Capítulo 3

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A la mañana siguiente, me levanté de la cama, busqué ropa cómoda, la puse sobre el colchón y me di una ducha; al salir rápidamente me vestí, bajé para comer algo, mi madre se encontraba desayunando huevos revueltos.

-Buenos días, mamá.- Imitó mi voz, con cierto reproche.

-Buen día mamá, lo siento.

-Te hice un sándwich.

-Gracias, te amo.

Me apresuré a comer, ya que eran ocho cuarenta, debía pasar por Zoey a las nueve para llegar a tiempo.

- ¿No llegó a dormir?.- Cuestioné.

No.- Dijo algo desanimada

Volverá, siempre lo hace, debes dejar de pensar tanto en él, no lo merece. Te amo, ahora si me disculpas voy a lavarme los dientes para irme ya.

- También te amo hijo, gracias. Oye, ¿por qué tanta prisa?

- ¡Quedé en pasar por alguien!.- Le grité mientras subía al baño.

- ¿Jessica?

- No, mucho menos con Josh. Es una chica nueva.- Respondí.

- ¿¡Chica!?

- Sí, tal vez la conozcas pronto.- Dije bajando las escaleras. 

- Adiós, te amo. Deberías salir a distraerte un poco o al menos intentarlo ¿si? .- Dije esperando una respuesta que no llegó. 


Caminé a paso veloz, eran cinco para las nueve, afortunadamente no me quedaba lejos. Ocho cincuenta y ocho. Llamé a su puerta, topándome con su madre.

- Hola, buenos días. ¿Se encuentra Zoey?.- Pregunté con la voz entre cortada.

- Buen día, sí, yo la llamo.- Dijo amablemente.

- ¡Zoey, te busca un chico muy simpático!.- Gritó hacia las escaleras y no pude desviar la mirada con algo de vergüenza.

- ¡Ya voy! .-Habló Zoey, quién en cuestión de minutos bajó.

- Disculpa por la tardanza.

- No hay problema. ¿Nos vamos?

- Sí, claro.


Camino al instituto tuvimos una plática un tanto banal. En la entrada noté a Josh, Jessica y Nate.

- ¡Ya era ahora! Me siento un horrible mal tercio, ¿me entiendes?.- Dijo Josh señalando a la pareja.

- Lo siento, se me hizo tarde.- Dijo Zoey.

- No, realmente yo pasé por ella fuera de lo acordado.- Dije, mirando a Zoey.

- Bueno, bueno, ya vamos a entrar.-Habló Nate.


Los cinco entramos a la escuela, Nate era un año mayor que nosotros por lo que tuvo que ir a su respectivo salón. Al entrar Chuck habló a Zoey, quién estaba un poco incómoda.

- ¿De nuevo Miller con sus patanerías?.- Preguntó Josh.

- ¿Aún no le has hablado de ese idiota, Serena y tú?

- Serena es algo que pienso omitir y enterrar por el resto de mi vida, ¿de acuerdo?.- Le dije antes de que pudiera decir algo más.

- Bueno, tampoco te alteres viejo.- Dijo moviendo las manos.


No podía evitar sentir una molestia de que Chuck le hablara a Zoey, ni siquiera merece haberla conocido.

Después de un rato entró la maestra, Zoey se sentó y transcurrieron las clases. Nuevamente nos sentamos para almorzar juntos, regresamos al salón, continuaron nuestras clases. A la salida, Josh se fue con Jess y Nate, yo acompañé a Zoey, después de todo vivimos por el mismo lugar. En ese momento posé mi mirada en una persona algo peculiar, ella al darse cuenta volteó a la misma dirección.

- ¿No es ese el director Jones con Sarah Mars?.- preguntó frunciendo el ceño. 

- Lo es, pero digamos que el año pasado "Sarah" era "Annie", puedes ser de ayuda si sabes cómo hablar y actuar a esas situaciones...Mira.- Dije caminando un poco hacia ellos.

- ¡Hey Sarah! creo que he oído decir a Cole y Nat que te están esperando para ir a la parada y me pidieron entregarte esto.- Dije señalando una libreta. Zoey vio como logró quitar su brazo del agarre del director y entendió que es lo que hacía. La chica se acercó a nosotros, al alejarnos un poco le dije:

- ¿Estás bien?

- Sí, Caleb, gracias. El director me estaba poniendo un tanto incómoda.- Dijo bajando la mirada.- Bueno ¿Qué es lo que querían Cole y Nat?.- Dijo tratando de poner una sonrisa.

- Nada realmente, creo que ni siquiera los he visto hoy, pero, te diré que... tengas el menor contacto con Jones, no es un tipo de fiar y si en algún momento te sientes como hoy, no dudes en llamarme o quién sea de confianza.- La miré y le di una leve sonrisa.

- Hola, Sarah, perdón que me entrometa, solo quería que sepas, que a pesar de ser nueva, si puedo ser apoyo en ese momento lo haré con gusto.- Comentó tocando su hombro.

- Gracias, de verdad chicos y desde luego que seguiré tu consejo Caleb, solamente que... al día de hoy, ser mujer, es más complicado de lo que parece y bueno, no todas las personas, en especial hombres, son como tú. Nuevamente gracias a ambos, nos vemos luego.- Dijo con la mirada algo caída, después, tomó el autobús y se marchó del lugar.

Zoey y yo continuamos nuestro camino, mientras charlamos un poco de aquello.

- O sea que... Jones es un idiota ¿no?.- me preguntó.

- Sí, en definitiva, es uno de los sujetos que más desprecio.

- ¿Sujetos?

- Sí, bueno, sé que hay muchos descerebrados como él, pero al menos en el instituto... creo que sé quiénes realmente una basura.

- Entiendo, pero... no quiero pensar que pudo haber pasado de no encontrarnos ahí, pobre Sarah, temo por ella.- Comentó con preocupación.

- No te preocupes, ella no es tonta, lo sé, después de ello, no creo que si quiera mire a ese tipo.

Caminamos unas cuantas calles, más hasta que llegamos a su casa.

- Bueno, Romeo, gracias por traerme.- Dijo alzando una ceja y poniendo una sonrisa en su rostro.

- ¿Romeo? ¿Debería llamarte mi Julieta?.- Dije bromeando.

- No lo sé ¿Estás seguro que soy yo Julieta?

- Honestamente preferiría ser Sancho Panza, gracias.

- Entonces ¿Yo sería Don Quijote?

- No lo sé, un gran poder conlleva una gran responsabilidad Zoey.- Agregué con una mirada seria.

- ¡Eso ni siquiera cuenta, es de Spider Man!

- Hay varios tipos de literatura mi Zoey, no solo la clásica.

- ¡No puede ser! Jessica tenía razón, en decir que eres molesto.

- ¡JA, JA, JA! Tranquila uno es libre de poder divertirse

- Ya vete a casa, antes de que me arrepienta de irme contigo mañana.- Dijo abriendo la puerta y con la mirada entrecerrada.

- Por nada y hasta mañana... Fue un placer molestarte hoy.- Dije mientras me iba.

Al entrar a mi casa, noté la sala desordenada y no encontraba a mamá, subí rápidamente hacia su habitación y la vi durmiendo, me acerqué, le di un beso en la frente y noté sus ojos rojos e hinchados, no tenía duda de que había estado llorando; apreté los puños con coraje y salí del cuarto, bajé y limpié el desorden que había dejado papá. Como mi tarea era poca, la hice en menos de una hora y luego se la pasé a Josh, algo que ya se me había tornado costumbre, me fui a cenar, mamá aún seguía durmiendo, sé que no le gusta mucho que la hablen cuando descansa, aunque ella realmente necesitaba descansar.

Una vez me duché, fui a mi habitación y comencéa escuchar "Always Where I Need To Be" de The Kooks, hasta que poco apoco, quedarme dormido.

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⏰ Última actualización: Sep 30, 2023 ⏰

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