梅;; Anagapesis [Jihan]

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Jeonghan no estaba seguro exactamente de cuándo comenzó a enamorarse de Jisoo.

Simplemente sucedió, no como encender un interruptor de luz, sino más bien como tratar de sacar un mantel de debajo de los platos y cubiertos sin que nada se caiga de la mesa y se rompa. Fue gradual y dolorosamente lento.

No era como si acabara de mirar a Jisoo un día, y fue como una bofetada en la cara, esa comprensión de "Oh, ya no te amo". No fue así en absoluto.

Jeonghan lentamente dejó de amar a Jisoo, pieza a pieza, poco a poco.

Primero fue la forma en que las comisuras de sus ojos se arrugaba cuando sonreía. Luego su voz, que Jeonghan había usado para encontrar dulce y calmante, pero ahora parecía gris y monótona.

Luego los gestos cuando hablaba para acompañar historias que Jeonghan alguna vez pensó que eran lindas, pero que ahora creía que eran exageradas.

Jeonghan había dejado de amar la forma en que a Jisoo le encantaba abrazarlo por detrás, meter la cabeza en el hueco del cuello de Jeonghan y preguntarle qué iba a ser de cena mientras cocinaba.

Dejó de amar la forma en que Jisoo amaba darle besos de mariposa, moviendo suavemente sus pestañas increíblemente largas y suaves contra los nudillos de Jeonghan, o sus pómulos, o su nuca.

Dejó de amar la forma en que Jisoo robaba todas las mantas mientras dormía, convirtiéndose en un burrito humano. Jeonghan acaba de encontrar eso molesto ahora.

Y lo lamentaba, realmente, en cierto modo. Sabía lo que se sentía cuando alguien te decía que ya no estaba enamorado de ti. Y no se sentía bien.

No quería lastimar a Jisoo, así que tomó una decisión que ahora se da cuenta que fue un error. Él esperó. No dijo nada, y esperó a que Jisoo se diera cuenta por sí mismo. Jeonghan sabía que Jisoo no era estúpido, y lo averiguaría en algún momento, y lo hizo.

Jeonghan se arrepiente mucho de lo que dijo en la discusión infernal que vino después. Las últimas palabras que Jeonghan le había gritado a Jisoo, mientras el otro estaba empacando una bolsa de viaje para irse, fueron: "Bueno, ¿qué diablos querías que hiciera, Jisoo? ¿Fingir? ¿Te hago pensar que todavía te amo? "

Jisoo había girado la cabeza, las lágrimas corrían por su rostro. Se levantó y salió furioso, sin siquiera tomarse el tiempo para sacar su paraguas del armario, a pesar de que estaba lloviendo.

Jeonghan había querido decirle: "No te estoy diciendo que no tengas permitido estar molesto, por supuesto que lo estás, sé lo que se siente, lo siento".

Entonces, tal vez fue mejor que Jisoo no se quedara para escuchar lo que Jeonghan tenía que decir.

La frase favorita de Jisoo, su mantra, era, "Una disculpa sin cambios es solo manipulación", y Jeonghan asumió que lo mismo se aplicaba a las disculpas que no eran sinceras

Jeonghan recordó al mejor amigo de Jisoo, Seokmin, diciéndole a Jisoo en múltiples ocasiones: "Incluso la ciruela más dulce tiene un tiempo limitado". Jeonghan pensó que Seokmin tenía razón.

La ciruela de Jeonghan y Jisoo había sido tan dulce, regordeta y madura y goteaba jugo una vez que uno hundía los dientes.

Pero incluso las ciruelas más dulces se marchitan, y Jeonghan estaba de acuerdo con eso. Esperaba que algún día Jisoo también estuviera de acuerdo.