P a r t e ú n i c a

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Harry y Louis habían terminado un mes atrás.

Su relación, como todas las demás, no había sido solo miel sobre hojuelas; se basó en amor, pero también en muchas peleas, gritos, y frustraciones. Un día, todo eso simplemente fue demasiado, y así fue como ese noviazgo se fue al caño.

Esa tarde con lluvia torrencial, en un parque local solitario, se había acabado todo. Bajo las gotas puras del llanto del cielo decidieron que era mejor dejarse ir.

Así Louis le dijo adiós a Harry, y le deseó lo mejor; le dijo que esperaba que fuera feliz por su cuenta.

Oh, cómo se arrepentía ahora.

—¿Ya la viste, Niall? —dijo Louis desde el patio de la escuela a su amigo. Dio una calada a su cigarrillo, y luego se lo pasó a su rubio amigo. Esa escuela era una basura, tanto que dejaban a los alumnos llevar productos nocivos para la salud al plantel; Louis estaba más que encantado con eso, pues podía ir a su banca favorita, bajo su árbol favorito, y fumar sin que alguien dijera algo.

—¿A quién? —preguntó Niall, algo confundido. Sostuvo el cigarro durante unos segundos, analizando el panorama, para así encontrar a lo que su amigo se refería.

—A la zorra que está con el que no debe ser nombrado —respondió el castaño con simpleza, como si fuera un dato de conocimiento general.

—Oh... ¿Te refieres a Sandy? —señaló Niall, fumando rápidamente antes de que Louis le arrebatara de vuelta el cigarro.

—No me interesa saber cómo se llama. ¿Ya la viste? Esos pechos se ven más falsos que los de Kim Kardashian —criticó Louis con desdén—. Y créeme, Ni, vaya que los de Kim son falsos.

—¿A qué viene tanto odio? —cuestionó el rubio, acomodándose en cabello.

Louis se quedó callado por un momento.

—No lo entenderías... —suspiró con pesadez. Vio cómo Harry se reía de algo que la tal Sandy le decía, y cerró los ojos, sintiendo la ira escalar por su columna vertebral.

—Pruébame —desafió Niall, inconforme con la respuesta.

Louis acercó su rostro al de su amigo, y dio con rapidez una lamida a su mejilla.

—¿Qué haces, estúpido? —se quejó Niall, limpiándose la baba residual en su camiseta.

—Dijiste que te probara, y eso hice —el castaño se encogió de hombros, pintando una sonrisa burlona en su rostro.

—¡No esa clase de probar! —el rubio frunció el ceño.

—Bueno, pues entonces no sé a qué te refieres —se hizo el desentendido.

—¿Por qué no solo lo dices y ya? Vamos... —insistió Niall.

—Cuando dije que esperaba que fuera feliz, no lo decía en serio —admitió Louis, mirando fijamente en dirección a Harry.

—¿Te refieres a...? —el rubio dejó la frase inconclusa, para señalar con su dedo índice hacia el rizado, por lo cual Louis le dio un manazo—. ¡Ah! ¡Louis! ¿Qué te pasa? —exclamó, sobándose el dorso de la mano.

—Es de mala educación señalar —regañó el castaño—. Y sí, hablo de él.

—No seas egoísta; todos tenemos derecho a salir con alguien más después de una relación.

—Ha pasado solo un mes, Niall. ¡Un mes! Nunca pensé que sería tan bueno en salir adelante; pero míralo, parece como si no le importara un carajo lo que tuvimos. ¿Acaso soy tan olvidable? —se exaltó Louis.

Cry for me [l.s] OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora