"Dar comienzo a un año más, quizás dejar el pasado atrás no es tan malo... ¿qué podría salir mal?"
Después de haberse mudado a Beverly Hills, su vida cambió al conocer a Charli D'Amelio.
08:00 A.M Me desperté con los rayos del sol en la cara, froté mis ojos y me levanté rápidamente de la cama al percatarme de la hora, se suponía que en quince minutos debía salir a trotar.
Me limité a ducharme, para posteriormente vestir un conjunto deportivo que consistía en un top y un short a el cuerpo.
Tomé mis AirPods y bajé a la cocina, decidí no prepararme el desayuno.
Chloe: Buenos días cariño, ¿por qué tanta prisa? -Dijo sonriente- Amy: Saldré a trotar, de paso conozco un poco más el condominio y a los vecinos. -Dije devolviéndole la sonrisa-
Mi madre asintió, me dispuse a salir de casa y para ser sincera, el día estaba excelente, el sol radiante y el cielo azul lograron ponerme de buen humor.
Comencé una tranquila caminata, el interior de este condominio lucía muy bonito, todo era muy sereno. A decir verdad, las estrechas calles de este estaban repletas de al menos dos autos de alta gama por propiedad, en definitiva habían puros niños ricos. Pensé.
A medida que mi playlist continuaba reproduciéndose, más avanzaba. De repente y para mi mala suerte, me topé con un golden retriever color canela en el camino, era muy juguetón y me agradaban mucho los perros, más los de gran tamaño.
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¿Quién dejaría a su perro suelto y vagando por ahí? Pensé. Me puse de cuclillas y me dispuse a revisar su collar, para ver si tenía algún número de teléfono en su placa, al parecer, su nombre era Cali.
Narra Charli: Esta mañana me levanté de mal humor, hoy me tocaba sacar a pasear a Cali, mi perro, o mejor dicho, el de Dixie, ya que este era su favorito.
10:30 A.M Me encontraba buscando a Cali por todo el condominio, se había soltado de su correa. Después de haber estado más de quince minutos dando vueltas, finalmente logré distinguir a un golden retriever a lo lejos, sin dudas era Cali.
Me acerqué y me percaté de que había una chica de espaldas a mí, estaba con Cali. No logré distinguir quién era, raro, ya que conocía a casi todas las personas en el condominio.
Charli: Hola -Dije acercándome y colocándome de cuclillas también, ya que Cali se había abalanzado sobre mí- Amy: Hola, ¿Charli? -Dijo soltando una pequeña risa- No sabía que frecuentabas estas zonas. Charli: Vivo en este condominio, a unas casas de aquí -Dije colocándole la correa a Cali- ¿Qué haces caminando tan temprano? -Pregunté curiosa, dedicándole una sonrisa- Amy: ¿Temprano? -Revoleó los ojos, mirando la hora en su iWatch- Son casi las 11:00 -Respondió golpeando sutilmente mi hombro-
Me quedé pensativa durante unos segundos, admiré sus suaves facciones, tenía una mirada muy profunda, acompañada de unos ojos que dejarían mal a cualquiera. Rápidamente noté que no traía maquillaje puesto, pero aún así lucía hermosa.
Narra Amy: Noté que Charli me miraba de reojo, como si estuviese detallando mi rostro con su mirada, automáticamente el rubor se hizo presente en mis mejillas.
Charli: ¿Tienes hambre? Podríamos "desayunar" juntas, todavía no comí -Dijo haciendo un puchero, capaz de convencer a cualquiera- Amy: Yo tampoco, te acompaño -Guiñé el ojo sutilmente, noté como se sonrojaba-
El camino a su casa fue bastante cómodo entre nosotras, charlamos sobre redes sociales y cosas triviales, realmente me sentía cómoda con ella. O quizás iba más allá de simple "comodidad".
Al llegar a su casa, noté como todo estaba muy bien cuidado, lo que más me llamó la atención fue el nivel de jardinería con el que eran tratadas sus plantas, habían arbustos con diversas formas. Por dentro era más de lo mismo, decoración simple, pero muy bien lograda.
Charli: No hay nadie más en casa, voy a pedir delivery de Dunkin', ¿qué te gustaría a ti? -Dijo apoyando su cuerpo contra la mesada, manteniendo una postura relajada- Amy: Pídeme un Iced Latte -Dije acercándome a ella, para jugar con el cuello de su hoodie-
Simplemente asintió sonriendo, mientras ella encargaba el delivery, yo continuaba jugando torpemente con su hoodie, rozando las yemas de mis dedos por su cuello sin querer.
Narra Charli: Mi piel se erizó al sentir los fríos dedos de Amy rozando mi cuello, no pude evitar reír. Sus manos eran suaves y delicadas, definitivamente amaba sus toques.
02:00 P.M Más tarde, terminamos de grabar unos TikToks. Nos encontrábamos tomando nuestras bebidas mientras veíamos Netflix en mi habitación, tuve que prestarle un hoodie ya que había empezado a hacer un poco de frío, la hora del almuerzo ya había pasado, pero no le dimos importancia.
Yo estaba boca arriba, mientras Amy se abrazaba a mi cuerpo, tenía su rostro escondido en mi cuello y uno de sus brazos envolvían mi cintura. Su respiración chocaba contra mi cuello, haciendo que mi piel se erizase una vez más.
Noté como se había quedado dormida, aferrándose a mi cuerpo, no pude evitar sonreír embobada por la situación. Habíamos ganado confianza muy rápido, fue cuestión de la buena vibra que había entre nosotras.
Mientras tanto, pensaba en lo que me había dicho Thomas Petrou días atrás, propuso que Amy se uniese a The Hype House apenas se enteró de su amistad con Addison.
No es como si no me gustase la idea, pero Amy me parecía una persona increíble para el poco tiempo que habíamos compartido juntas, es muy transparente, sensible, amable... me transmite muchísima confianza. En simples palabras, no quería que ese ambiente la cambiase o la hiciese una persona diferente, es complicado, apuesto a que los primeros que se le acercarán serán los de Sway, no me parecen chicos malos, solo son muy problemáticos, tienen malos vicios y sobre todo son muy mujeriegos.
Después de sumergirme en mis pensamientos una vez más, finalmente terminé por dormirme.
Narra Amy: Comencé a abrir sutilmente mis párpados, ya que estos me pasaban un poco, me froté los ojos y lo primero que ví al despertar fue a Charli, verla despeinada y con una expresión tan relajada fue satisfactorio, se veía muy linda.
Volteé a ver mi teléfono, eran las 05:00 P.M. Mierda, ¿tanto tiempo habíamos dormido?, tenía varias llamadas perdidas de mi mamá, no tarde en hablarle y explicarle la situación. Respondió dudosa ante ello, pero que más da.
No pude evitar dejar un pequeño beso su frente, dejando nuestros rostros muy cerca.
