan, joder!!, acordamos que lo nuestro era solo pasarla, no probarla--- gritó Venus haciendo gestos de desesperación con las manos. Y verla en ese estado lejos de preocuparlo le dió mucho deseo de reír, reír y reír hasta que se acabe la risa o incluso mucho más allá, en aquel sitio ignoto donde la gente no ríe.
Venus adoptó una expresión seria y cruzó los brazos bajo el pecho con la esperanza de que Allan dejara de reír en algún momento.
---¡¡A la mierda todo eso!!, ¿qué más da si la probamos?, así podemos asegurarle al cliente que el producto tiene calidad.---dijo lo último medio riendo y caminó por encima de la cama, con los característicos pantalones de cuadros naranjas que se ponía para dormir, le ofreció el pequeño tubito de papel para que aspirara, señalando la mesa.
-¿¡Te has vuelto loco verdad!?, ¿¡qué te pasa Allan!?, ¡mírame!-lo zarandeo tomándolo por los hombros desnudos y negándose rotundamente a probar la sustancia.
Lo tomó por el rostro obligándolo a mirarla.
Esos ojos azules caracterizados por mantener un brillo penetrante y un ápice de maldad, no lo expresaban, la dilatación del centro de su iris, solo mostraba la soledad de su alma, la ausencia de felicidad en su vida, y la constante aparición de problemas.
-Es como estar en el jodido país de las maravillas- replicó en la cara de su amiga con un tono burlón, soltando risitas.
Respiró muy profundamente, antes de seguir lidiando con la situación. Posó la mirada en el chico que se había zafado de su agarre y estaba ahora sentado en un sillón rojo a una de las esquinas de la habitación, cerca de la ventana. Caminó en su dirección con sus característicos pasos firmes, avanzó con los pies descalzos hacia el joven.
--Allan deja de inhalar esa mierda- le dió un fuerte golpe en la mano, derramando el polvo que guardaba en ella. Posó sus ojos en la chica y la miró con una mueca de disgusto.
Corrían con la suerte de que los progenitores de Allan estuvieran de viaje, de lo contrario, hubieran escuchado todo el aquelarre, tal vez ahora mismo Allan estuviera dando explicaciones de cómo había obtenido la droga.
--Ahora tú vas de cabeza para la ducha y no se te ocurra protestar-ni siquiera lo dejó hablar, lo levantó de un tirón, empujándolo al baño con todas sus fuerzas.
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HIDDEN
Teen FictionOculto ,es la palabra para describir mentiras,secretos que muchas veces nunca se sabe lo que en realidad esconden ,ni cual es el motivo. Todos en el fondo mantenemos algo oculto ,bueno o malo nadie sabe. Pero muchas cosas ocultas terminan quemándote...