Capítulo #1: Una amenaza

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Muchos hemos tenido una fantasía o solo una simple ilusión que después de esta vida sigue otra en un lugar mejor o que no estamos solos en este mundo lleno de personas diferentes a nosotros, pero iguales en cierto modo. Creemos que hay otro tipo de criaturas, criaturas o seres que nos superan y vigilan nuestros pasos. Muchos desearían que fuera verdad, pero la falta de pruebas hace que esto quede como un simple sueño. 

Pero...¿y si esa fantasía es real? 

¿Qué pasaría si alguien te dijera que existe otro mundo además del tuyo? 

Este mundo es lo que todo ser humano sueña, sin violencia, dificultades, problemas, enfermedades. Un lugar con hermosos edificios de diseños imposibles, palacios de la época medieval que parece que el tiempo nunca afectó, naturaleza y armonía en todas partes, la sensación de por fin estar en un lugar en que perteneces, pero en medio de tanta paz y tranquilidad en este mundo que muchos consideraban imaginario se escuchaban los pasos acelerados de un chico ;tal vez "chico" no lo describe bien considerando que no era mortal... era un ángel.

Los ángeles son normalmente considerados como criaturas de gran pureza destinadas en muchos casos a la protección de los seres humanos y este era el caso. Los ángeles si existían, nos vigilan, nos protegen de cualquier cosa a pesar de que algunas personas los ven solo como un mito. 

Pero así como hay ángeles existen demonios, y esas criaturas no se comparan en nada con ellos. Puede que una vez hayan sido ángeles, pero los placeres de la vida humana fueron los que causaron su desgracia. Ahora su existencia se basa en hacer que los humanos caigan en los mismos errores que ellos haciendo que su vida sea miserable, esa era su diversión desde hace siglos y los ángeles siempre hacían lo posible para evitarlo.

Hasta que ellos llegaron demasiado lejos.... y ahora los ángeles no tenían más opción que recurrir a medidas desesperadas.

El chico entró a uno de los castillos siendo seguido por un grupo de ángeles los cuales el consideraba como sus hermanos entre ellos estaba Miguel el jefe del ejercito celestial, Uriel quién era el protector de las tierras y los templos de Dios seguidos por otros más. Y él era el ángel de la muerte encargado  de recibir las almas de los muertos y conducirlas para ser juzgadas. 

Ingresaron a una sala donde solo se podía ver una mesa y un par de sillas, el grupo se sentó con impaciencia por saber el por qué los habían llamado con esta insistencia. 

En ese momento entró Gabriel, el mensajero, a paso rápido a la sala con una expresión de preocupación en su rostro.

—¿Que ha pasado? —preguntó Miguel con calma conduciendo a Gabriel a una silla para que estuviera más cómodo.

—Las noticias —hizo una pausa—.pasaron la franja y...—el chico frunció el ceño al ver que Gabriel no hacia más que dar frases incompletas.

—Sé más claro, Gabriel—expresó con fastidio el chico, no estaba de humor para esta clase de cosas. Tenía almas que buscar además del hecho que tuvo un mal presentimiento todo este día y seguía sin saber el por qué.

—No es tan sencillo Azrael... —Gabriel le dio una mala mirada a la vez que sonreía, sabía como le molestaba que lo llamaran así.

—¡Te he dicho que ya no me llamo así! —el chico expresó con un tono de molestia antes de cruzarse de brazos.

—De acuerdo. Perdón, Niall —Gabriel estrechó su mano dando por terminada la tonta discusión.

—Hoy recibí un mensaje importante y no les va a gustar... —suspiró antes de decir la noticia.

—Los demonios fueron a la tierra y antes de que digan que eso pasa siempre solo quiero que sepan que de alguna manera lograron obtener forma humana —terminó de decir Gabriel, en ese momento todo el salón quedó en silencio.

Cada uno estaba pensando alguna manera de explicar aquello, pero no encontraban ninguna. Los demonios no podían tener forma humana a menos que se tratara de una posesión, y el único capaz de otorgar forma humana a otro ser sería Dios a menos que... alguien más hubiera encontrado la forma de lograrlo.

—¿No fue por posesión? —preguntó Uriel solo para eliminar lo obvio. 

—No, ellos tienen su propio cuerpo y ya han empezado a dar problemas —Gabriel se dirigió a uno de los espejos de la sala posando su mano en el vidrio y pensando lo que quería ver.

En ese instante apareció la imagen de un noticiero anunciando que un avión había caído en medio del océano después de que el cápitan se hubiera muerto de maneras desconocidas. Pronto apareció imágenes de edificios en llamas, en el espejo aparecieron las caras de llanto de las personas por diferentes tragedias. 

Y así era como los demonios hacían que los humanos cayeran. Les golpeaban donde más dolía, nada es más frágil que la vida humana, para esos seres es tan fácil quitarla que no les importa las repercusiones que podría tener. Sabían que si le quitaban algo importante a un humano este se vería obligado a buscar un reemplazo y ese reemplazo podría ser la bebida, las drogas, cortarse, de manera que poco a poco la persona va a matándose a si misma mientras los demonios solo sonríen al ver que han acabado otra vida, que han hecho a otra persona caer.

—Necesitamos hacer algo —expresó Niall levantandose de su asiento a punto de tomar una de las espadas colgadas en la sala.

—No podemos hacer nada estando de esta forma —dijo Gabriel señalandose a sí mismo. 

—No podemos aparecer en el mundo de los humanos estando así —señaló sus alas además de su vestimenta que consistía en simples túnicas de la época antigua.

—Además que si vamos los demonios sentirán nuestra presencia y será más duro atraparlos—completó Miguel pensativo.Nunca había pasado esto antes, los demonio cruzaron una línea que fue trazado hace miles de años y nadie había roto al menos no hasta ahora.

—Necesitamos una cubierta, algo que nos deje tener nuestros poderes y al mismo tiempo que no seamos llamativos para los humanos o demonios... —murmuró Rafael en voz baja, pero todos le escucharon. 

—¿Acaso estas pensando que...? —Niall leyó el pensamiento de Rafael antes de que el lo dijera, él tenía ese don. Podía leer los pensamiento de las personas y hablarles por la mente, cada arcángel tenía un don diferente y ese era el suyo. También aprendió como construir una pared invisible a sus pensamientos haciendo que nadie fuera capaz de leerlos.

—Si, debemos obtener una forma humana —Rafael lo dijo haciendo que todos voltearon a verlo con caras de sorpresa, habían peleado muchas batallas, habían vigilado y cuidado de los humanos por siglos, pero ninguna de esas veces fue necesario obtener forma humana y convivir con ellos. 

- Chicos creo que ya tienen por entendido que esta misión será distinta a las demás, pero les hemos ganado a estos seres siempre no dejemos que eso cambie  —Miguel habló en voz alta haciendo que las preocupaciones de cada uno se reducieron a cero. Era cierto que sería algo nuevo para ellos, pero no podían dejar que eso les afectara. 

—Habrá peligros, veremos cosas nuevas, pero solo recuerden que no pueden dejarse llevar, no dejen que ese mundo los consuma y se conviertan en algo que no son. Ya no queremos más caídos... —en esta última parte Miguel volteó a ver a Niall, el chico no hizo más que mirar a otro lado.

No le gustaba que le recordaran sus errores del pasado.

El grupo salió de la sala y fue a prepararse para esta misión. Saldrían esta noche sin saber que clase de retos iban a encontrar y a lo qué se iban a enfrentar con solo una preocupación en mente: no dejarse llevar por los humanos y convertirse en caídos...

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⏰ Última actualización: Jan 30, 2015 ⏰

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