→𝑵𝒐 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒐 𝒐𝒍𝒗𝒊𝒅𝒂𝒓𝒕𝒆 ← (ʀᴜʙᴇɢᴇᴛᴛᴀ-ʟᴜᴢᴜᴘʟᴀʏ-ʟᴜᴢᴜɢᴇᴛᴛᴀ)

Parte 1 →Siempre estare para ti←

Después de un tiempo, nos encontrábamos a las afueras de Karmaland, el sol se estaba ocultando dejando una agradable iluminación y un clima nulo.
Ambos bajamos de la moto y nos sentamos sobre el cesped. No había ningún ruido, solo unos grillos a lo lejos y las hojas que bailaban al compas de el viento.

–El no te merece... Eres una persona con un corazon demaciado puro como para una persona que es una basura.  –Dije tocando levemente su hombro.

El silencio se hizo presente. No era nada incómodo para ambos chicos que estaban mirando como el sol se iba ocultando poco a poco, provocando que el cielo se torne de un color rosa y anaranjado.

–Y-yo.. Creia que el me amaba, Luzu.. Pero el solo me quería por mis cosas.. N-no creo que el fuera capaz de eso.. Se que fue una apuesta pero, yo me enamore de el.. De mi osito. –Dijo el pelinegro con los ojos cristalizados.

Luzu miro con pena a Vegetta, elevando una de sus manos y quitando unas de sus lágrimas que caían por sus mejillas carmesí. Llamando la atención del pelinegro.

–Vegetta.. Se como se siente que te rompan el corazon.. Que solo te tomen como un juego. Pero.. Te prometo que no me alejaré de ti, veras que podrás superar a Rubius y ser el Vegetta sonriente que todos conocemos. No será facil pero tampoco es imposible. No te abandonaré, triple siete. –Dijo Luzu con una de sus manos en la mejilla de el pelinegro, haciendo que el haga una leve sonrisa y ponga su mano sobre la de el castaño.

–Gracias Luzu.. Eres el mejor. –Luzu se acerco a Vegetta, formando un abrazo cálido. La poca luz que daba el sol, los iluminaba a ellos.

Ambos se separaron, juntando sus miradas. Luzu fue el primero que miro hacia otro lado por su timidez al tener los ojos brillantes y morados de Vegetta sobre el.
Vegetta se paro de su lugar mirando el acantilado que estaba frente a el. Levanto su mano y tomo el anillo que tenía en su dedo anular, sacandoselo y mirando el nombre tallado que tenía en el.. "Rubius".

–YO YA NO TE AMO, RUBÉN DOBLAS! –Grito para después tirar el anillo de oro al acantilado.

Luzu rio ante la locura de su amigo y se paro a su lado.

–ENTENDISTE DOBLAS?! EL YA NO TE AMA! –Grito a el mismo tono que Vegetta, provocando que este ría.

Ambos chicos rieron por un rato. Miraron el solo que se ocultaba y la luna que se hacia presente. Vegetta tomo de la mano a Luzu a lo cual este se sorprendió.

–Venga Luzu, creo que empezara a llover, quieres quedarte en mi casa esta noche? –Empezaron a caminar hacia la moto azul que habían dejado detrás de un árbol.

El pelinegro se posiciono al volante y el morocho detrás de el, dejando sus pequeñas y palidas manos en la cintura de el conductor.
La moto se puso en marcha, tomando velocidad. Ambos miraban como las luces de los insectos, casas y hadas estaban apareciendo poco a poco. Era todo tan bello para sus ojos. Después de unos minutos estaba ya en el pueblo de Karmaland, cruzando los caminos y viendo como las personas del pueblo los miraban. Algunos susurraban cosas.. Se ve que ellos ya se enteraron de lo que paso en la boda.

Llegaron a la enorme casa en la isla de Vegetta, con las luces y las enormes escaleras frente a ellos.
Vegetta soltó un suspiro al ver de nuevo su puerta destruida, a lo cual Luzu ahogo una pequeña risa.

–Es que son tontitos.. –Miro su puerta destruida.

–Que te parece si mañana la arreglamos? Creo que hara un lindo clima a pesar de que hoy abra lluvia. –Miro a Vegetta.

–Me parece muy bien, Venga vamos arriba que ya están empezando a caer gotas de lluvia.

Luzu asintió y comenzaron a subir las escaleras de roca, mientras que la lluvia se hacia mas fuerte.
Ambos llegaron a la cima empapados pero riendo por las anecdotas que se contaban por mientras.
Vegetta vio su correo, había una nota que a el le llamo la atencion.

Ven a mi casa cuando puedas.

                                                                  –Rubius.

Un gusto amargo recorrió la boca de Vegetta.