Hoy es uno de esos días en los que no tengo nada que hacer. Podría decir que no hago más que mover la cabeza de un lado a otro viendo cómo el tictoc del reloj me entretiene.
Y me pregunto cómo ha podido suceder esto. El hecho de perder lo que me hacía cosquillas y sonreír. Simplemente de un día a otro.
No sé lo que ha pasado. Tan siquiera si se fue o fui yo la que lo hizo irse.
Así que ahora, tras tanto entusiasmo me paro y espero.
Y me da igual si muero
por ganas de andar.
Porque ya no puedo.
Sin fuerzas cedo
y me abrasa aquel fuego
que una vez fue bueno.
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Cuando todo se vuelve oscuro
PoetryEste libro está compuesto por varias entradas, de las cuales cada una hace referencia a una sensación distinta.