Capítulo 1.

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El aire que retiene escapa de sus labios sonóramente y cierra con fuerza los ojos moviéndose más rápido sobre el otro, pues es que simplemente se le dificulta callarse tantos gemidos acumulados en su garganta, si su entrada está recibiendo algo tan grande y con tal dureza que no puede evitar moverse también.

Zabdiel eleva sus caderas para golpear en su interior y él baja de la forma más ruda posible sobre su pene. El agua de la bañera desborda constantemente por las orillas debido al movimiento de sus cuerpos dentro de éstas y ambos se contienen de más porque todos aún duermen y no precisamente tienen la intención de que sepan lo que sucede entre los dos.

Se supone que conseguirían chicas esas vacaciones porque son los únicos solteros entre sus amigos, pero realmente no están ni un poco interesados en los planes ajenos aunque digan lo contrario. Ellos sólo están ahí para poder pasar tiempo juntos sin nadie que esté preguntando a donde y con quién salen, y escapar de las fiestas cuando sus amigos están ebrios bailando y disfrutando de todo se les ha hecho demasiado fácil. Eso definitivamente lo agradecen porque sería frustrante no poder librarse y salir, sólo para correr juntos hasta la cabaña y coger.

Eso hacen y no hay remordimientos. ¿Por qué tendrían que haberlos si se gustan tanto?

-Oh Zabdiel -el castaño gime en un susurro y apoyándose de los bordes de la bañera se echa hacia atrás, dejándose abrir por el pene del chico, que le mira de manera gloriosa porque es así justamente como se siente, en la gloria.

Zabdiel le toma de las caderas deteniendo un momento sus penetraciones y lo mueve circularmente sobre él, disfrutando de ver como se muerde el labio pasando de ser rosita a rojo debido a la fuerza con la que lo hace y también, de aquél calor abrazador que rodea su miembro.

Joder, ya necesita que todos se larguen para poder follarlo como mejor le plazca y escucharlo gritar. No necesita nada más que eso y no quiere pasar el verano con nadie más que con él, en completa soledad.

-Hmm... -Christopher escucha el gruñido que escapa del chico y se sacude cuando vuelve a dar saltitos sobre su pene, casi gritando cuando la punta golpea contra su próstata un par de veces.

El miembro del rubio sale de su interior y él aprovecha a estirarse hasta su rostro para besarlo, mientras el chico se apura a acomodarse de nuevo en su entrada y hundirse en él de un sólo empuje haciéndolo arquear su espalda.

-Chris, muévete -le pide casi suplicando, necesitado de sentirse llevando su interior.

Sin más, Christopher mueve rudamente sus caderas de adelante hacia atrás haciendo que salga más agua.

-Chicos... -escuchan una voz lejana llamar pero ninguno se detiene porque por suerte, la puerta de la habitación tiene seguro y la del baño también- ¿están despiertos? -la chillona voz de Emilia insiste y escuchan algunos murmullos afuera.

-Christopher, Zabdiel -Joel llama.

-S-sí... -responde el castaño alzando la voz para que puedan escucharlo sobre las dos puertas cerradas e intenta con mucho esfuerzo no chillar cuando el rubio golpea una y otra vez contra su punto g, sin parar-. Ah, Zaaab...

Sus suaves gemidos son contrastados con las intensidad en el golpeteo contra su interior y sus cuerpos moviéndose en compás.

-¿Zabdiel ya despertó?

-Mm no.

Con inseguridad responde y abre los labios cuando su pene comienza a chorrear sobre el agua que aún queda.

La suerte que tienen de que sus amigos no puedan vivir separados de sus novias es lo mejor porque cuatro habitaciones no habían sido suficientes para ocho personas, por lo que a ellos los habían dejado compartir una.

Fiesta en mi casa || Chrisdiel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora