Ahora Si, Disculpame

310 49 72
                                    

Anne

Estoy de camino a la escuela junto con el señor George.

Anoche no pude dormir, la tormenta nos golpeo, el viento rugia entre los cerezos y golpeaba las ventanas de Green gables.

El olor a petricor inunda mis fosas nasales, es tan dulce ese aroma. Es como el olor a gasolina.

—Señor George.. ¿Alguna vez se a enamorado?—

—Claro que Si, Anne. ¿Por qué la pregunta? ¿Está enamorada? —sonríe.

Mi mirada se posa en la ventana y veo como dos gotas pequeñas caen y se juntan— No. Es solo una pregunta, nose lo que es el amor, es algo tan complicado y difícil.

—Te contaré una historia pequeña Cuthbert—

—Oh, perfecto. Amo las historias—

—Había una vez.. Un joven chico y una joven, los padres de aquella joven prohibian que viera al joven. Ellos dos estaban enamorados y decidieron esperar un tiempo.. —un suspiro salió de su boca— al cumplir la mayoría de edad, el joven tuvo que salir de su país. Y otra vez se decidieron esperar.

Eso es tan trágico.

—Al llegar la joven—Dio una pausa— ya no estaba bien.. Ella lo había esperado tanto tiempo, pero enfermo.
Los padres por fin los dejaron estar juntos. Ya era muy tarde, a la joven le quedaban pocos días de vida, pero los aprovecho al máximo. Luego de ese tragico evento el joven empezó a trabajar con unos antiguos amigos y unos años después conoció a una hermosa niña pelirroja de quien ahora es muy amigo—dijo Sonriendo.

La niña era yo, la historia es de él.

—Señor George.. Yo nose que decir, lo lamento tanto, tuvo un romance tan trágico, como de las historias —

—Lo tuve, pero agradezco haberte conocido—el auto freno, ya habíamos llegado—Bueno llegamos fiona.

—¿me parezco a Fiona? —

—En lo pelirroja, las pecas y tu carácter. Si—comenzó a reir, Que gracia me da.

—Ja,mire que risa me da—dije sarcastica.

—Ya señorita Cuthbert, la señorita Barry la espera—

—Adiós señorito Russo—

Olvide mencionar que George es Italiano.

—¡arrivederci Princesa sacamocos! —

Salí del auto y bajó la ventana.

—¡See you later Almirante
pestilente!—grite, cabe mencionar que varias personas nos veían.

—¡Ciao mala pata!—grito.

—¡Au revoir señor! — volví a gritar y Diana me tomó del brazo.

—Si si, hasta luego— exclamó Diana.

Llegamos al salón y nos sentamos en nuestro puesto.

—Anne Shirley-Cuthbert, dijiste que me tenías que contar algo ultramegahiper importante— Las demás chicas se acercaron a nosotras haciendo un círculo.

Iba a contarle a Diana de Cole y Sarah, pero eso era privado. Aunque es una pequeña teoría, nada confirmado aún.

—Tengo una idea. ¿Y si hacemos una feria en memoria de Minnie may?—la cara de las chicas se desfiguro, literal.

—Anne.. —Dijo Diana en un hilo de voz.

—Mira Annita, deja a Diana en paz
—Dijo Josie.

Todo Fue Una Mentira Donde viven las historias. Descúbrelo ahora