20 de agosto del 2020
Desde casa.
¿Qué me enamoró de ti? Es una pregunta muy grande, con un significado tan pesado que temo que cualquiera que sea mi respuesta no podría hacerle honor a lo que espero transmitirte. Siempre has sido así, nunca conforme y tal vez estoy enamorada eso también.
Somos como dos esferas calientes, rojas, vivaces, lujuriosas y de almas viejas; ocultas bajo toda esta apariencia serena. Buscamos constantemente escapar de esta piel que nos tiene presos.
Lo podía ver en tu rostro, esa expresión cargada de cansancio y pesadez; podía ver como tu alma rasguñaba por salir de ese cuerpo que te mantenía alejado, y seguramente tu veías en mis ojos nada menos que una curiosidad innata por la que preguntabas y elogiabas cada que tenías oportunidad. ¿Serán mis elocuentes palabras las que te hacían reír o la manera espontanea en la que adiviné tus pensamientos sólo con observarte? ¿Descubriste la razón de mis miradas? ¿Descifraste este laberinto que te he creado con exclusividad?
Porque he escuchado decir, que por mí preguntas cuando no estoy en tu aula. Esa donde he recolectado conocimiento; conocimiento general y conocimiento de la vida, sobre la libertad, sobre el amor y sobre todo, sobre mí misma.
Este amor es triste. Me consume, me abruma y me enseña.
A esta corta edad, casi el doble de la tuya; Puedo decir que mi primer amor fue uno que valía la pena, uno forjado desde las emociones humanas en su estado más puro y desde la honestidad más pulcra que el conocimiento puede regalar durante tus casi 38 años.
Y sé que soy muy obvia con lo que siento, nunca he dudado de tu intuición y por eso sé que tú mejor que nadie se hace una idea del porqué de cada detalle. Sé que viste en mí esas ganas por un abrazo tuyo cuando te regalé la taza, para que tomaras ese café cargado que tanto te gusta hacer... Y que sé que te gusta que yo te haga, pues ese es el único secreto que todos saben. Has dejado en claro en cada clase y antes de entrar a ella, que quieres que te prepare ese café amargo que seguramente degustas con toda felicidad.
Me encantaría hacerte café cada que tu vida te pesa hasta el cansancio.
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TODAS LAS CARTAS QUE TE HE GUARDADO
RomanceEscribiré sobre él, escribiré algo que nunca leerá y que seguramente se perderá en el tiempo como una pequeña partícula de lo que sentí. Escribiré de mi amor flamante del que ahora sólo él es dueño y que seguramente nunca sabrá que fue así. Intent...
