tratando de volver a casa ☆[Homestuck Fanfic]☆

☆Destruyendo un hospital☆

-¿Listos? - preguntó Kankri.

-¡Listos! - dijeron Cronus y Mituna al unísono.

-yo no... - Katria estaba asustada.

- A la de tres... - volvió a decir Kankri - una... dos... -

-¡¡Tres!! - interrumpió Mituna y los cuatro salieron corriendo de la habitación del hospital.

-¡¡Aaahh!! - Katria no pudo evitar soltar un grito.

Ella iba tumbada en la camilla junto con la máquina que contaba su pulso. Mientras, los chicos estaban en diferentes lados de la camilla, empujandola y llevándola lo más rápido posible por los pasillos del hospital.

- ¡Alto ahí! - gritó un enfermero y empezó a perseguirlos.

En cuestión de segundos unos guardias de seguridad y otros tres enfermeros comenzaron a seguirles.

- Necesitamos ir más rápido - dijo Cronus.

- ¡¡Tengo una idea!! - dijo Mituna.

Kankri y Cronus se miraron entre si simultáneamente.

- Mituna, no sé qué idea tendrás, pero sea lo que sea no... - Kankri no terminó la frase por qué escuchó un ruido extraño.

Giró la cabeza sin dejar de correr y vio como algunos guardias y enfermeros se estaban resbalando con un extraño líquido azul del suelo.

- ¡¡Me regalaron un bote de jabón azul cuando nos detuvieron!! - explicó Mituna.

Tanto Kankri como Cronus y Katria estaban asombrados.

Aquello fue inesperadamente inteligente.

- ¡El ascensor! - gritó Cronus al ver como el ascensor se estaba cerrando.

- ¡Rapido, por las escaleras! - indicó Kankri.

-¡¿Espera, qué?! - los gritos de Katria fueron ignorados.

De una patada Cronus abrió la puerta de la salida de incendios y usaron la camilla como barricada.

Kankri le quitó a Katria el cable que la conectaba con la máquina de pulsaciones y Cronus cargó a la sangre granate entre sus brazos estilo princesa. 

Los trolls echaron a correr por las escaleras tan rápido como pudieron.

Consiguieron salir fuera del hospital saliendo por la puerta de incendios que conectaba con el aparcamiento.

- ¡Corred hasta la ambulancia! - gritó Cronus.

- ¡¿Qué?! - preguntó Kankri confundido.

- ¡Tranquilos sé lo que hago! -

En ese momento kankri no tenía mucho tiempo para discutir o pensar ya que los enfermeros y guardias de seguridad les pisaban los talones. Así que decidió seguir el plan de Cronus sin saber de que trataba. Aunque se hizo una idea cuando Cronus le mostró unas llaves que, por el llavero, supo que no eran de Cronus.

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[Un par de horas después] ***
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Porrim y Latula estaban pegando carteles de "Se busca" con las fotos de Kankri y Mituna.

Ambas chicas estaban preocupadas y cansadas. Habían pasado dos días buscando sin parar a ambos chicos.

- Latula, cariño, pásame otro cartel, por favor. - pidió Porrim.

- Eh... Creo que ya hemos pegado suficientes aquí... - dijo Latula observando la pared que, efectivamente, estaba completamente cubierta por dichos carteles.

El fuerte sonido de una ambulancia asustó a ambas chicas. Se dieron la vuela y vieron como una ambulancia pasaba al lado de ellas a toda velocidad.

Una de las puertas de dicha ambulancia estaba rota y a través de ella pudieron ver a Cronus, conduciendo, junto con kankri que se encontraba en el asiento del copiloto.

-¡¡Kankri!! - gritó Porrim y comenzó a perseguir la ambulancia. Latula la siguió por detrás en su patineta.

Mientras tanto, dentro de la ambulancia...

- ¡¡Los frenos no funcionan!! - gritó Cronus.

- ¡¡Si me muero antes de tiempo, no te lo perdonaré!! - gritó Katria desde la camilla de la ambulancia.

Mituna estaba agarrado a ella incapaz de abrir los ojos por el miedo.

- ¡¡Cronus, el lago!! - gritó Kankri señalando desde su ventanilla.

- ¡¡No es un buen momento para disfrutar del paisaje!! - Dijo el conductor.

- ¡No es eso, idiota! - se enfadó Kankri - ¡Conduce hasta el lago y métenos dentro del agua, si mis cálculos son correctos la ambulancia se hundirá y nosotros podremos salir ilesos antes de que se hunda del todo! -

- ¡¡Kankri, eres un genio, te amo!! - gritó Cronus mientras giraba el volante drásticamente haciendo que la ambulancia se dirigiera al lago.

Tal y como kankri había planteado, la ambulancia se detuvo al llega casi al centro del lago.

- ¡¡Rápido!! -

Los trolls no perdieron el tiempo y salieron de ahí lo antes posible.

Cuando por fin alcanzaron tierra firme vieron como lo que quedaba de la ambulancia se hundía en el agua hasta llegar al fondo del lago.

- Casi no lo contamos... - dijo Katria tratando de controlar su respiración al igual que los otros tres trolls.

- ¡¡Kankri!! - el nombrado se giró al eschucar a Porrim gritar su nombre.

La troll tatuada corría en dirección a ellos y cuando estuvo lo suficiente cerca abrazó al troll de suéter rojo.

- ¡¡Mituna, amor mío!! - gritó Latula quién también se acercaba corriendo.

- ¡¡Latula!! - gritó Mituna lleno de felicidad.

La troll de sangre Turquesa saltó encima de Mituna y besó los labios del troll sangre amarilla. Mituna correspondió el beso.

Las trolls recién llegadas comenzaron a hacer preguntas a Kankri y Mituna mientras se quejaban de lo preocupadas que habían estado.

Cronus tomó a Katria entre sus brazos. Se habría ido con ella si Porrim no le hubiera detenido.

- ¡Tú! - gritó furiosa la sangre jade - ¡Tu tienes la culpa de que mi bebé haya estado desaparecido! -

"¿Bebe?" pensó confundida Katria.
La sangre granate miró a Cronus buscando respuestas, éste señaló a Kankri con la mirada. Sólo ver cómo el sangre mutante trataba de tapar su cara con su suéter, intentando ocultar su vergüenza, hizo que Katria estallara en carcajadas.

- ¡¿De qué te ríes?! - le preguntó enfadada Porrim mientras Cronus trataba de no reir. La risa de Katria era bastante contagiosa.

Al final, Mituna y Latula comenzaron a reír también. Cronus no aguantó más y dejó que su risa fluyera.

"De todas formas Porrim me va a golpear sí o sí" pensó el sangre violeta.

Kankri se les unió al rato.

Después de todo lo sucedido, reír era algo que realmente necesitaban nuestros protagonistas.

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( Unos minutos después)
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Después de contar todo lo sucedido los anteriores dos días y presentar a Katria (a buenas horas). Porrim abofeteó la cara de Cronus y se llevó a Kankri en contra de su voluntad.

Mituna y Latula se quedaron un rato hablando con Katria.
Se podría decir que a la sangre Turquesa le agradó mucho la chica nueva.

Al rededor de la una, Latula y Mituna se despidieron de Katria y Cronus. Estos últimos se dirigieron a la casa del Ampora, donde Katria pasaría los últimos días de su vida reviviendo recuerdos con su viejo moirail.