Katherine salvo la vida de Henry sin siquiera saber quién era el hombre. El al conocer la historia, simplemente decide hacer lo que este en sus manos para agradecerlo, incluso hacerla su esposa.
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"Tú y yo podemos olvidar todos nuestros modales, ohLos vecinos deben pensar que estamos locos, nenaPorque mira con qué facilidad seguimos deshechoQuieres ser imprudente, inquieto, hasta mañana"
Katherine sale del baño con un vestido floreado, mira nerviosa a Henry el cual acaricia a Kal sentado en uno de los sofás que estaban en la pequeña sala ubicada en la habitación.
- Estoy lista- susurra viéndolo
- Te vez hermosa... digo tu eres hermosa- responde Henry apenas la ve colocándose de pie
La chica sonrie caminando hacia el poniéndose de puntilla besándolo suavemente, el la abraza por la cintura mientras profundiza el beso, ambos se sobresaltan cuando Kal les ladra.
- Quiere salir de una vez- ríe el viéndola- vamos cariño
Katherine asiente yendo por un bolso de diseñador que coloca en su hombro y camina con el de la mano. Henry tiene lentes de sol mientras caminan fuera de la habitación yendo directo al ascensor, habían desayunado aquella mañana en la habitación en la cama luego de dormir un par de horas. Aun así, Katherine no se sentía cansada, caminan por las calles parisinas mientras Kal mira las palomas y les ladra sin parar.
- ¿Qué haremos cuando entremos al Louvre? - susurra ella viéndolo
- Si giras, tras nuestro están dos hombres de traje- dice el tranquilo sin soltar su mano mientras ella hacia lo que el le dijo viendo a dos hombres gigantes que debían medir al menos 1.80 cm y pesar más de cien kilos – ellos son mis guardaespaldas y se quedaran con el
- ¿Por qué tienes guardaespaldas?
- Siempre los tuve- responde- no te preocupes es solo seguridad
- ¿Seguro?
- Si- responde el besando sus labios- ¿Qué te parece macarron?
- Agradable- sonrie ella – es un postre típico de aquí, quizás debamos probarlos.
Henry asiente haciendo la pequeña fila con ella en la cafetería, ambos entran pidiendo varios sabores y se sientan en las mesitas de afuera comiendo algunos.
- Son muy dulces- se queja Katherine riendo, comiendo uno rosa- creo que me dará un coma diabético
