uno.

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🍒;;

Yoongi jamás iba a olvidar como conoció a ese precioso chico, estaba en sus peores días y ese chico no solo le ayudo si no que le cambio la vida. Yoongi intento robarle pero el ultrajado había resultado ser el y ese era solo el principio.

Todo lo que había ocurrido ese día, parecía poco creíble, si alguien viniera a contarle lo que le ocurrió ni de broma hubiese creído.

Era un día bastante soleado, por lo que obviamente Yoongi se veía sospechoso con esa enorme sudadera negra. Era un miércoles tenía hambre, y estaba cansado, tanto física como mentalmente, sus pies rogaban un descanso después de todas estas semanas buscando de un lado a otro trabajo sin éxito alguno.

Había tomado una ¿mala? decisión; robarle a alguien. Se sentía terriblemente mal pero no veía otra opción momentánea, no encontraba trabajo, no tenía un solo centavo encima, no tenía a nadie para pedirle dinero prestado, se estaba muriendo de hambre y preocupación por su madre que estaba en casa esperando noticias de Yoongi y su estupenda vida en la cuidad y por si fuera poco tenía que pagar el alquiler de la habitación donde se quedaba pronto, muy pronto.

Así que tiempos desesperados necesitan medidas desesperadas.

Pensó en otras opciones como vender alguna pertenencia pero lo único que tenía era ese celular viejo y roto, no podía hacer nada, era esto u morir de hambre y terminar en la calle.

Estaba acabado.

Pero no sabia si estaba tan acabado como para robarle a alguien que tal vez necesite el dinero tanto ó incluso más que el.

Así que decidió buscar una víctima de alto rango económico, para no tener tanto remordimiento, como si eso quitará su pecado.

Camino lo que el diría unas diez calles, la zona no mejoraba, pero había mucha más gente, esa calle parecía ser peligrosa pero concurrida, ¡Cielos! Yoongi incluso tenía miedo de que le robaran, sus manos temblaban, parecía que no estaba verdaderamente desesperado.

Suspiro, por qué estaba cansado y todas las personas venían acompañadas ó se veían igual de desesperadas que el y no quería robarle a alguien en su misma condición.
Llevaba más de una hora ahí, parado solo y mirándose sospechoso, quería tomar todo eso como una señal divina, camino una calle más abajo, cansado, rendido, hambriento y desesperado.

Pero aparentemente el que busca encuentra. El había estado buscando una posible víctima y apareció como por arte de magia.

Con sus cabellos castaño claro, su piel algo más bronceada que la de Yoongi, zapatos aparentemente de buena marca, sus pasos eran distraídos y despreocupados, un chico de apariencia adinerada y distraído era lo que necesitaba.

Lo siguió.

Llevaba una calle caminando tras el, el chico nisiquiera volteaba atrás, solo caminaba a pasos lentos y confiados, Yoongi estaba ardiendo en adrenalina, miraba para todas partes en busca de alguien a quien echar la culpa de "arruinar su intento de robo" pero nadie aparecía.

Cuando el castaño entro a aquel callejón solitario, parecía que la vida estaba a favor de Yoongi, el pelinegro entro tras el, caminando a pasos cada vez más grandes.

Su corazón latía con desesperación, quería ser valiente y hacerlo pero no dejaba de pensar en escenarios catastróficos, cuando lo tuvo a unos pocos centímetros su sentido común le pedía que retrocediera, pero no lo hizo. Siguió con su plan.

west coast ; yoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora