Bendy es un pequeño Toon Devil quien de la nada se vuelve agresivo, ataca a sus animadores antes de ser encerrado en su estudio que, desde entonces, ha estado abandonado. Al menos.... eso dice su leyenda, causando que todos los Toons le teman.
Aiden...
Al día siguiente, en los estudios Terry Toons, Keffan da vueltas en la casa rodante de sus padres. Está loco de la preocupación. ¿Que pasa si Aidem no sobrevivió a su visita en solitario al estudio de Bendy? ¿Y si ese demonio lo hubiera devorado?
-Keffan...¿Que te pasa cariño? - Gandy se preocupa, dejando de lado lo que esta haciendo para acercarse a su hijo que da un salto (Sin haberlo escuchado entrar).
-¿Papi? ¿Aiden ha llegado? -Pregunta el gatito.
-Todavia no, niño - SourPuss responde pasando la pagina de su periódico.- Heckle y Jeckle no tienen filmaciones mañana, así que si quieren dormir no los veremos antes del almuerzo.
Keffan aprieta con fuerza su felpa, obviamente muy preocupado. Su padre oficial se arrodilla frente a el y comprueba si sus temblores son por fiebre, pero no detecta una temperatura anormal.
- Mi gatito, ¿Que sucede? - se preocupa el ganso. -Esta palido y tiemblas como una hoja.
-¿Son tus pesadillas lo que te pone en ese estado? -SourPuss se preocupa cuando se acerca.
El gatito mira a sus padres y asiente. Es cierto que sus pesadillas lo molesta mucho y, como le prometió a Aiden, no puede decir que realmente vio lo que lo asusta tanto.
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Gandy y SourPuss se miran con una pequeña sonrisa, seguros de que solo las pesadillas de Keffan lo asusta tanto.
-Keffan, cariño -El ganso sonrió,- Estas son solo pesadillas, malos sueños, y estas bien situado para saber que, en nuestro universo, solo los buenos sueños se cumplen.
El felino suspira y abraza su peluche. Al ver que su hijo no iba a estar tranquilo hasta que vea a su amigo, SourPuss lo tomó de la mano y lo llevó fuera de la casa.
-Vamos, busquemos a Jeckle y Heckle. Te tranquilizarás una vez que veas a Aiden.
Aiden se encontraba durmiendo profundamente en su cama, enrollado en su manta y abrazando su almohada contra el. Jeckle entra y sonríe al ver a su chico tan tranquilo. En silencio, camina hacia la cama, se sienta allí y acaricia las plumas suaves de su hijo.
-¿Todavía estas durmiendo? -Heckle susurra, asomando la cabeza por la puerta que se abre.
-Si, pero tuvo que levantarse en la noche para comer -Sonrió la otra urraca, levantando el plato vacio que estaba sobre la mesita de noche.- Pobre, cariño,en realidad no duerme mucho en estos días.
-Bueno, Keffan tenia sus pesadillas y por el día tuvieron que ser tontos en el estudio.
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