Mini Historias Larry Stylinson ♥

¡Gigantón! ¡Gnomo!

¡Gigantón! ¡Gnomo!

 

Sumario:

Donde Louis cuidaba de Harry cuando eran pequeños. Solo que ahora los roles se invierten Y Harry cuida a Louis, ya más grandes.

Único Capítulo

 

Los pasillos siempre suelen estar vacíos a estas horas, horas en las que ya todos están en su casa o lejos de este establecimiento. Solo quedamos pocos, los que llevan entrenamiento o clases extra-curriculares. Yo no soy de ninguno de esos dos casos, yo acabo de salir de detención. Como la mayoría (casi todos) de los días, yo no tengo la culpa que la voz del señor Summer me duerma y que justo sea la clase de Historia. La única razón por la que no he reprobado es porque soy un genio. Ok no, no soy un genio. Pero mi padre es profesor de historia así que sería un sacrilegio que yo su hijo más querido no supiera algo de historia. Así que la voy salvando.

Abro mi locker y saco algunas cosas, como mi sudadera y gorra.

-Oh pero si es el pequeño Tommo-giro mi vista y noto a dos chicos grandes y ponchados que tienen acorralado a Louis “Dime pequeño y te parto los dientes” Tomlinson, claro que nadie lo toma mucho en cuenta. Digo, mirenlo (bueno más bien leanlo) él es pequeño es como un pariente de los hobbits, el primo perdido de los minions y muchas más burlas.

Es muy difícil para los parientes de gandalf comprender que al chico les molesta que lo llamen pequeño y que si lo haces te dara una paliza. Paliza que más bien será para el chico ojiazul.

 

-Pequeño tus bolas-Pero tiene agallas no lo dudo, solo que es muy tonto e impulsivo. Señor iluminalo, si no mandalo al hospital para que aprenda. Ruedo los ojos y me apuro a sacar mi billetera.

 

-Ya sacaste boleto enano-cierro el locker y caminando en dirección a donde dos chimpancés golpean un pequeño monito, paso dedicándole una mirada neutra al chico castaño. Quien me da una mirada de apenas segundos, con el labio roto y la respiración errática, para luego lanzarse como una salvaje a uno de los chicos que ha osado llamarlo enano.

 

Yo no tengo porque meterme en problemas de un chico tan tonto como él. Pero quiero. Pero no debo.

 

Saliendo de la escuela me olvido de lo que pasó adentro. Algo así como las vegas solo que: Lo que sucede en la escuela, se queda en ella. A menos que hagan una llamada a tus padres, entonces ya no queda ahí.

 

Pongo mi gorra y tomo el bus a casa.

Estoy en el jardín delantero de mi casa, haciendo nada en particular. Solo mirando el cielo gricesco, mamá salió de casa y ¿Que cree? se le olvidó que tenía una hijo llamado Harry al cual alimentar o tan siquiera dejarle comida en el refri o de a perdida dinero para comprar la despensa. ¿Y saben que es lo peor? Se va por dos dios, Harry no irá a la escuela en dos días, Harry morirá de hambre. Aquí yace Harry, en el jardín delantero de su casa, que dejó una carta a su madre como despedida.

 

“Mamá solo quiero decirte una cosa, ¡Vendré a jalarte las patas!

-con amor, tu hijo olvidado. xx”