¿El yokai o el ángel?

Sigilo y desconfianza.

— Tengo una idea.

— Te escucho. — Volteo a mirarlo.

Yue le narró todo lo que tenía planeado que "podría" funcionar pero la cosa era tratar de convencer a su mayor de acompañarlo a la época moderna, no fue nada complicado convencerlo pues el demonio albino le contó que ya había visitado el mundo moderno, así que fue por su zafiro para luego volver donde el ángel, para poder emprender su camino a la otra época. Por otro lado en la habitación en la que reposaba Inuyasha este intentaba reincorporarse para ir a evitar una pelea entre ellos, además le calaban los nervios pues le daba una mala espina tener a Yue cerca de Sesshomaru.

— Esta vez tendré que ignorar el reposo, es una emergencia.

Inuyasha se levantó finalmente, se cambió a su kimono normal con cuidado de no tocar tanto la herida, no había tiempo que perder y su amado tal vez lo necesitaba, o eso pensaba. Bajó a toda velocidad ignorando su estado físico y antes de que pudiera llegar a la sala principal oyó a su novio y al ángel conversar, sin pelear.

— ¿Debería preocuparme o fingir que no vi nada? Me alegra que finalmente empiecen a llevarse bien pero no confío mucho en Yue ¿Qué pretende hacer?

Inuyasha estaba atento escuchando cada palabra de los otros dos, parecía que Yue planeaba llevar a Sesshomaru al mundo moderno, toda la idea se centraba en el Safaia, lo más probable era que el ángel solo lo este usando como blanco fácil para lograr quedarse con el zafiro más quería descartar dicha idea ya que su hermano no era fácil de engañar y podría deducir si se trataba de algún truco o manipulación. Claro que él había dejado de ser el demonio con carácter frío, distante e introvertido desde hace tiempo pero eso no quitaba que él fuera muy astuto y calculador.

— Pero conozco bien a Yue y no creo que haya usado una excusa para lograr engatusar a Sesshomaru, prácticamente tendría que ser un problema muy grave o algo que para Sessh signifique mucho, y no me refiero a oro o a joyas... un momento ¡Joya! ¡El zafiro! Esa piedra es muy valiosa para él tanto como mi vida.

Ahora todo tenía sentido para el semi demonio, Yue debe tener algún truco bajo la manga y debe haber usado como plan A fingir que el asunto del zafiro se le había ido de las manos para atraer al demonio albino. Por otro lado Inuyasha se sintió como un verdadero idiota al pensar que a su hermano le interesaban el oro o las riquezas ya que a este solo le importa proteger una sola joya y esa era el Safaia. 

— Es que con tantos problemas ya no me es posible pensar con tranquilidad, es más no sé ni que hago perdiendo el tiempo si ya ellos están llendose camino al pozo.

Justamente estaba ocurriendo eso e Inuyasha quería evitar que su amado caiga en la trampa, así que fue por su espada y rápidamente fue a seguirlos sigilosamente sin que estos se den cuenta, por un momento pensó que el cielo se iba a caer pues nunca había visto a su hermano hablar con el ángel con tanta naturalidad, como si se tratasen de viejos amigos. Creyó que tal vez por fin ya habían dejado de lado su rivalidad y habían empezado a llevarse bien, le parecía algo bueno pero sus instintos le advertían que esa paz no duraría mucho ya que ya se había dado cuenta de lo que se traía el ángel.

— Ay Yue amigo, ¿Acaso dijiste "a este ya lo agarré de tonto"? Jeje te equivocas estúpido.

Cuando se dio cuenta que ambos contrarios por poquito lo descubren tuvo que parar de seguirlos por un momento hasta que ambos estuvieran convencidos que no había nadie a su alrededor. Ahora Inuyasha se preguntaba ¿Por qué Sesshomaru no se transformaba e su verdadera forma para llegar al pozo más rápido? 

— Bueno, es una ventaja para mí porque así podría seguirlos más de cerca, además ¿Sessh para qué se transformaría si Yue vuela? En todo caso puedo seguirlos de ambas formas, mejor dejo de pensar porque sino no me concentro bien en seguirlos.