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El pequeño Jihye de apenas 5 años, se había despertado de una fea pesadilla; Un feo monstruo de finos y feos ojos, sonrisa afilada, cabello púrpura y piel pálida lo perseguía y lo pellizcaba, además de también pegarle a sus papis, fue muy feo el sueño, tenía miedo de que esa cosa apareciera en la noche y se lo llevará lejos lejos. El azabache se levantó llorando mientras prendía el velador de Pokémon que tenia en su mesita blanca junto a la cama.
El cachorro corrió, aún con sus puñitos secándose los ojos, sus de con cobertores de cars, se puso sus pantuflitas de Tata, un personaje de BT21 que su mami amaba, y salió con un poco de miedo de su cuarto para ir al de sus padres, pero el pasillo de su casa era muy oscuro y algo largo, tenía miedo de que esa cosa horrosa saliera de la nada. Su papi le dijo, en realidad le señaló pero su mami le dijo; Que esta bien que tenga miedo y si lo tiene debe pensar que es lo que obtendrá luego de superar ese miedo.
El azabache pensó que, luego de atravesar ese pasillo aterrador, su mami lo felicitaria por ser un cachorro valiente y su papi los abrazaría fuerte fuerte. Con ese incentivo, Jihye camino con cautela por el oscuro pasillo, con la fuerte idea de ver a sus papis, mientras más se acercaba al cuarto de estos, escuchaba ruidos extraños, eso lo asusto mucho, pero eso no lo detuvo, pero con cada paso aumentaban, así que decidió correr de prisa hasta la puerta de sus padres , así como cuando los ve luego de un largo día de escuela. Corrió hasta ella gritando «Mamiiii, papiiii» y la abrió de golpe pegando un portazo, sin esperar la imagen que vería.
Su padre sobre su mamá, moviéndose entre sus piernas y con su boca justo en la marca del cuello, reforzandola aún más. A causa del ruido, el par de ojos lo miraron entre asustados y nerviosos para luego se miraron entre sí, sin moverse. La habitación estaba empezando a oler a nervios, tapando el olor a excitación.
—Papi, ¿qué le haces a mami?— pregunto inocente el pequeño cachorro, ladeando la cabeza, aún con rastros de lágrimas, sin entender que estaban haciendo.
Ambos adultos se miraron asustados.
—«¡Dile algo!»
—«¡No!, dile tú.»
—«¿P-pero qué cosa?»
—«N-no lo sé, p-piensa rápido.»
Charlaron extremadamente nerviosos alfa y Omega a través de su lazo.
—Ca-cachorro. . .espera en tu habitación, iremos en un rato, ¿si corazón?— Habló con dulzura el omega, luciendo tranquilo pero en su interior estaba histérico.
