Después de haberse tomado tres cervezas, en loco seguía mirándome. Ojala se calme. Las canciones me aburrieron un toque, así que fui al baño. Me peine y esas boludeces, y salí. Antes de darme cuenta, alguien me agarro de la muñeca y me arrincono contra la pared. Antes de mirarlo, ya supe quien era.
-¿Que te pasa, chabon?- dije intentando quitármelo de encima.
-¿Como te llamas?- me mío directo a los ojos, sonriendo por mis intentos fallidos de alejarlo.
-¿Que te importa?- le dije desafiándolo y cruzándome de brazos.
-¿ Como carajo de llamas, loca? - frunció el ceño.
- Selena ¿puedo irme ahora?- quise irme, pero no me dejo.
- No, - contesto- ¿te da para un rápido?
- ¿UN QUE? - jadeé.
- No es tan difícil, boluda. Un rápido. Vamos al baño, te quitas la tanga, te cojo en un toque, y listo.
- NO CHABON, RAJA DE ACÁ, SOS UN ASCO.
- Bueno, un transe.
- NO BOLUDO, SALÍ.
Me quise correr, pero antes de que pudiera irme, me volvió a agarrar del brazo.
-Estas re buena, déjame chaparte aunque sea.
- No soy fácil, pajero. Borrate tarado.
- perfecto, me encantan los desafíos- sonrió
Y antes de que pudiera irme, me estampo un beso.