ESTO NO VALÍA LA PENA

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SAMANTA'S

No se donde estoy, mi cabeza me duele mucho, me he separado del grupo, lo peor es que estoy desorientada, para colmo el sol ya se está ocultando, pronto estaré en una oscuridad total, grito llamando a Maira, pero no recibo respuesta a mi llamado.

No dejó de gritar pidiendo ayuda hasta nueva mente tropiezo con algo y caigo de cara al suelo, en eso una rama se enrreda con mi cabello, en mi rabia jaló la rama y me arrancó un poco de mi pelo.
El dolor no me importa hasta que de pronto me doy cuenta de que esa rama en realidad era una mano esqueletica, por lo que me exalto y doy dos pasos atrás, seguido de eso me percato de que me tropecé con un esqueleto humano.

Trató de moverme, pero mis piernas no responden.
En medio de esos huesos miró tirado en el suelo un diario muy sucio, no logró desistir a la curiosidad, así que tomó el libro y corro alejandome de ahí.

Momentos después me reencontró con Maira y los demás, lo que me tranquiliza.

-¿que te pasa chica?... no debes correr así en un lugar desconocido, no tienes ni idea de lo peligroso que es este lugar - me dice Maira molesta.
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Más tarde armamos un campamento con una fogata.
Por suerte sólo sufrí heridas leves en la fea caída que tuve en la quebrada.

-¿por que viniste a esta expedición niña?.... debes saber que muchos han muerto al entrar a este lugar - me comenta la guia atendiendo mis rasguños, luego me deja en la tienda sola.

Yo estoy perturbada por la horrible experiencia que sufrir hace instantes, pero luego tomó ese viejo diario, en donde las hojas estaban muy desgastadas, aparte tenían manchas de sangre seca, apenas puedo distinguir las palabras escritas en él, pero aun así logró leer lo que tiene escrito y dice lo siguiente:

Mi nombre es Alfoso Albares, soy un explorador aficionado.

La familia Stan me contrato para que dirija una expedición al bosque en busca de un misterioso tesoro el cual nadie conoce.
Mi gente trato de persuadirme
de esta expedición, pero mi ambición desmedida me nublo el juicio y no medi el riesgo de mis actos.
Mis camaradas y yo llegamos a donde nadie había llegado, este bosque no fue la exención.

Encontramos el susodicho tesoro, en una especie de laboratorio clandestino abandonado al parecer se trataba de oricalco un metal muy valioso, más valioso que el mismo oro, mis amigos y yo tomamos muestras del metal, he incluiso nos llevamos gran cantidad de ella en nuestras muchilas en lugar del equipo, sin saber que habíamos acabado de firmar nuestra sentencia de muerte, ya que tres individuos aparecieron de las sombras y nos atacaron con armas puso cortantes asesinando a 5 de mis colegas provocando que el resto caigamos en pánico y huyamos por separado.
No estoy seguro de que pasó con el resto de mis compañeros, solo se que corrí hasta quedar sin aliento e ignore el grito de auxilio de mis amigos, los deje atrás a ellos, pero no deje atrás a los atacantes.

En mi desesperación saqué de mi bolsillo una pistola y dispare en contra de esos bastardos, pero éstos no se inmutaron y continúaron su avance hacia mi persona, por lo que desesperado traté de escapar, pero de la nada un estraño objeto puntiagudo atraveso mi hombro, seguido de eso caí en una quebrada rodando, hasta un río que me arastro por un largo trecho, hasta una cascada. No se que pasó luego, solo desperté en un costado del río.

Camine por más de dos horas  a la deriva, he tratado de parar el sangrado de mi herida, pero no he tenido éxito, a este paso es cuestión de minutos para que sufra un colapso y muera.
Sólo lamento el haber sido un imbécil al aceptar este trabajo aun conociendo los riesgos, solo espero que quien encuentre este diario sea lo bastante listos para salir del bosque antes de que sea tarde, con mis últimas fuerzas escribo que todo esto no valió la pena. Tengo lo que me meresco, ya estoy resignado.

UN TESORO EN LA OSCURIDAD Donde viven las historias. Descúbrelo ahora