Nos encontramos en un cuarto oscuro acostados en un cama uno al lado del otro agarrados de las manos. Apenas entra un poco de luz por la parte de abajo de la puerta, es suficiente para poder ver su hermoso rostro. Una mujer blanca de ojos celestes, pelo castaño, delgada, gran sonrisa. Aunque no vea todos esos detalles por la poca iluminación puedo recordar.
Este es uno de los momentos más tranquilos en el que puedo estar con ella, luego volveremos a hacer lo de siempre...calmar su sed de sangre.
Hina se levanta de la cama y prende las luces dejando ver los dos cadáveres del suelo. Una pareja que encontramos solos en un parque del pueblo, tentando así a Hina a lo que más le gusta hacer. Asesinar sin compasión. Y como su novio he de ayudarla, si no ella no podrá ser feliz y eso también afectaría a mí felicidad.Hina: ¿Te vas a quedar ahí acostado, Jake? ¿O me piensas ayudar? -dice levantando a uno de los cadáveres del suelo.
Yo: Es que te ves muy linda haciendolo tu. -Sonrío mientras la miró.Me levanto y agarro el cadáver de la chica, miro las graves heridas que les hizo Hina. Apuñaladas en el cuello de ambos, es increíble su falta de remordimiento. Embolsamos a los dos cadáveres y los llevamos fuera de su casa arrastrándolo por el suelo, los ponemos en la parte de atrás de su camioneta, una hermosa Hilux roja, su color favorito.
Yo: ¿Los tiraremos de nuevo al pozo de siempre? - digo mientras me subo al asiento del copiloto.
Hina: Si cariño, allí vamos. - enciende la camioneta.
Yo: Algún día el pozo se llenará. ¿Lo sabes no? - la miro un tanto preocupado.
Hina: Pues cuando pase, pasará. - me agarra la mano y me sonríe. Pero mientras, me ayudarás con todo esto, luego volveremos a limpiar la casa.
Yo: Está bien. - agacho la mirada.Ella conduce hasta llegar al lugar en donde siempre arrojamos los muertos. Es un sitio abandonado lejos del pueblo, nadie nunca pasa por aquí. Por eso es que ella está tan tranquila, aunque yo sigo teniendo miedo de que algo malo pase. Siempre me dice que la vida no es nada sin riesgos, sin embargo ese no es el motivo por el que lo sigo haciendo. Aguanto todo esto porque la amo, así de simple. Lastimosamente no puedo decidir de quién me enamoro y de quién no, además cuando la conocí parecía una chica normal. Su sonrisa encanta a cualquiera, parece un ángel. Pero por dentro no es así.
Hina baja de la camioneta para arrojar a los fiambres, ella tira a uno dentro del pozo y yo le ayudo con el otro. Me siento más tranquilo por ahora.
Después de eso nos subimos de nuevo a la camioneta con destino a su casa. Estando allí la limpiamos para no dejar prueba alguna. Tal vez alguna de sus amigas la visite y si viera algo que no debe sería un problema. Por mi parte no tengo amigos, prefería la soledad hasta conocer a Hina. Ahora paso la mayoría del tiempo junto a ella.
Hina me abraza mientras estamos sentados en el sillón del salón, me mira a los ojos fijamente.Hina: Dime cuanto me amas...
Yo: Demasiado.Envuelve sus brazos sobre mi cuello y me besa. Su aroma es dulce, como un perfume fino. Me encanta.
Hina: Mañana te daré una sorpresa...
Fin.
ESTÁS LEYENDO
Mi Novia la Maniaca
Mystère / ThrillerLa historia trata sobre un hombre que está completamente enamorado de una mujer con problemas mentales. Ella es una asesina sin remordimientos a la que le vuelve loca ver sangre en cuerpos ajenos.