*NARRA DANI*
Entramos al jardín y dejamos las cosas sobre las tumbonas.
Marta se acercó al agua y metió la punta del pie.
-Está helada.-Dijo sonriendome. Yo me acerqué a ella.
-¿Sabes como se soluciona?-Me acerqué más.
-Miedo me das.-Dijo chula y riendose.
-Así.-La cogí como a una princesa y salté a la piscina.
Salimos a la superficie y aún la tenía cogida. Ella empezó a salpicarme y a reír.
-Pido tregua.-Pedí entrecortadamente debido al agua que me echaba.
-Está bien, creo que ya has aprendido la lección.-Dijo agarrandome del cuello.-Me puedes soltar, ¿sabes?
-Oh... Lo siento...-Dije triste. La iba a soltar pero ella lo impidió.
-He dicho que puedes hacerlo, no que lo hagas.-Dijo sonriente. Estábamos muy cerca. Cada vez más. Notaba su respiración, y ella notaba la mía. Otro centímetro recortado, esta vez giré un poco la cabeza, ya que nuestras narices iban a chocar. Milímetro a milímetro que desaparecía en el aire, que se iba y no volvía. Finalmente, noté sus labios sobre los mios, moviéndose lentamente. Noté como sonreía, sonrisa que por supuesto correspondí.
Finalmente nos separamos. Y nos miramos a los ojos.
-B-Bueno...-Dije en shock.
-¿No te ha gustado verdad? Bueno, dejalo. Da igual.-Se soltó de mí y se dió la vuelta para alejarse. La cogí de la muñeca y la giré. La miré a los ojos y la besé de nuevo.
-¿Eso te vale como respuesta?-Dije cuando nos separamos. Me sonrió, asintió y volvió a besarme.
Salimos de la piscina y posamos las toallas en el suelo para después sentarnos uno al lado del otro.
-¿Bueno y ahora qué?-Preguntó Marta después de unos minutos en silencio. La tenía agarrada por la espalda y ella con la cabeza en mi hombro.
-Ahora... Lo que quieras.-Respondí yo. Levantó su cabeza y me miró a los ojos.
-¿Que el tiempo decida?-Preguntó finalmente
-Que el tiempo decida.-Afirmé sonriendo.
-Vamos a la piscina que tengo calor.-Dije. Ella asintió, levantándose y ofreciéndome su mano. La tomé y me levanté.
-TONTO EL ÚLTIMO.-Dijo riendo para salir corriendo. La dejé ganar. Se tiró a la piscina y detrás yo.
-Já, te he ganado Daniel Oviedo Morilla.-Dijo riendo cuando salimos a la superficie.
-Felicidades, eres la primera.-Dije riendo, la rodeé con mis brazos la cintura.
-Anda, que sé que me has dejado ganar tonto.-Puso sus manos en mi pecho.
-Mentira.-Dije haciéndome el ofendido.
-Entonces, si es mentira, ahora me debes algo.
-¿Te vale un beso?
-Bueno...-Dijo y la besé.-Vale, si me das otro, deuda saldada.
-Bueno...-Dije y la volví a besar.
Estuvimos un rato más. Salimos, nos secamos y entramos. Estaban Ale y Jesús abrazados, frente al portátil
*NARRA ALE*
Terminó la película, de la que ni nos enteramos, y nos quedamos un rato sentados haciendo el tonto.
-Déjame tu portátil.-Dijo Jesús.