Francés [WooLu]

🐩Unique🐩

Dedicado a:
LARRYOONIE
Joniemon

🐩🐩🐩🐩

Un sonido fuerte retumba en la habitación, es la alarma que siempre programa todos los días, sin darse cuenta Yukhei cae a bruces con la frazada caliente envuelta en su cuerpo semidesnudo, ayudándole ha amortiguar la caída.
Desde que tiene memoria siempre le cuesta despertarse, es por eso que siempre para despertar programa su alarma con la canción más ruidosa que tiene.

Se quita las frazadas, con los brazos con dirección al techo para estirarse, da unos cuantos pasos hasta estar frente a la puerta de baño, puede sentir un gran frío en los pies por la cerámica color crema.
Lleva sus dedos hasta su cadera y agarra el borde de su ropa interior para bajarla hasta los tobillos, entra a la ducha y abre las llaves de la regadera para equilibrar la temperatura del agua, gime gustoso por el agua caliente mojando su piel acaramelada, humedece su castaño cabello y comienza a enjabonar su cuerpo de pies a cabeza.

Si hay algo que hace Yukhei después de ducharse, es verse al espejo, ver su carita le pone feliz, le gusta admirar sus rasgos, desde sus ojos grandes y brillantes hasta sus labios rosados y gruesos. Las yemas de sus dedos acarician su labio inferior y es consciente de lo atractivo que es, pero a sus diecisiete años jamás ha dado su primer beso.
No hay muchas razones del por qué aún no lo ha dado, sólo que, uno: nadie le ha dicho "¿Puedo besarte?" y dos: jamás le ha dado tanta importancia al asunto.

Aplicó la pasta dental a su cepillo de dientes, hace movimientos de arriba y abajo, movimientos circulares, después toma el enjuague bucal, le es difícil no sentir un poquito de asco y hacer una mueca cuando siente el picante sabor de la menta en su paladar.
Se pone su uniforme escolar deportivo, playera blanca de manga corta, la sudadera verde que tiene del lado izquierdo bordado el escudo de la institución, su pans verde y por supuesto sus deportivos blancos impecables. Peina sus cabellos, se aplica un poco de bálsamo labial y protector solar, acomoda los piercings que tiene en las orejas, y sobre todo saca la lengua frente al espejo para mirar el piercing que tiene ahí.
Es inevitable que no ría un poquito, tiene un piercing en su lengua y no ha besado, trata de no pensar en los besos, pero no es tan fácil.

Yukhei ni siquiera se entiende, una parte de el aborrece los besos, el hecho de que tenga que compartir saliva con alguien lo pone incómodo y asqueado, dejar que alguien le meta la lengua, ¿se imaginan todos los gérmenes?, pero una parte contradice su pensamiento, porque quiere que alguien le de un beso, desea sentir ese calorcito, sentir su corazón latir descomunalmente y aquellas maripositas o larvas en su estómago revoloteando o retorciéndose.

Sube al transporte escolar, saca sus audífonos y reproduce su playlist, llegando a la escuela va por los pasillos hasta que visualiza a JungWoo, uno de sus mejores amigos.
Yukhei conoció a JungWoo en los inicios de la preparatoria, siendo de muy grande ayuda para él moreno, siempre ayudándole a estudiar para las fechas de evaluación y acompañándolo durante los recesos de la escuela.

Con el pasar de los días conoció a Yoon-Oh y JaeMin, él primero siendo todo un terrón de azúcar, con una carita angelical y sus preciosos hoyuelos, por último JaeMin, él chico sin duda es alto, fornido, tiene perforaciones al igual que Lucas y una personalidad algo dominante.
Todos ellos son tan diferentes, pero realmente se agradan mucho, que por mas imposible que se vea, realmente tienen una gran amistad.

Todo bien ahí, sí, los cuatro son tan cercanos y la vez que empezaron a decir sus más íntimos secretos fue imposible que todos a excepción de Yukhei se sorprendieran cuando él dijera que jamás ha besado.

El secreto era tan difícil de creer que terminaron riéndose pero las lindas facciones de Yukhei serias les dio a entender que hablaba en serio.
Yoon-Oh lo bombardeó de preguntas, recibió unas cuantas burlas de JaeMin y JungWoo. . . Él sólo sonrió, lo único que le dijo fue que no se sintiera mal por ello y que su secreto estaba a salvo y claro que lo estaba.