2° Cap 9: Algo Nuevo De Mi

3 1 1
                                    

Narración de Angel

Siendo honesto, no me sentía preparado para esto, quizás había sido yo quien en un arranque sentimental declaró la guerra, pero aun no estaba bien y tampoco podría demostrar debilidad a todo esto, ese día recuerdo no haber dormido nada, cerrar los ojos era un pesar de recuerdos qué solo me torturaban más, así que preferí permanecer despierto esa noche, al parecer ocultaba bastante bien mis sentimientos ya qué nadie preguntaba al tema y no quería que lo hicieran. Ya en un par de días Alicia empezó a dar algunas coordenadas de reunión, claro que sabíamos qué podría pasar lo peor y que Charly llegara con un ejército a atacarnos, pero por mera suerte o quizás parte de sus planes no paso, el sentimiento de que algo inminente iba a pasar no se iba de igual forma, cada que dábamos una nueva coordenada para ubicarlos a nosotros nos temíamos qué sé acercara un ataque, al final de dar la última coordenada en cuestión de días comenzaron a llegar más experimentos al lugar, algunos un tanto débiles y otros que podían hacer frente a más de uno por su cantidad de poder y el control qué tenían sobre este. Recuerdo que uno de esos dias todo estaba normal, Alicia estaba ayudando a los nuevos en el entrenamiento junto a Felipe, Santy y Camy decidieron ir a buscar algunos alimentos con unos nuevos aliados y me quede a solas con la nueva integrante, la presión de no hablar era un poco agobiante, después de un rato solo intercambiamos algunas sonrisas nerviosas por el ambiente, cuando todo se volvió blanco de la nada

-Se lo que sucede, y no te culpo qué no quieras dirijirme la palabra- Decía aquella chica castaña con una voz decaída - comprendo perfectamente que lo que hice estuvo mal, pero enserio, quiero ayudarte para demostrarles redención de mis actos-

-No tienes de que preocuparte no es eso- dije en tono cabizbajo -solo duele el recuerdo y que hasta cierto punto no e podido hablar al respecto, pero que debería hacer? No puedo demostrarme débil frente a ellos, mucho menos ahora que declare la guerra-

Yo simplemente no lo soportaba, dolía demasiado, a esto aquella joven castaña apareció, y me dio una cachetada, seguido de un abrazo

-Comprendo qué te sientas asi- Dijo sin soltarme -pero no es toda tu responsabilidad esto, tu estas ayudándoles, dando esperanza a todos ellos, creo que como mínimo nosotros deberíamos tratar de entenderte, además no seas tonto, el hecho de que sea raro que yo te pregunte eso no significa que no puedas hablar con alguien, es solo que, creo que era la persona menos indicada para tratar el tema-

Nada de lo que decía se sentía Falso, por alguna razón se sentían completamente honestas sus palabras y así, sin poder más, rompí en llanto, sabia que no podía regresarla a vivir de nuevo, pero al menos me quedaba la opción de continuar y luchar por lo que creía, además qué Fátima me ayudo a recordar que no estaba solo, tenia personas a las cuales les importaba

- Lo se, y comprendo, honestamente yo te veia bastante sería y no sabía ni como dirigirte la palabra, además no quería mostrar debilidad ante ninguno de ello, siento el deber de tener que protegerlos y simplemente mostrarme débil no es algo que pueda-

Ella solo se despegó un poco, despeino mi cabello con su mano y me sonrio

-Hey! Vamos, eres alguien demasiado valeroso, te aseguro que tus amigos meterían las manos al fuego por ti, y si ese no fuera el caso- bajo un poco la mirada -Yo podría hacerlo-

En ese momento le devolví el abrazo solo que un poco más corto, me había ayudado a sacar un poco de lo que sentia, luego de eso desperté y ella estaba sentada a mi lado, el verla ahí me traía algo de nostalgia, por alguna razón sentía que la conocía de algún lado, pero no estaba seguro de que era, pero desde esa ocasión comenzamos a hablar más seguido

Típico Narrador Omnipresente

Días después un lazo de confianza se empezaba a formar entre Angel y Fátima, solían hablar en algunas ocasiones, casi siempre de cosas algo cómicas otras de cosas trágicas, pero hablaban en cuestión de tiempo las heridas comenzaban a sanar. Un determinado día llego, cuando la joven castaña decidió darle un pequeño entrenamiento a chico alado

Ángel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora