Capítulo 2.

118 15 4
                                    

Bajo el rítmo de una sensual canción en inglés, Christopher mueve las caderas de un lado hacia el otro, hipnotizando con el vaivén a algunos cuantos que le miran y causando un poco de asombro y envidia ante algunas chicas que están por ahí pero, más que nada, haciendo babear a Zabdiel que está sentado justo enfrente suyo. Ese es su único propósito, encenderlo y luego actuar inocente hasta llegar a estar solos para que lo folle duro.

La forma en que su cintura parece más estrecha y la curva en ella que lleva hasta su cadera cada vez que se mueve, hace al rubio morderse discretamente el labio, puesto que sus amigos también están ahí.

-¡Hombre, enséñame el truco! -suelta Yocelyn acercándose hasta el castaño para copiarlo, y aunque Zabdiel podría verla también hay tres buenas razones para no hacerlo: 1 es novia de su mejor amigo; 2 es su mejor amiga; y 3, las mujeres no se le dan bien.

-¡Lo enseñé yo! -grita Emilia por encima de la música, riendo con una copa sobre sus labios y acercándose también con Nadia siguiéndole para rodear al castaño.

Un suspiro escapa de los labios del rubio que desvía la mirada y se encuentra con los chicos mirando a sus novias con emoción al verlas intentando bailar también. La verdad es que no le importa, si él ya no puede ver a Cristopher ya no hay nada interesante y con el problema que tiene bajo los pantalones le parece suficiente para largarse, o simplemente para alejarse un rato de todo ese ambiente de alcohol, desnudos y calor asfixiante. Sólo quiere llegar a su habitación con Christopher para poder sacarse la ropa, sentarlo sobre su erección y follarlo duramente hasta escucharlo agotado pedir descanso.

No pide más.

Se levanta de su asiento y camina hacia los baños pasando por enfrente de los chicos y los escucha murmurar sobre Christopher y sus marcados movimientos al bailar, además, de lo mucho que todos le miraban en tantas formas y bufa, porque le importa poco quien lo haya mirado si sabe bien que ese culo sólo se ha movido para él y al estar solos se lo volverá a follar.

-Pero se veía muy afemimado ¿no? -espeta Erick con una expresión divertida en el rostro- Por eso esos tipos se lo comían con la mirada. Que asco.

-Realmente no sé por qué lo hizo, pero se vió horrible.

-Joel, te aseguro que si hubiese sido una chica no habrías dicho lo mismo -suelta Richard, riendo-. Es más, si fuese él en femenino.

Joel, rodando los ojos asiente ante el comentario del moreno y con obviedad, refuta.

-Por supuesto que no diría nada si fuese así, es más, hasta disfrutaría -admite-, pero es Christopher "soy súper masculino" y el carita de la universidad, así que no gracias, yo paso.

-X2 -Erick ríe y Zabdiel se acerca finalmente, sin sentarse ni nada, simplemente quedándose al frente de los tres.

-¿Asco? -repite con duda lo que ha escuchado de Erick mientras deja su tarro sobre la barra y toma de una el shot que le entrega Richard- ¿Que lo miraran tanto o que bailara así? -el ojiverde, como aquella mañana no sabe decir, aunque sabe que la ha cagado y Zabdiel siempre se encarga de hacerle saber cuando ha dicho algo que no debía- Erick, que pena ser tu amigo. No coincido contigo, en primer lugar porque no tiene nada de malo ser "afeminado" y en segunda porque muchos hombres no saben bailar y hacen ese mismo movimiento.

-Él sabe.

El rubio mira a Joel y suelta un suspiro cansado.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 02, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Fiesta en mi casa || Chrisdiel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora