-¿Harry? Sigues aquí. Sabes me di cuenta de que...- me detuve en seco cuando me percaté de lo que ocurría.
-(T/N)- H dijo mí nombre pero lo escuché tan lejos, como si me encontrará a largos metros de ellos.
-Perdón, yo no quería, molestar. Solo-
-YA LARGATE TONTA- me gritó Amanda.
Mí corazón estaba acelerado, no podía decir nada, mí vista se nublo y supe que era momento para irme.
Volteé y me marché directo al ascensor.
Al subir en el las lágrimas comenzaron a salir, pero mí rostro era inexistente, solo caían a borbotones.*Unos minutos después*
Las puertas se abrieron con dirección hacía el estacionamiento.
Me quedé un momento ahí parada, mí mente se encontraba en blanco y mí vista hacia el piso.
Comenzé a caminar pues no me quedaba de otra.
De pronto escuché la bocina de un auto y luego sentí un golpe muy fuerte en la cadera y posterior en la cabeza.
-Oye, ¿te encuentras bien?-
-HAY DIOS, HAY DIOS y si mejor llamamos a una ambulancia. No, ¿y si viene la policía? y ¿creen que fue a propósito?-
-Quieres calmarte porfavor-
Podía escuchar cómo eco, estaba aturdida y adolorida.
Abrí mis ojos, veía nublado.
-Desperto, gracias a Dios. Ven nena, te ayudo a poner derecha-
Me habló la mujer que acompañaba al muchacho rubio.
-Mirame, ¿Recuerdas tu nombre?-
-Dios, fue solo un golpe. Dudo que se le haya borrado la memoria o algo así-
-Niall, puedes ser un poco más comprensible-
-¿Que pasó?- fue lo primero que pude decir.
-Hay pequeña, cuánto lo sentimos. Fue un accidente, no te vimos. Perdonamos, porfavor-
-Si, discúlpame, íbamos entretenidos y bueno, no creímos que alguien pasaría- dijo Niall, poniéndose a nuestra altura.
-¿Necesitas que te llevemos a un hospital? No está muy lejos, ¿Que te duele? ¿Te sientes mareada o algo?-
-Si le haces tantas preguntas seguro se va a desmayar-
-No, no, estoy bien. Solo me duele un poco el cuerpo, eso es todo-
-¿Quieres que te acerquemos?-
Pude ver, con la vista más clara, la cara que hizo Niall, seguro habían planeado algo y yo lo arruiné.
-No, tranquila. Ya se va a pasar, no te preocupes- le dije a la amable muchacha que tanto se había preocupado.
-¿Segura?- me volvió a insistir, pero quería subirme al auto e irme a mí casa.
-Si, estoy bien- le di una sonrisa e intenté ponerme de pie, obvio no pude, mí cuerpo estaba muy adolorido, no sabía si iba a poder conducir.
-Ven nena, te ayudo- me habló la chica y me sostuvo de mí lado izquierdo para ayudarme.
-Au-
-Perdón. Niall, ayudame, porfavor-
Niall me tomo del otro lado y por fin pude ponerme en pie.
-Ya, ¿No quieres sentarte?-
-No no- conteste rápidamente. -Creo que ya se me está pasando el dolor. Solo, me quedaré unos segundos para ver si, puedo moverme- me costaba hablar, me falta el aire.
-Am, debemos irnos, se nos hará tarde-
-Niall, no podemos dejarla aquí y menos así-
-No- casi grite lo cual hizo que se sobresalten. -Perdon, no se hagan problema por mí. Estare bien, allá está mí auto-
Les dije señalandolo.
-¿Te molesta si te llevamos? Para quedarme más tranquila, estando en el auto ya lo único que queda es que conduzcas-
-No, no me molesta. Gracias-
Ambos me tomaron como lo había echo antes y me llevaron hacia el auto.
-Ahora abro-
Saque la llaves que estaban en mí pantalón. Por suerte no se habían caído. Quite la alarma y abrí la puerta, al tomar asiento mí cuerpo me dolía el doble.
-Ahora si. ¿Estas bien? ¿Segura podrás manejar?-
-Si, tranquila, no ahí problema-
-Ok, cuídate. A, espera, ten, este es mí número, llámame cualquier cosa que necesites. Cualquier cosa ¿Si?-
Le sonreí al tomar su tarjeta. -Muchas gracias-
-Bueno, cuídate...-
-¡(T/N)!-
Am no pudo seguir hablando ya que un Harry sudado y agitado acababa de gritar desde el ascensor.
Vi como Harry corría hacia mí auto.
-No. Puedes. Irte- pronunció entre bocanadas de aire.
-Dejame explicarte- se tomó las rodillas con las manos e intento calmar su respiración.
Con Am nos intercambiamos miradas. Niall se encontraba cerca, el solo rio ante la escena.
-Bueno preciosa, nos vamos. Llámame porfavor. Mí nombre es Amelia- fue así como se despidieron Niall y su “novia”, yo me quede ahí, dentro del auto con dolores que no sabía que podía tener y un Harry apunto de un colapso.
-¿Bajaste corriendo?- pregunté, era obvio, pero jamás había visto a nadie que lo hiciera.
H me levanto el dedo índice en señal de que le diera un tiempo.
-¿Estás bien?- apesar de lo sucedido me preocupaba.
-Si, ya estoy bien. Creo- hablo al fin incorporándose. -Si, baje corriendo hasta el piso 37 y luego el ascensor se abrió, me subí y baje. Uff, que pésimo estado físico. Seguro mañana va a doler algo-
No le había dicho nada más, esperaba a que se calmara para saber que necesitaba.
-Pero de que rayos estoy hablando. (T/N) porfavor te pido, déjame explicarte-
Por dentro ardía de dolor y no tenía ganas de escuchar nada, pero no podía solo irme luego de que hizo el esfuerzo de bajar y hablar.
-Amanda es una perra- dijo de pronto ya con más calma. -Cuando te fuiste me quedé acomodando mis cosas, cuando escuché que alguien me llamaba, primero creí que era mí mente pero luego me llamaron por segundo vez y obvio ya no podía serlo- Harry me explicaba como había sido la situación haciendo gestos y movimientos con las manos, yo solo podía verlo pero no escucharlo, me estaba “apagando” comenzé a ver todo oscuro y luego solo me desvaneci.
-¿(T/N)?-
-AUN LADO PORFAVOR-
-SALGAN DEL CAMINO. ES URGENTE-
Podía escuchar cómo gritaban y sentía que me llevaban en algo.
Podía escuchar también mí respiración, sabía que estaba con un respirador, conocía ese ruido.
-Vas a estar bien-
-Señor usted no puede entrar aquí-
-¿Va a estar bien?-
-Tendra que esperar-
Fue lo último que escuche, luego caí en un sueño profundo.