Marinette
Escuchaba el sonido de las manecillas del reloj pasar los segundos, no dejaba de jugar con el anillo de mi dedo mientras esperaba entrar a mi cita con el psicólogo.
— Señorita Marinette puede pasar- informa la secretaria, me levanto del asiento y como no queriendo entrar camino despacio hacia el consultorio
— Buenas tardes- saludo y me siento frente a él
— Buenas tardes Mari, cuéntame que has hecho estos días que no nos hemos visto- La misma pregunta desde hace 5 meses
— Solo ir a la escuela y regresar a casa- conteste con simpleza
— Marinette ya lo habíamos hablado antes, no te voy a obligar a decirme más pero tus padres están preocupados por ti
— Ya no quiero venir, estoy bien- interrumpí
— No, no lo estas,pero esta bien te daré de alta si eso es lo que deseas-
— Gracias- me levante del sillón y salí del consultorio, pague la consulta a la secretaria y abandone el edificio, fui directamente a casa y subí a mi habitación esperando que mis padres no me cuestionen por estar en casa antes de tiempo.
Tome el libro que estaba leyendo y me senté en mi cama para continuar leyéndolo, pero no pude empezar ni con la primera línea por que mi cabeza no dejaba de pensar en todo lo que estaba pasando a mi alrededor, sentía que mi mundo se derrumbaba bajo mis pies, nada tenía sentido, no desde hace 5 meses.Desperté a media noche un poco confundida, me dirigí al baño a lavarme la cara y tratar de despejar la mente, tal vez un poco de aire no me caería mal así que salí al balcón de mi habitación, el aire toco mi rostro y sentí paz, una que no sentía hace mucho, el ruido de la ciudad era tranquilo con algunas cuantas personas aun en la calle, la vida en París era tranquila llena de turistas enamorados por algo era llamada la ciudad del amor, era inevitable no sentirse feliz estando aquí.
Veía el pasar de las parejas y alguno que otro automóvil, pero algo llamaba mi atención y era aquella chica que estaba sentada en aquella banca en el parque a lado de mi casa, tome un suéter y baje las escaleras hacia la puerta, camine al parque en busca de aquella chica.
— ¿Sabías que es muy peligroso estar sola aquí en la calle?—pregunte intentando iniciar una conversación
— ¿Y tú sabias que es de mala educación interrumpir a las personas mientras están pensando?— dijo con un tono muy serio sin ni siquiera voltear a verme y eso realmente me molesto
— Soy Marinette...—
— No pregunté tú nombre—interrumpio mi presentación
— Solo intentaba ser amable contigo pero veo que no se puede—de perfil pude notar un rostro perfectamente simétrico, con rasgos japoneses, era muy guapa— Tan linda y con un mal carácter he — me levante de aquella banca con la intencion de irme y regresar al calor que me ofrecía mi habitación
— Disculpa no quería ser grosera, soy Kagami—se levantó y se paró justo frente a mi extendiendo su mano para saludarme
— Un gusto conocerte y dime ¿que haces a estas horas aquí?— nunca permanecía enojada por tanto tiempo así que la molestia por su contestación tan cortante se paso en segundos, volvimos a sentarnos en la banca
— Acabo de llegar a vivir por aquí cerca y quise despejarme un momento y venir a pensar aquí ya que me pareció un excelente lugar, ¿Y tú?
— Vivo en esa casa de allá- señale mi casa frente al parque— te vi desde mi balcón y me llamo la atención que estuvieras aquí sola
— Vaya toda una acosadora— reímos juntas y su risa fue lo mas hermoso que había escuchado jamás, ¿puede alguien gustarte recién lo conoces? Pregunta mas estúpida la que me estaba haciendo— Marinette tengo que irme, espero pronto nos podamos ver de nuevo- se despidió de mi y camino en sentido contrario a mi cuando la perdí de vista me levante y camine a mi casa con una sonrisa, esperaba volver a ver a Kagami y poder conocerla mejor.
Mi alarma sonaba casi en mi oído así que me levante con pesadez de la cama para bañarme y llegar a tiempo al instituto, baje a desayunar con mis padres antes de irme. Esperaba tranquilamente para poder cruzar la calle cuando note a cierta chica caminando muy deprisa, cuando pude cruzar corrí para poder alcanzar a Kagami
— Kagami! Kagami!- gritaba intentando que se detuviera y cuando por fin logre alcanzarla estaba en la puerta del instituto
— Hey, hola Marinette- respondió con un poco de sorpresa- ¿ me estas siguiendo a caso?
— No,claro que no yo estudio aquí- ella me dio una sonrisa y me perdí viéndola
— ¿Marinette?- salí del trance de su sonrisa- entremos acaban de tocar el timbre- entramos juntas y ella se fue a la oficina del director y yo a mi salón.
ESTÁS LEYENDO
~Eres Tú~ Marigami ✨
Ficção AdolescenteY si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo de aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar como una luna en el agua. -Ju...