꒰ « sign manhwa, os» ꒱

i n e e d m y p u p p y -go yohan

donde yohan pierde a su cachorro

second part

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soohwa seguía llorando desconsoladamente sobre la espalda del fornido alfa, mientras que este seguía perdido y suplicándole perdón a su cachorro.

totalmente harto de estar siendo ignorado, el omega volteó con fuerza al contrario, revelando el rojo y mojado rostro del azabache, gimoteando cubrió su rostro, sentía vergüenza de no haber protegido a su omega, no era su culpa, ni la de soohwa, pero esta seguía recayendo en ambos.
el castaño lloró aún más fuerte al ver el estado del azabache, ocultando su rostro en el cuello del mencionado, sintiendo como este lo abrazaba fuerte y desesperadamente, lamentándose y culpandose de la muerte de su cachorro.

recordó como los doctores le había dicho que era algo que lamentablemente que haya pasado eso, que ocurría no muy seguido casos así, aún no se sabía la razón por la que se había causado el aborto, eso fue lo que más le dolió, no saber si había hecho algo incorrecto o no.

eso estrujaba su corazón con fuerza.

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con el paso de los días, soohwa y yohan se cerraban en vez de abrirse y ayudarse el uno al otro, evitaban sus miradas, se respondían cortantes, cegados por la culpa propia, que ninguno debía tener. pero lo que más les dolió estos días, fue gritarse, nunca antes de habían gritado, esta fue la primera vez más aterradora.

—¡yohan ya basta, hay que aceptarlo!— exclamó el más bajito con sus ojos cerrados, frente al alfa que lloraba por la pérdida de su primogénito desde hacía un buen rato. soohwa creía no era el único que sufría, era sabido, pero no podían vivir siempre en el pasado, al castaño le dolía con todo su corazón que su cachorro ya no esté, pero no podía hacer algo. —¡nuestro cachorro no esta con nosotros, ahora esta en un lugar mejor, entiendelo!— mientras decía esas palabras, de sus ojos brotaban lágrimas como si fueran semillas germinando en la tierra, su pecho se ahuecaba y su corazón parecía estar en llamas, se sentía tan malditamente débil y mal, tan ta débil y mal.

—¡cállate kang, sólo cállate!— ordenó el lobo interior con la voz de alfa, tomando el lugar de yohan, haciendo cerrar de inmediato la boca del omega quién de a poco comenzaba a asustarse, yohan nunca jamás había usado su voz de alfa.  este caminó a pasos agigantados y rápidos hacía el lugar del mencionado, tomándolo de sus antebrazos con fuerza, el lobo ya estaba harto de las palabras que se clavaban en su corazón como si fueran puñales, como si al otro no le importase la vida de aquél fruto de su vientre. —cállate, haz lo que te ordeno, ya no aguanto que hables así de nuestro cachorro— soohwa sentía las garras abrir paso sobre la tela y su piel, pero no podría decir o hacer nada, estaba tan asustado. —el mejor lugar donde él podría estar, sería en nuestros brazos, ¿has entendido omega?— preguntó mientras desclavaba sus garras del brazo izquierdo para sujetar sus mejillas con fuerza, sin importarle la mirada asustada de soohwa. —pregunté, ¿has entendido?— repitió la pregunta, mostrando parte de sus colmillos y una mirada de fiera.

al omega no le quedó de otra más que asentir asustado, para luego ser empujado hacía el suelo fuertemente, gimoteaba en el frío suelo. con eso yohan regresó en sí, viendo el desastre que había dejado su lobo al tomar su lugar, con rapidez intento socorrer a su compañero, pero este se alejo aún en el suelo mientras gateaba en reversa, mirándolo con sus ojos brillando de temor y de próximas lágrimas.

—soohwa... por favor...— pidió con aire dócil el azabache, lentamente se acercó a levantarlo, aún cuando este se alejaba hasta chocar con el borde de la cama, en cuanto llegó hasta el mencionado, lo tomó del brazo con delicadeza, notó lo tenso que estaba bajo su toque, de una lo levantó y estrujó contra su pecho. —perdóname, perdóname por favor...

tan solo oyó un tembloroso ‹esta bien, si, si claro› a través de su lazo, obvias palabras dichas con temor, no temor a yohan, sino al alfa, nunca lo había visto así, nunca quiso que eso ocurriera.  yohan soltó lágrimas en silencio sobre el hombro del omega, mientras repetía ‹lo lamentó, lo lamentó lindo, lo lamentó mucho›, su lobo estaba muy arrepentido, agachando su cabeza y con la cola entre las patas.

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ya era otro día, uno más pesado.

yohan y soohwa habían vuelto a discutir, bueno, asentir con temor a cada palabra que soltaba el alfa no era un discusión, pero  mientras yohan intentaba tocar el tema de la noche anterior para pedir disculpas, soohwa se alejaba y negaba, diciendo que estaba todo bien y que no hacía falta disculparse, preguntando si quería hacerle algo de comer. era tan obvió que si sacan el aroma a temor del otro del hogar, aún así se sabría que estaba aterrado.

cada ruido lo aterraba y lo hacía sobre saltar, intentando socorrer a su alfa en lo más mínimo, aún cuando este no necesitaba ayuda, pero no importaba, no quería volver a saber sobre ese alfa.

más en la tarde, cuando todo parecía tranquilo, superficialmente, sonaron toques en la puerta alertando a soohwa de que alguien había ido a visitarlos. en cuanto se levantó para atender la puerta, yohan lo detuvo, con la ceja alzada pregunto que pasó.

nervioso respondió. —to-to-tocan la puerta,— intentaba no bajar la vista para que el otro pudiera ver que decía. —y-yo ire al-

—no soohwa, iré yo, ¿tranquilo si?— pidió cauteloso go, con la preocupación teñiendo su rostro, viendo como el otro intentaba reclamar con nervios. —¿porqué no mejor tomas un baño caliente si?— preguntó acercando sus brazos a los del contrario, apenas los apoyo el omega siseo por el ardor de las heridas ya tratadas, rápidamente yohan alejo sus manos de los brazos lastimados. sin saber que más hacer o decir, tan sólo apoyo su mano derecha en el hombro del contrario, diciéndole que vaya al baño, que se encargaría de la puerta.

la orden fue acatada con rapidez por el omega, quien fue corriendo hasta el baño y entrando a dicho lugar. yohan con lágrimas en sus ojos miro a la dirección por dónde se había ido su compañero, segundos más tarde dió medía vuelta, caminando hacía la puerta con sus labios temblando, cuando la vió, sintió que todo el peso que tenía sobre sus hombros se duplicaba y recibió a su mejor amigo del alma gyoon con un fuerte abrazo y varias lágrimas.

sintiendo como el contrario solamente lo correspondía, dijo.

—gyoon, quiero a mí cachorro.