Caminaba por el pasillo, las manos me sudan, estoy nerviosa. Ya hace tiempo e descuidado mí trabajo, no voy a mentir, pero perderlo era algo que no quería.
Oficina del Sr. Cowell
"Aqui vamos".
-Señor, ¿Me buscaba?-
-Pasa y cierra la puerta porfavor-
Obedecí.
-¿Sabes qué hora es (T/N)?
Mire el reloj que adornaba el citio. *8:30*.
-¿QUE SI SABES QUE HORA ES?-
Me exalte ante la pregunta.
-No señor, no me había percatado-
-¿Que excusa me vas a poner ahora (T/N)-
-Ninguna señor-
-¿Quieres seguir aquí?-
-Si señor, necesito mucho este trabajo-
-Entonces ¿por qué no solo llegas a horario? No entiendo, viniste a la entrevista y te di la chance de quedarte, te di un lugar en esta empresa Y NO LO VALORAS UN CARAJO. ¿Quien te crees para llegar tarde? ¿Quien te dijo que podías hacer lo que se te daba la puta gana? Quieres que te despida, ¿Verdad?-
-No señor-
-ENTONCES- grito dando un golpe en el escritorio- NO VUELVAS A LLEGAR TARDE. Vete y más te vale que mañana vengas decente, esto es una compañía sería, no una guardería para que vistas de payaso-
Me di media vuelta y caminé hacia la puerta.
-(T/N) ¿Qué no sabes hablar?-
Me quedé unos segundos viendo el pomo de la puerta. Volví mí rostro hacia el.
-Gracias Señor, no volverá a pasar-
-Ya vete-
Salí, ya no tenía ganas ni de llorar, hace tres años atrás lo hubiera echo, pero el tiempo me a endurecido de tal manera que soy neutra en cada situación que sucede.
-Hey, ¿Cómo te fue?-
Escuché a mis espaldas, esa voz, tan tranquila y suave. Me di la vuelta para encontrarme con el desconocido del ascensor.
-Si- titubie un poco en contestar.- Si, me fue bien, solo quería saber porque llegaba tarde-
-Pss, como si el nunca lo huebiera echo- dijo rodando sus ojos.
-Si, ¿No? Cómo si nunca hubiera faltado a la escuela o a algo. Ambos nos reímos.
Era agradable, sin dudas.
-¿Styles?-
Llamo Cowell desde su oficina.
-Si, soy yo- respondió el, haciendo un saludo con su mano, acción que me pareció tierna.
-Adelante porfavor-
Volteó nuevamente hacía mí.
-Ok, deceame suerte- dijo mostrando todos sus dientes en una amplia sonrisa.
-Muchisimas suerte, Styles- le respondí.
-Harry, dime Harry- extendió su mano hacia mí.
-(T/N), un placer- tome su mano y se sintió mucho mejor que la primera vez.
Nos soltamos y camino en dirección hacía la oficina. A mitad del camino se dio la vuelta y me levanto sus pulgares y volvió a sonreír. Le devolví el gesto.
Paso por las puertas, no sabía si lo volvería a ver.
Volví sobre mis pasos cortados y me dirigí a mí escritorio, me acomode y me percaté de la gran montaña de archivos que tenía que pasar. "genial voy a estar hasta la noche con esta porqueria".
*10:30 a.m "que lenta se me está pasando" por fuera parecía una persona normal, pero por dentro, estaba echa un mar de lágrimas y gritos agónicos.
Me levanté por un vaso de agua, para mí agrado en el dispenser se encontraban mis compañeras de hace 5 años.
-Hay está, que paso ¿Se te pego la cama?-
-Ya no nos quiere ver, por eso llega tarde-
"Como lo supo" tenía ganas de decirle.
-No te hagas la víctima, que a nadie le das pena. Bueno si, pero no de la forma que crees-
-¿Qué paso no te alcanza para una ropita mejor-
-(T/N) ¿Sabes qué? Tengo mucha ropa que ya no me gusta, pensaba dársela a la gente que si la necesita. Pero viéndote, te la voy a dar.
Hace 5 años me las vengo fumando, son insoportables.
Puras risas escuchaba, ya mis oídos bloqueaban sus palabras, ya no les daba importancia.
Tomaba agua, ya que no nos permiten tener nada encima del escritorio, cuando todas se callaron y miraban para un costado.
Murmullos y caras rojas, hasta casi podía percibir las hormonas en el aire.
Me di vuelta para ver de qué tanto me perdía y hay estaba el, venía junto al jefe conversando, el estaba serio pero debes en cuando formaba una sonrisa.
Todas aturdidas por el muchacho, no voy a negar que yo estaba igual.
-Señoritas, porfavor, me prestan su atención. Quiero hacerles un comunicado, el es Harry, va a estar a prueba una semana, quiero que lo traten con cariño-
-Pss, cariño de sobra tengo para el- dijo Amanda, que se cree la última coca del desierto.
-Yo también-
-Yo igual-
Le siguió el corito de ovejas.
Harry paseaba su vista por los rostros del lugar, hasta llegar al mío, posó su mirada y me dio una sonrisa tierna, yo le devolví el gesto y levanté mí pulgar como antes lo había echo.
Pude sentir algunos ojos clavarse en mí cuello, como si de cortarlo se tratase.
-Muy bien chicas, ¿porqué no le damos a Harry una cálida bienvenida?-
Todos comenzamos a aplaudir, algunas hasta gritaron, no entendía que decían, si es que decían algo, solo lo veía a él, sus ojos verdes brillando con la luz del sol, sus pómulos marcados y sus perfectos dientes.
-Bien, a trabajar, que no están para holgazanear-
Grito el jefe, luego se dirijo a Harry y le dijo algo, obvio no escuché.
Deje el vaso y volví a mí escritorio, mí vista se perdió en el amontonamiento de tarea que tenía, sino me apresuraba iba a hacer una pijamada con los papeles.
-¿Oye?-
-¿Hola?
-(T/N)-
Salte de mí asiento y dejé caer los papeles que tenía en la mano.
-Hay Dios, que susto me diste-
Dije, sin siquiera haber visto quien era.
-Perdoname no te quería asustar, te ayudo-
-No está bien. Hey- dije al levantar la mirada y encontrarme con el.
-Hey- respondió. Otra vez su sonrisa, sin dudas me gustaba.-Gracias por la ayuda- le dije en cuanto todos los papeles estaban en la mesa.
-No hay de que. Oye, ¿te puedo pedir un favor?-
-Si, lo quieras- "lo que quieras, es enserio (T/N)"
-El Sr. Cowell me dijo que debía aprender en como se trabaja aquí, tu, ¿Crees que podrías enseñarme?. No conozco a nadie más y para ser sinceros, me dan miedo- su comentario me hizo reír, estaba en lo sierto, aquí todos dan miedo.
-Es hasta que te acostumbras, no te preocupes y si, yo te enseño todo lo que debes saber-
-Gracias- dijo sin más y se acerco una silla a mí lado.
-Bien Harry bienvenido al infierno en vida-Tercer capítulo.
HARRYYYY 💖💖