Es Amor

Extra: La Cita

La inesperada cita había llegado finalmente. Sinceramente, habían ocurrido miles de cosas que la habían retrasado de su fecha original. La fecha era para fines de mes, pero al final ocurrió un mes después, debido a sus deberes, estudios, problemas en los entrenamientos, y que sus horarios no concordaban. Hasta que finalmente, lograron encontrar un día libre en común. 

Incluso Fudou había comenzado a perder la paciencia durante ese mes, simplemente iba a no seguir su horario y dejar todo por la bendita cita, la cual había estado rondando en su mente desde hace días, semanas. Era gracias a Kazemaru, que no perdía la cabeza completamente, es que él era demasiado paciente, aunque también se notaba algo frustrado por no tener su cita pronto, pero para él no había de otra, habían cosas importantes. Para Fudou la cita era lo más importante. De todos modos su ¿paciencia? se vio recompensada, ya que la fecha que eligieron cayo con la temporada de los cerezos, perfecta fecha y ambiente para una cita romántica.

El mismo Fudou se asombraba lo cursi que estaba siendo, pero trataba de aparentar, que ese tipo de detalle, no era importante.  

Eso nos lleva al tan ansiado día, donde cierto jovencito de coleta, estaba esperando con una bolsa en la entrada del parque con el sol encima de su cabeza. Vestía con una remera negra de cuello ancho, que dejaba ver sus clavículas, unos pantalones color crema, con dobladillo y ajustado al final, dejando ver sus tobillos, combinando perfectamente con unos casuales y cómodos zapatos de un color rojo oscuro. En sus manos sostenía una bolsa de tela, se suponía que harían un pequeño picnic bajo los árboles de cerezo, había preparado algunos bocadillos, nada muy difícil, solo emparedados, algunos pocos dulces y también traía algo de té frió, que había comprado de camino. Pero había un problema: Fudou no aparecía. 

"Fudou..."

Observó a ambos lados con algo de nervios, los días anteriores había estado muy tranquilo con respecto a la cita. Fue hasta el día de hoy, cuando despertó, que comenzó a sentir esos nervios y mariposas en el estómago, como dándose cuenta de las consecuencias o lo que podría pasar mientras estaban juntos.  Se sonrojo de solo pensarlo, aunque tampoco es que fuera tan extraño, ya se habían besado innumerables veces en el pasado. Pero, de solo recordar aquello, su cerebro parecía haber escapado a otra realidad, muy abochornado. 

Sacudió la cabeza de un lado a otro, moviendo su cabello en consecuencia, se tranquilizó y respiro profundamente algunas veces para relajarse. Sin embargo, los nervios no se iban, después de todo, esta era su primera cita oficial, y habían estado planeándola por semanas. Quizás por eso estaba tan nervioso, y bueno, la otra razón era porque Fudou no aparecía. 

Si no recordaba mal, había llegado unos 10 minutos antes de la hora indicada, Fudou era puntual, así que no debía tardar, pero casi pasaba una hora desde que había llegado. Comenzaba a impacientarse ¿y si le había ocurrido algo? Pensó preocupado ¿y si se había arrepentido de la idea? Aquello último comenzaba a comerle la cabeza en ese instante, pero trataba de pensar que solo estaba atrasado y que llegaría. No quería mandarle un mensaje, tampoco quería ser molesto, y quizás ya estaba cerca y pronto aparecería. Pero, y si no lo hacía... 

- Disculpa, chico ¿estás solo?- una voz le saco de sus cavilaciones, para ver a un hombre desconocido a pocos centímetros suyo, lo primero que hizo fue dar un paso hacia atrás, ya que estaba muy cerca. Aquel desconocido se veía mucho mayor, quizás de la edad del entrenador del Inazuma Japan, tenía la contextura de alguien ancho, con un aspecto bonachón.

- eh, no...- contesto con algo de inseguridad, ya que lo había tomado desprevenido.- Estoy esperando a alguien.- esta vez hablo con seguridad.

- Bueno ¿puedo hacerte compañía, no?