Inevitable atracción.

Emboscada.

Lillerine-Pueblo. Viernes 11/02.

Alexa.

Velas prendidas a mi alrededor, entre mis manos aquel talismán que pude arrebatarle al asqueroso cazador. Eran las 6 AM, pronto saldría el sol.

Phasmatos Tribum, Nas Ex Veras.
Phasmatos Tribum, Nas Ex Veras.
Phasmatos Tribum, Nas Ex Veras.

Repetía una y otra vez, era el hechizo localizador que me ayudaría a saber donde se encontraban los cazadores. Tras decir aquellas palabras visiones comenzaron a llegar a mi cabeza, los veía. Fruncí mi ceño al notar el cartel con letras, árboles, Lillerine. Ya estaban aquí.
Abrí mis ojos rápidamente, apagué cada una de las velas con solo chasquear mis dedos, guarde el talismán en mi bolsillo y salí del cuarto a toda velocidad para advertir a los demás, no teníamos tiempo, si no nos íbamos ahora nos atraparían.

Morrigan.

Desperté por el estruendoso ruido de mi puerta ser golpeada contra la pared, me levanté exaltada. Prendí dos bolas de fuego en mis manos ya lista para atacar, al ver a mi madre alzar las manos en forma ofensiva las apague.

— Dios mamá, no tienes que hacer eso, maldición —musité soltando un suspiro, estuvo cerca.

— Debemos irnos ya, están aquí, Morrigan, hay que correr, toma tus cosas rápido. Iremos por la puerta del bosque.

La puerta del bosque, mal llamada así por mamá, eran unas puertas invisibles, su nombre era Vitrum Ostium. Esto era un pasaje el cual solo podía ser abierto por hechiceros, nos permitía teletransportarnos a cualquier parte del mundo, pero únicamente de puerta a puerta. La mayoría de estas se encontraban en los bosques, en lugares donde ningún humano pudiera vernos salir de ahí. Las usábamos en ocasiones muy específicas.
En cuanto mi madre salió de la habitación, me vestí rápido con un jogger negro y una camiseta blanca que quedaba completamente pegada a mi torso, necesitaba estar cómoda.
Observe cómo mis dos primas menores corrían a la habitación de sus padres, salí de la mía y me encamine a la de mi prima Idaly, ella era una de los mayores.
En cuanto entre a su habitación note a mi tía Alice con ella, mi rubia prima había encantado las armas para Alice, ya que de alguna forma debía protegerse.

— Bien, con estas flechas los incendiarás apenas toque el cuerpo del contrario, tienes estas rocas que los volverán piedra y en el caso de que luches cuerpo a cuerpo hice esta daga, con solo un rasguño tendrán una fuerte hemorragia. Por favor ten cuidado, no queremos accidentes —Idaly le explicaba la función de cada arma, me cruce de brazos frente a ellas observando cómo Alice tomaba todo. La morena me saludo con un abrazo y salió del cuarto dejándonos a ambas solas.

— ¿Estás bien? —la observé con ambas cejas levantadas, traía su cabello suelto, había ojeras debajo de sus ojos celestes, fue una noche difícil para ella. Su madre hermana de la mía había sido una poderosa bruja, hace un tiempo tuvimos un problema e Idaly estuvo a punto de morir, su madre para salvarla conjugó un hechizo demasiado fuerte, murió en el acto, el único percance es que murió con sangre de vampiro en su sistema, pidió que la disequemos hasta encontrar la forma de revertir aquello, ya que en el caso de nacer con el gen de hechicera; no puedes ser otra cosa, eres uno o lo otro, tía Sigrid lo tenía decidido.

En mi caso, soy trihíbrida, ya que mis padres son ambos híbridos. Papá vampiro y licántropo, mamá licántropo por parte de mi abuelo y bruja por parte de mi abuela. Yo por efecto soy vampiro, licántropo y bruja, la única en mi especie, toda una rarita.